En mis estudios filosóficos siempre había tenido una cierta inconformidad con la concepción de lo postmoderno como una etapa filosófica que supera la modernidad, ya que sentía que había sobre todo una continuidad. Pues bien, estos días he leído un poco sobre Zygmunt Bauman, un filósofo y sociólogo polaco desde el cual me he empezado a formar una teoría desde su propio planteamiento, el cual estriba en torno a lo que él llama la modernidad líquida.

Bauman fue un pensador polaco que, como otros muchos de su tiempo, tuvo que abandonar su tierra por discrepancias con el sistema de gobierno comunista de su país. Desde entonces se radicó en Inglaterra, donde murió en el año 2017, dejando una importante producción literaria de unos 50 libros aproximadamente, siendo uno de los puntos centrales de su pensamiento la propuesta de la visión de una sociedad donde los principios que antes eran considerados sólidos se han licuado y, por eso, la realidad histórica de nuestros tiempos es más volátil y fluida que las anteriores.

De allí que use la metáfora de lo líquido para hablar de las diversas realidades que nos circundan hoy en día, puesto que así como lo líquido se disuelve entre nuestras manos así son muchas cosas hoy en día: el amor, la familia, la religión, las leyes, etc. Y no es que en el fondo el ser humano ya no quiera nada estable, sino que poco de lo se ha propuesto hasta ahora le convence. Por eso, para Bauman, aunque la modernidad líquida se rebela contra una modernidad "sólida" (pensemos en los pseudo logros de la razón ilustrada), no es que no requiera unos principios, sí que los necesita, pero su búsqueda ha resultado infructuosa hasta estos momentos, ya que existen diversos factores (consumismo, globalización, tecnología, etc.) que hace primar lo efímero, líquido, pasajero, frente a lo que puede tener permanencia en el tiempo.

Esta conceptualización es la que me permite pensar que lo postmoderno en realidad no existe en sentido estricto, porque la modernidad que en un principio nace como un revelarse ante la tradición antigua y medieval (de la primacía de la naturaleza y Dios a la primacía del ser humano) todavía está presente en la actualidad, aunque de otra forma. Una donde incluso cualquier logro científico y racional se pone en tela de juicio, lo cual no está mal, pero desde el punto de vista existencial necesitamos algunos fundamentos de los cuales partir y anclarnos.

Proponer unos nuevos principios sólidos sigue siendo por ello el objetivo de la época actual, de allí que la modernidad todavía no ha acabado, y si hablamos de lo postmoderno creo debería ser más en sentido de continuidad que de ruptura, ya que aún hoy seguimos en rebeldía con la forma en que se venían planteando muchas cosas, ahora bien lo particular de nuestros tiempos es un contexto donde incluso los primeros logros de la diosa razón son cuestionados, sobre todo porque la humanidad ha sido presa de consecuencias nefastas por ella: guerras, epidemias, ecocidio, tráfico de personas, etc.

ENGLISH VERSION

Versión en español

Source

In my philosophical studies, I had always had a certain dissatisfaction with the conception of the postmodern as a philosophical stage that surpasses modernity, since I felt that there was above all a continuity. Well, these days I have read a little about Zygmunt Bauman, a Polish philosopher and sociologist from whom I have started to form a theory from his own approach, which revolves around what he calls liquid modernity.

Bauman was a Polish thinker who, like many others of his time, had to leave his country due to disagreements with the communist government system of his country. Since then, he settled in England, where he died in 2017, leaving an important literary production of about 50 books, one of the central points of his thinking being the proposal of the vision of a society where the principles that were previously considered solid have melted away, and therefore, the historical reality of our times is more volatile and fluid than previous ones.

Hence, he uses the metaphor of the liquid to talk about the diverse realities that surround us today, since just as the liquid dissolves in our hands, so are many things today: love, family, religion, laws, etc. And it's not that deep down, human beings no longer want anything stable, but rather that little of what has been proposed so far convinces them. Therefore, for Bauman, although liquid modernity rebels against a "solid" modernity (let's think of the pseudo-achievements of enlightened reason), it does require principles, but its search has been unsuccessful so far, since there are various factors (consumerism, globalization, technology, etc.) that prioritize the ephemeral, liquid, and transitory over what can have permanence over time.

This conceptualization is what allows me to think that the postmodern does not actually exist in a strict sense because the modernity that initially arises as a rebellion against ancient and medieval tradition (from the primacy of nature and God to the primacy of human beings) is still present today, albeit in a different form. One where even any scientific and rational achievement is questioned, which is not bad, but from an existential point of view, we need some foundations from which to start and anchor ourselves.

Proposing new solid principles is therefore still the objective of the current era, hence modernity has not yet ended, and if we talk about the postmodern, I think it should be more in terms of continuity than rupture, since even today we still rebel against the way many things were being proposed. However, the particularity of our times is a context where even the first achievements of the goddess reason are questioned, especially because humanity has been prey to its disastrous consequences: wars, epidemics, ecocide, human trafficking, etc.

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