Sentarse sin tener nada que hacer. Vivir sin tener nada que esperar. Detallar conscientemente cada fibra, cada acto, cada espacio. Sentir en medio de todas esas cosas la constante presencia.

Haber dejado de estudiar, haber dejado de gozar, de leer, de conectar. Eso es lo más obvio.

Hoy me levanté con la intención de presenciar de manera más detallada cada una de las cosas. Mientras hacía limpieza, una imagen llegó a mi mente y allí reconocí que había abandonado cada una de las prácticas que me permitían desarrollar las cualidades que me impulsan hacia un mayor estado de bienestar. Me di cuenta de lo obvio.

Desde hace más tiempo del que soy capaz de reconocer he tenido problemas para escribir. Siempre recordaba la facilidad con la que hacía este tipo de cosas, como un "vómito celestial" fluyendo entre mis dedos y mi única opción era escribir y escribir y seguir escribiendo.

Eso me recordó a la música tradicional japonesa que siempre sintonizaba y que me disfruto mucho; me hace sentir en casa y el hogar es la raíz de todas las cosas. Cuando recordé eso, decidí tomar acción: sentarme ante la hoja, decidir disfrutar aquel proceso. También disfruté lavar los trastes a quienes les estaba huyendo desde hace unos minutos.

Se trata de confrontar, de experimentar cada una de las cosas, de centrar toda la vida allí y decidir dentro de ese juego llamado vida cuáles son los juegos a los cuales poner toda nuestra estrategia; y por supuesto, jugarlos, claro está.

las paredes son sólidas y los espacios libres. Hoy todo vuelve a ser real. Hoy todo se manifiesta dentro de una intención encausada.

Es tan obvio que podría dar miedo.

Sitting with nothing to do. Living with nothing to look forward to. To consciously detail every fiber, every act, every space. To feel in the midst of all these things the constant presence.

To have stopped studying, to have stopped enjoying, reading, connecting. That is the most obvious thing.

Today I woke up with the intention of witnessing in a more detailed way each of the things. As I was cleaning, an image came to my mind and there I recognized that I had abandoned each of the practices that allowed me to develop the qualities that propel me toward a greater state of well-being. I realized the obvious.

For longer than I care to admit I have had trouble writing. I always remembered the ease with which I did this kind of thing, like a "heavenly vomit" flowing through my fingers and my only option was to write and write and keep writing.

It reminded me of the traditional Japanese music that I always tuned in to and that I enjoy very much; it makes me feel at home and home is the root of all things. When I remembered that, I decided to take action: to sit in front of the screen, deciding to enjoy that process. I also enjoyed washing the dishes I had been running away from for a few minutes.

It is a matter of confronting, of experiencing each and every thing, of focusing all of life there and deciding within that game called life which are the games to which to put all our strategy; and of course, to play them, of course.

the walls are solid and the spaces are free. Today everything is real again. Today everything is manifested within a channeled intention.

It is so obvious that it could be scary.