Concurso de literatura La Abeja Obrera | Año 10400 / Year 10400
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
Esta es mi entrada para el concurso La Abeja Obrera. 4ta. edición, auspiciado por @jesuspsoto en homenaje al escritor MIGUEL OTERO SILVA.
Corría el año 10400 del calendario terrestre de las antiguas civilizaciones. El planeta había sufrido muchas transformaciones debido a los cambios climáticos y otros fenómenos ocasionados por las contaminaciones, guerras nucleares y muchas otras atrocidades del hombre. Unas pocas ruinas de las viejas potencias se extendían a lo largo del planeta, dejadas como monumentos para no olvidar las barbaridades cometidas.
A pesar de lo ocurrido, la nueva y joven generación pudo surgir ante las adversidades. Durante un arduo y lento trabajo, la humanidad recuperó y construyó un mundo próspero, limpio, eco-sustentable, y libre de las ambiciones y codicias mundanas.
En uno de los pequeños centros poblados, al sur del planeta, se encontraba un joven disfrutando de un merecido descanso. Reposaba sentado sobre un banco, cuando de pronto un hombre de extraña apariencia se le acercó.
“Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”, anunció
“Perdón ¿Decía algo?”, preguntó el joven sacando uno de sus auriculares inalámbricos de su oído.
“Mi tiempo ha llegado, y finalmente, mi Padre me ha dado la oportunidad de volver”, afirmó el extraño
“Bien por ti amigo”, respondió el joven asintiendo con su cabeza y volviendo a colocar su auricular en el oído
“Yo soy el camino, la verdad y la vida”, recalcó en un tono bajo pero lo suficientemente fuerte para ser escuchado a través de los auriculares
“¿Acaso nunca habéis escuchado de mí?”
“Soy el hijo del Hombre. El hijo de Dios, el Todo Poderoso, el Altísimo”, argumentó
El chico tenía sus ojos totalmente abiertos, al igual que su boca. Agitó ligeramente su cabeza, sin tener idea de lo que acababa de oír.
“Solían conocerme con el nombre de Jesucristo”
El joven hizo una mueca con la boca y miró hacia arriba y a la derecha, tratando de recordar ese nombre. Tras unos segundos se rindió e hizo una seña con su mano
“Déjeme ver”, apremió mientras activaba un dispositivo atado a su muñeca desplegando una pantalla azul con una gran lupa
“Busca Jesucristo”, ordenó
El chico arrugó el ceño mientras escudriñaba en todas las bases de datos de información mundial. Después de 15 minutos, encontró en una de las bibliotecas antiguas conectadas a la red, en la sección Religiones, el susodicho nombre.
Tras mascullar la información unos minutos más, respondió
“Mmm… Lamentablemente, señor JC”, argumentó el chico chasqueando su lengua, mientras sus ojos recorrían la información que aparecía en la pantalla de un lado al otro,” me temo que las ‘religiones’ dejaron de existir hace mucho, mucho tiempo atrás. Por lo que he leído, creaban mucha disgregación, fraccionamiento y discordia. Por lo tanto se decidió prescindir de ellas”
“Pensaba que eran un mito”, rio entre dientes el joven
El extraño se sentó a un lado del chico, totalmente perplejo.
“No se preocupe, señor JC. De seguro encontrará algo más que hacer”, comentó el joven
“Como siempre ha dicho mi padre: haz el bien sin mirar a quien y no hagas a otros lo que no quieres que te hagan.”
“Por cierto ¿Puedo hacer algo más por usted?”, preguntó el chico; sin embargo, el extraño, de la misma forma como había aparecido, había desaparecido.
Si deseas saber más sobre el concurso visita el siguiente link
Hasta la próxima.
This is my entry for the contest La Abeja Obrera. 4th edition, sponsored by @jesuspsoto in tribute to the writer MIGUEL OTERO SILVA.
The year was 10400 in the earth calendar of ancient civilizations. The planet had suffered many transformations due to climatic changes and other phenomena caused by pollution, nuclear wars, and many other human atrocities. A few ruins of the old powers were spread throughout the planet, left as monuments so as not to forget the barbarities committed.
In spite of what had happened, the new, young generation was able to thrive in the face of adversity. Through slow and arduous work, humanity recovered and built a prosperous, clean, eco-sustainable world, free from worldly ambitions and greed.
In one of the small population centers, south of the planet, a young man was enjoying a well-deserved rest. He was sitting on a bench when suddenly a man of strange appearance approached him.
"Repent, for the kingdom of heaven is at hand," he announced.
"Excuse me. Did you say something?" the young man asked, pulling one of his wireless headphones out of his ear.
"My time has come, and finally, my Father has given me the opportunity to return," stated the stranger
"Good for you my friend," replied the young man nodding his head and placing his headset back in his ear
"I am the way, the truth, and the life," he stressed in a low tone but loud enough to be heard through the headset
"Have you never heard of me?"
"I am the Son of Man. The son of God, the All-Mighty, the Highest," he argued
The boy's eyes were wide open, as was his mouth. He shook his head slightly, having no idea what he had just heard.
"People used to know me by the name of Jesus Christ."
The young man grimaced and looked up and to the right, trying to remember that name. After a few seconds, he gave up and waved his hand.
"Let me see," he urged as he activated a device strapped to his wrist displaying a blue screen with a large magnifying glass
"Search for Jesus Christ," he commanded
The boy frowned as he scanned through all the world's information databases. After 15 minutes, he found in one of the old libraries connected to the network, in the Religions section, the aforementioned name.
After mumbling the information for a few more minutes, he answered.
"Mmm... Unfortunately, Mr. JC," the boy argued, clicking his tongue, as his eyes swept the information on the screen back and forth," I'm afraid 'religions' ceased to exist a long, long time ago. From what I have read, they created a lot of disagreement, splintering, and discord. So it was decided to dispense with them."
"I thought they were a myth," the young man chuckled.
The stranger sat down beside the boy, totally perplexed.
"Don't worry, Mr. JC. I'm sure you'll find something else to do," commented the young man
"As my father has always said: do good without looking at whom and don't do to others what you don't want them to do to you."
"By the way, can I do anything else for you?" the boy asked; however, the stranger, just as he had appeared, had disappeared.
See you next time…
Bueno, en la viña de los concursos hay de todo, hasta el tema religioso que abordas irónicamente. Gracias por tu participación.
Jejeje, por un momento quise ponerle NSFW y no hacer enojar a nadie 😉
Gracias por la oportunidad