We finally have you in our arms!

Mi pequeñito sobrino Lían ha llegado a casa, llenandonos a todos de mucho amor, muchos al igual que yo saben que el amor hacia un sobrino es inmenso y sabran la felicidad tan grande que sentimos cuando después de tantos días, finalmente pudimos conocerlo, cuando se trata de un bebé indefenso uno se preocupa en exceso.

Toda esta experiencia hizo mucho daño psicológico a mi familia, sobretodo a los padres de Lían, estar preocupados 24/7 por la salud de Lían y sin poder estar ahí para el, fue demasiado abrumador y horrible.

Pero aunque esa experiencia nos ha marcado un poco a todos, estamos viviendo estos momentos bonitos y nuevos, con nuestro pequeñito en casa, al que estamos llenando de amor mucho mucho, haciéndole compañía después de muchos días sólito, siendo fuerte.

Lloramos con el cada vez que llora, porque aunque antes ya estuvimos con mi otra sobrina cuando nació, ningún bebé se parece a otro, siempre hay diferencias y personalidades distintas en ellos, y Lían tiene la suya, es un hombresito serio, pero que ama que le canten.

Ha estado tratando de comer estos 4 días, todo lo que no pudo comer, y ni se les ocurra acercarse para quitarle su pecho, porque te lanza una de sus miradas matador as, es muy pero muy tierno, y aunque nos preocupamos mucho todos cuando llora y vivimos revisando que todo esté bien, sabemos que un bebé es una gran responsabilidad que necesita de muchos cuidados.

Estamos demasiado agradecidos, porque Lían salió de esa terrible situación, y salió bien gracias a Jehová Dios y está en casita después de tanto, seguimos adaptándonos a él y el sigue adaptándose a nosotros, pero todo proceso es lento y paso a paso.