Let's fight for our dreams, until we make them come true [Esp-Eng]

Lucía creció en una familia extremadamente pobre, su vida fue difícil ya que tuvo que trabajar fuertemente desde muy niña, sus padre también trabajaban duro, pero debido a que eran una familia numerosa, el dinero nunca les alcanzó, el ejemplo de sus trabajadores padres logró que Lucía, intentando ayudarlos, aprendiera a trabajar desde niña, pensando siempre en cuáles eran las consecuencias de no saberse administrar correctamente.

Durante toda su adolescencia además de asistir a clases y esforzarse por tener buenas calificaciones, cada día corría hacia su lugar de trabajo para lograr mantenerse a ella y por supuesto también pagar sus estudios, Lucía comprendía qué debía trabajar muy duro, para lograr tener todo aquello que soñó de niña, una casa propia, por la que no debía pagar alquiler mensualmente, y por supuesto una habitación con una cama cómoda donde dormir.

No era mucho lo que ella pedía, solo algunas cosas básicas qué los seres humanos necesitamos para vivir relativamente tranquilos, sunque era joven aprendió muchísimo, Así que cuando terminó sus estudios, utilizó todo el dinero que tenía para invertir en un nuevo emprendimiento, por supuesto que era arriesgado, no sabía cuál sería el resultado, sin embargo, no había otra forma para probar que arriesgarse.

Con algo de nervios empezó desde muy poco, creaba su producto en una habitación pequeña que había rentado, cada día se levantaba muy temprano y se acostaba bastante tarde con tal de hacer la mayor cantidad de productos, siempre estaba cansada pero cuando se vendía aunque fuera uno, su energía se renovaba totalmente y se sentía animada para continuar fabricando, cuando era pequeña y tenía un poco de tiempo libre, solía dibujar en su pequeño cuaderno sombreros de todo tipo.

Le encantaban los sombreros pero no fue hasta que llegó a la edad adulta que tuvo el dinero, al graduarse, decidió hacer eso que tanto soñó de niña, fabricar sus propios sombreros, y ¿porque no? Compartirlos con el mundo, fue así como se le ocurrió la idea de fabricar sombreros a mano para venderlos, al principio no vendió ninguno, pero esto no la desánimo, pues fabricarlos era algo que le gustaba mucho, por eso cuando tuvo su primera venta, fue un momento feliz para ella, no solo por el dinero recuperado, sino porque alguien le había gustado, y esto para ella valía todo su esfuerzo.

Con el tiempo las ventas fueron aumentando, así que puedo pagarle a una persona para que fuera su ayudante, lo que le permitía crear muchos más sombreros y en menos tiempo, esto significaba muchas más ventas, poco a poco Lucía fue reconocida por toda su ciudad, y de vez en cuando venían algunos clientes de otras ciudades solo para ver y comprar sus sombreros, aunque era un trabajo que requería bastante esfuerzo, con él podía mantenerse, además de ayudar a su familia.

Un buen día mientras Lucía llevaba un pedido a una fiel clienta, quedó sorprendida al ver sentado en la sala de aquella mujer un rostro muy conocido, era un famoso diseñador, dueño de una reconocida franquicia en su país, sin decir una palabra simplemente dejó el sombrero de su clienta y se fue, no podía creer haber visto aquel hombre sentado en esa mesa, pues era de sus diseñadores favoritos y a pesar de tener dinero suficiente para vivir nunca había podido usar algunas de las prendas de este diseñador, debido a su alto costo.

Sin embargo Lucía fue feliz de haber visto a John Lewis, aunque esté no la hubiese visto a ella, siguió trabajando fuertemente y cada vez que iba a la casa de su clienta esperaba conseguirse de nuevo a John, pero después de unas semanas perdió totalmente las esperanzas, de hecho pensó que lo había imaginado todo, aún así dejó de concentrarse en esto y siguió haciendo su trabajo del mejor modo posible siempre.

Un día de manera inesperada recibió una llamada de un número desconocido, no era ninguno de sus clientes frecuentes pero podía hacer uno nuevo, amablemente Atendió Esa llamada, en la que le pedía más de 1000 ejemplares de su trabajo, Lucía no lo podía creer, pero por supuesto que no desaprovechar y a esa oportunidad, con esta gran venta lograría conseguir el dinero para finalmente comprar su propia casa.

Apenas colgó esa llamada puso manos a la obra para tener lista esa gran cantidad de sombreros a tiempo, después de 5 días había roto su propio récord, pues no solamente terminó antes de lo esperado, sino que con la ayuda de su empleada lograron hacer un poco más, en solo dos días vendría su nuevo cliente a recoger la mercancía, Lucía estaba muy emocionada pero a la vez nerviosa, pues para comprar tal cantidad de sombreros un nuevo cliente debía ser una persona bastante adinerada.

Finalmente llegó el día, Lucía ya no podía contener los nervios dentro de sí, pasaban las horas y su cliente no llegaba, no quería presionarle, pero sentía miedo de que no llegar a nadie a buscar aquella mercancía por la que se había esforzado tanto, Así que decidió aquí el cliente, pero este nunca contestó, tristemente ese día no apareció, Lucía se sentía muy impotente y llena de rabia, alguien le había jugado una broma y ella había caído.

Pero a la mañana siguiente, el número desconocido volvió a llamarle, sin pensar y Lucía contestó la llamada indignada, reclamándole aquella persona por lo que le había hecho pasar el día anterior, pero éste se disculpó con Lucía y le dijo que en apenas unos minutos estaría llegando a su casa a retirar la mercancía, esto tranquilizó un poco Lucía y volvió a ella la ilusión de hacer tal venta.

Mentalmente estaba planeando disculparse con aquella persona por haber sido tan grosera, pero cuando llegó Lucía no podía creerlo la palabra Simplemente no salieron de su boca, John Lewis su diseñador favorito, había comprado sus sombreros para distribuirlos en sus diferentes tiendas en el país, esto era una completa locura para Lucía, definitivamente de todas las personas jamás se imagino que su comprador era nada más y nada menos que John Lewis.

Apenas la Vi John la abrazo y le dijo que quería trabajar con ella, pues le habían encantado los diseños de sus sombreros, se sorprendió al saber que nunca la habían enseñado a hacerlo y que aprendió todo por su cuenta, esto hizo que para el los sombreros fueran aún más especiales y que deseara con más fuerzas venderlos en sus tiendas, trabajando junto con Lucía.

De esta manera nuestra querida Lucía no solo logró cumplir su sueño de tener una casa, sino que también cumple un Sueño imposible que ni siquiera se había permitido tener, trabajar junto con su diseñador favorito y aprender lo mayor posible de él, esto le permitió a ella tener la libertad económica que siempre deseó, y ayudar a su familia tal y como quería hacerlo desde muy niña.

Si trabajamos duro y nos esforzamos con todo, podemos lograr alcanzar nuestros sueños más locos, pero para ello debemos ser constantes y además creer en nosotros mismos, por eso nunca dejemos de hacerlo y tampoco dejemos de lado nunca nuestros sueños, Espero que les haya gustado Mi historia pero más que nada que les haya servido de algún modo, Hasta pronto amigos, nos leeremos la próxima ocasión.