Restaurante "Mi nuevo Belén" Segunda edición [esp] [eng]
VERSIÓN EN ESPAÑOL
El 07 de diciembre del año pasado realicé junto a mi comunidad parroquial la segunda edición de una actividad pro fondos a la cual le hemos llamado "Mi nuevo Belén". En principio, era algo que no me encontraba muy animado a realizar, puesto que la organización de este tipo de eventos amerita mucho trabajo, uno que no estaba dispuesto a asumir. No obstante, por insistencia de varias personas que hasta en medio de la carretera paraban mi carro para preguntarme si realizaría de nuevo el evento, cambié de opinión, y me lancé de nuevo a la aventura. En este post, puedes leer un resumen de cuál fue la experiencia del evento en su primera edición.
Mejorando en muchos aspectos
Lo primero de lo cual estoy sumamente satisfecho es que el evento pudo ser mucho mejor organizado que el anterior, claro es que ya teníamos la experiencia y aprovechándonos de la misma, mejoramos aspectos que convenía se ejecutaran de una mejor manera. La colocación y distribución de las mesas, por ejemplo, me encantó, ya que hicimos un croquis de las mismas, el cual estaba a disposición de todos los que querían asistir, para que con anterioridad hicieran la elección de los puestos según sus gustos.
Esto hizo que todos los asistentes estuvieran más a gusto en el lugar de la fiesta, porque literalmente esto es lo que en esencia es esta clase de eventos que le damos el título de restaurante porque hacemos una distribución de mesas y jóvenes de la comunidad sirven como mesoneros para recrear el ambiente. Que por cierto, este servicio estuvo también mucho mejor, ya que contamos con el apoyo de varias personas profesionales en servicios de protocolo, lo cual agilizó muchas cosas, así también ayudó que los ensayos se hicieron con más antelación en el lugar de la actividad, el Grand Versalles, un salón de fiesta cercano a la comunidad.
Disfrutando del ambiente
Ya listo el lugar del evento, lo más importante fue enfocarnos a que el ambiente creado fuera agradable a los asistentes, y así fue. Para hacer esto posible era importante la música, por lo que este año nos ocupamos de ubicar un DJ que aseguró este punto tan esencial, además de que animó parte del evento y fue el complemento perfecto para los grupos invitados, los cuales también estuvieron espectaculares, ya que fuimos desde el delito armonioso de del violín hasta canciones tradicionales de navidad, rancheras, merengue, retro y, por supuesto, las gaitas.
Entre la música, el baile y la rica comida navideña que se sirvió, además de otras bebidas y comidas que se estaban ofreciendo, prevalecía ante todo un ambiente completamente familiar, se sentía como una gran fiesta de familias y amigos. Incluso un par de inconvenientes que tuvimos con la luz (ya que se fue la electricidad en dos ocasiones) no entorpeció para nada ni bajó los ánimos de los que estábamos allí.
Creando la tradición
En esta segunda edición del evento, tuvimos como uno de sus objetivos el ir creando la tradición de cada año poder realizarlo, puesto que es una actividad pro fondos que ayuda mucho a las diversas obras sociales que realizamos en la comunidad parroquial y que no fueran posible si solo nos quedamos dependiendo de pequeñas actividades. Es un esfuerzo grande que se hace, sí, pero que al final tiene sus frutos, que hace valer la pena el trabajo asumido. El cual no es solo en la búsqueda de los recursos económicos para realizarlo sino también el compromiso humano que se necesita. Tomemos en consideración, por ejemplo, las más de 1000 hallacas que se realizaron, y pensemos todo lo que esto conlleva: lava las hojas, picar los aliños, preparar el guiso, cocinar, amarrar, etc. Es algo que amerita mucho sacrificio, y esto sin mencionar los demás detalles, decoración del lugar, la hechura de los centros de mesas, entre otros.
Pero, lo repito, valió la pena, en efecto, la mejor propaganda de la actividad ya la tenemos hecha en los que asistieron, los cuales se fueron con la satisfacción de todo lo que se organizó, tanto así que ya me aseguraron su participación y apoyo para este año, pues, además de que disfrutaron mucho, es una oportunidad para ellos distraerse de otra manera, de una forma sana, y de compartir con la familia y diversas amistades.
ENGLISH VERSION
On December 7th of last year, together with my parish community, I organized the second edition of a fund-raising activity called "My new Bethlehem". At first, it was something that I was not very encouraged to do, since the organization of this type of event requires a lot of work, one that I was not willing to assume. However, at the insistence of several people who even in the middle of the road stopped my car to ask me if I would do the event again, I changed my mind, and I threw myself back into the adventure. In this post, you can read a summary of what was the experience of the event in its first edition.
Improving in many aspects
The first thing I am extremely satisfied with is that the event could have been much better organized than the previous one, of course we already had the experience and taking advantage of it, we improved aspects that should have been executed in a better way. The placement and distribution of the tables, for example, I loved it, since we made a sketch of them, which was available to all who wanted to attend, so that in advance they could choose the seats according to their tastes.
This made all attendees more comfortable in the place of the party, because literally this is what this kind of event is in essence that we give the title of restaurant because we make a distribution of tables and young people from the community serve as waiters to recreate the atmosphere. By the way, this service was also much better, since we had the support of several professionals in protocol services, which expedited many things, it also helped that the rehearsals were done in advance in the place of the activity, the Grand Versailles, a party room near the community.
Enjoying the atmosphere
Once the venue was ready, the most important thing was to focus on creating a pleasant atmosphere for the attendees, and so it was. To make this possible, music was important, so this year we took care to place a DJ that ensured this essential point, besides that he animated part of the event and was the perfect complement to the invited groups, which were also spectacular, as we went from the harmonious crime of the violin to traditional Christmas songs, rancheras, merengue, retro and, of course, the bagpipes.
Between the music, the dancing and the delicious Christmas food that was served, in addition to other drinks and food that were being offered, a complete family atmosphere prevailed above all, it felt like a big party of families and friends. Even a couple of inconveniences we had with the electricity (the power went out twice) did not hinder at all or lower the spirits of those who were there.
Creating the tradition
In this second edition of the event, we had as one of its objectives to create the tradition of holding it every year, since it is a fundraising activity that helps a lot to the various social works that we do in the parish community and that would not be possible if we only depended on small activities. It is a big effort that is made, yes, but in the end it has its fruits, which makes it worth the work undertaken. Which is not only in the search for the economic resources to carry it out, but also the human commitment that is needed. Let's take into consideration, for example, the more than 1000 hallacas that were made, and think about all that this entails: washing the leaves, chopping the seasonings, preparing the stew, cooking, tying, etc. It is something that requires a lot of sacrifice, not to mention the other details, decorating the place, making the centerpieces, among others.
But, I repeat, it was worth it, in fact, the best advertisement for the activity has already been made by those who attended, who left with the satisfaction of everything that was organized, so much so that they have already assured me of their participation and support for this year, because, besides the fact that they enjoyed a lot, it is an opportunity for them to distract themselves in another way, in a healthy way, and to share with family and various friends.
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