Digamos adiós.

Ya me he dado cuenta de cómo son las cosas hoy en día, ese sentimiento que iba creciendo cada vez más y más se ha detenido, en alejandria su nombre se comenzaba a ver borroso, y entre el medio de sonrisas me partía el corazón por dentro.

Las sonrisas tan solo era una máscara para ocultar lo que verdaderamente sentía en lo más profundo de mi corazón, y lo que antes era prioridad, se convertiría en una simple desilusión.

Lágrimas no solían brotar de mis ojos, a pesar de ser ese sentimiento que desde muy pequeño tuve, solo cuesta poner a prueba, para ver si esa persona daría lo mismo que tú das por ella, y lamentándolo mucho, me he dado cuenta que las cosas no son así.

Cada momento, cada minuto, cada segundo a su lado es verdaderamente especial, pero….. De qué vale, si no es justamente lo qué quieres. El hecho de ignorarme es una de las razones por lo que prefiero alejarme, la manera de tratarme, el ver cómo le hablan otras personas y se alegra de la mejor manera. Cuando tú haces todo lo posible por hacerla reír, y aunque lo logres, no suele pasar nada.

Quiero alejarme de ese mundo cuya razón de estar sigue siendo ilógica, aunque ese sueño que desde niño tuve, caminar de tu mano mientras atravesábamos el parque, creo que no será contigo.

Y si es así dime qué, pero qué hago para poder tenerte, te he deseado y vivido en mis sueños diariamente, y por más momentos inolvidable contigo que se me vengan a la mente, sigues sin poder ni siquiera prestarme atención.

Una nueva luz llega a mi vida, sabes? Y puede que brille más que tú, es la flor más hermosa de la pradera y yo quisiera ser quién regué sus pétalos y los trate con ternura, solamente si me voy te hago una petición……… Y es que por favor, pero por favor seas feliz con esa otra persona.