Iniciativa: ¿Dónde estabas el 11 de septiembre de 2001 y qué pasó con tus planes de ese día? [Esp-Eng]
Una mañana de asombro y desconcierto
— Isabel, allá afuera está Eduardo buscándote.
— Mamá por fa, dile que me espere unos minutos, que ya salgo.
Era 2001, la mañana del 11 de septiembre, no recuerdo exactamente la hora. Mi viejo amigo Eduardo me buscaba para reunirnos a planificar un taller de creatividad para niños que llevaríamos a cabo. Yo tenía apenas dos meses de haber regresado a mi ciudad, luego de seis años de vivir y estudiar en Caracas. Estaba recién graduada y ese taller sería prácticamente mi primer trabajo en la ciudad.
Entré al carro de Eduardo y vi en su rostro una expresión de preocupación y temor que no era usual. Prácticamente no dejó que lo saludara.
— ¡Hola, Isa!, ¿Viste lo que está pasando en Nueva York?
— ¿En Nueva York? (Yo pensé ¿Y por qué tendría yo que saber qué pasa en Nueva York?) Mmmm... ¡nooo! ¿Qué pasó?
— ¡Noooojoda, Isa! Algo que jamás en mi vida pensé que vería. Un avión se estrelló en una de las torres gemelas, no se sabe si fue un accidente, un piloto suicida o un atentado. Isa vengo frío de la impresión. ¿Puedes creer esa vaina?
En ese momento yo seguía medio dormida, aún tomaba mi café en un vaso viajero y no había probado mi desayuno. Buscaba en mi memoria la imagen de las torres gemelas y trataba de imaginar un avión impactándolas.
Eduardo me buscaba todas las mañanas, trabajábamos como tres horas en su casa, dónde sería el taller unas semanas después. Eduardo era un profesor de educación física y recreación, jubilado de la UNEXPO. De niña hice algunos de sus talleres dirigidos a estimular la creatividad en niños y niñas. La idea era que, con mis estudios de Letras, incentivaríamos la lectoescritura en los niños. Recuerdo ese momento de mi vida, todo se vestía de futuro.
Llegamos a casa de Eduardo y su esposa estaba en la sala con el televisor prendido, absorta, con las manos en la cara, casi llorando le dijo.
—Eduardo, otro avión, en la otra torre. Se estrelló otro avión.
Corrimos a sentarnos frente al televisor. Recuerdo las expresiones de los comentaristas de los noticieros, trataban de disimular inútilmente su desconcierto, su asombro y su terror. Ya se hablaba de un ataque terrorista, aunque no había aún ninguna declaración de motivos de ninguna organización. También decían que había riesgo de que las torres colapsaran y se cayeran. Yo pensé que una vez más el amarillismo se aprovechaba de la incertidumbre, la angustia y el miedo para ganar audiencia.
—¡No vale! Qué se van a estar cayendo esas torres, Eduardo. Dije, mientras veía las repeticiones del avión chocando contra la torre. Las imágenes de las dos torres incendiándose me generaba asombro y angustia. Veía personas guindando de las ventanas y aquel hombre cayendo, era aterrador. Las proporciones de aquel acontecimiento aún no cabían en mi mente.
Yo no había probado bocado. Marisela estaba bastante nerviosa por las imágenes y por lo que suponían a futuro. Hizo una infusión de tilo para calmar los nervios y un café para Eduardo y para mí. De pronto, en el noticiero, los comentaristas alterados anunciaban que una de las torres había colapsado. Un frío trancó mi garganta y se alojó en mi estómago.
Los tres, con las manos en la cabeza, estábamos paralizados de la impresión. No emitimos sonido alguno por un rato, creo que no respiramos por un rato.
Allí estuvimos, frente al televisor, hasta el medio día, tomando té y café, consternados con la magnitud de lo que había sucedido y con las consecuencias que tendría a nivel mundial. Yo pensaba en que este nuevo milenio venía cargado de cambios impactantes y me preguntaba qué tan preparados estaríamos como humanidad.
Por supuesto, ese día no trabajamos en la planificación del taller que preparábamos y que alegremente, a pesar de todo, si se llevó a cabo dos semanas después.
Esta crónica es mi participación en la iniciativa “¿Dónde estabas el 11 de septiembre de 2001?” que @tupamalo creó para conmemorar aquel fatídico día. Invito a @ylich , a @irvinc y a @jesustiano, que son excelentes contadores de historias, para que cuenten qué hacían ese día y cómo les impactó aquel suceso.
Espero que haya sido de su agrado. Hasta una próxima publicación.
English version 🇺🇸
A morning of shock and consternation
— Isabel, Eduardo is out there looking for you.
— Mom, please tell him to wait for me for a few minutes, I'm coming out.
It was 2001, the morning of September 11, I don't remember the exact time. My old friend Eduardo was looking for me to meet with me to plan a creativity workshop for children that we were going to carry out. I had just returned to my city two months earlier, after six years of living and studying in Caracas. I was a recent graduate and this workshop would practically be my first job in the city.
I got into Eduardo's car and I saw on his face an expression of concern and fear that was unusual. He practically didn't let me greet him.
— Hey Isa, did you see what's going on in New York?
— In New York? (I thought, why would I need to know what's going on in New York?) Mmmm.... Nooo! What happened?
— Noooo, Isa! Something I never in my life thought I would ever see. A plane crashed into one of the twin towers, we don't know if it was an accident, a suicide pilot or an attack. Isa came in cold from the shock, can you believe that?
At that moment I was still half asleep, I was still drinking my coffee in a travel mug and I hadn't tasted my breakfast. I searched my memory for the image of the twin towers and tried to imagine a plane hitting them.
Eduardo looked for me every morning, we worked for about three hours at his house, where the workshop would be a few weeks later. Eduardo was a professor of physical education and recreation, retired from UNEXPO. As a child I did some of his workshops aimed at stimulating creativity in children. The idea was that, with my studies of Letters, we would encourage reading and writing in children. I remember that moment of my life, everything was dressed in the future.
We arrived at Eduardo's house and his wife was in the living room with the TV on, absorbed, with her hands on her face, almost crying, she said to him.
— Eduardo, another plane, in the other tower. Another plane crashed.
We ran to sit in front of the TV. I remember the expressions of the news commentators, who tried to hide their bewilderment, their astonishment and their terror. There was already talk of a terrorist attack, although there was still no statement of motive from any organization. They were also saying that there was a risk of the towers collapsing and falling. I thought that once again the tabloids were taking advantage of uncertainty, anguish and fear to gain an audience.
— No way! What are those towers going to fall, Eduardo? I said, while I watched the replays of the plane hitting the tower.The images of the two towers on fire generated amazement and anguish in me. I saw people hanging from the windows and that man falling, it was terrifying. The proportions of that event still did not fit in my mind.
I had not eaten a bite. Marisela was quite nervous about the images and what they meant for the future. She made a linden infusion to calm her nerves and coffee for Eduardo and me. Suddenly, on the news, the upset commentators announced that one of the towers had collapsed. A cold chill caught my throat and lodged in my stomach.
The three of us, hands on our heads, were paralyzed with shock. We didn't make a sound for a while, I don't think we didn't breathe for a while.
There we were, in front of the TV until noon, drinking tea and coffee, dismayed at the magnitude of what had happened and the consequences it would have worldwide. I was thinking that this new millennium was full of shocking changes and I wondered how prepared we would be as humanity.
Of course, that day we did not work on the planning of the workshop we were preparing and which happily, in spite of everything, did take place two weeks later.
This chronicle is my participation in the initiative "Where were you on September 11, 2001?" that @tupamalo created to commemorate that fateful day. I invite @ylich, @irvinc and @jesustiano, who are excellent storytellers, to tell what they were doing that day and how that event impacted them.
I hope you enjoyed it. See you next post.
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Muchas gracias por tenerme presente, estimada amiga @isaomaroon. Que rápido han pasado estos veinte años. Sí recuerdo el momento, quizá no con tanta precisión como tú, pero esas imágenes de las torres cayendo fueron impresionantes. Pronto me pongo con la publicación. Cuídate. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Hola amigo @irvinc, ciertamente, es increíble que ya sean veinte años.
Como dijo el Gabo, "la vida no es como uno la vivió sino como uno la recuerda para contarla", así que espero leer tu anécdota, recordada o recreada por la imaginación, no olvides las etiquetas #RecordandobEl11S o #Remembering911.
Saludos.
Ah, ok. Gracias.
Sin dudas un día para la historia. Recuerdo que yo estaba llegando del colegio cuando vi la noticia y fue muy fuerte. Nadie entendía nada y todos se preguntaban si era un ataca a gran escala en todo USA!
Gracias por tu aporte, sería genial que escribieras un post sobre tu experiencia. Espero leerlo Recuerda usar las etiquetas #RecordandoEl11S o #Remembering911. Saludos
Tu crónica presenta con una emotiva descripción la vivencia que como espectadores tuvimos de uno de los hechos más impactantes y dolorosos de este siglo, que apenas comenzaba y lo signó definitivamente. No se trató solo de que ocurrió en el corazón del país más poderoso del planeta, lo que hacía tomar conciencia de su vulnerabilidad, sino de la constatación del horror que era capaz de sustentar el fanatismo ideológico y religioso. Y así ha seguido pasando a lo largo de estos aciagos años. Saludos, @isaomaroon.
Ciertamente, son muchas las significaciones de ese acontecimiento, como muchas las vivencias colectivas y personales del impacto de ese momento.
Gracias por tus palabras y por tu apoyo. Me encantaría leer tu crónica de como viviste ese momento.
Saludos
Gracias por compartir tu historia, @isaomaroon... Cuando es más oscuras la noche, los hombres y mujeres buenos apuestan sin temor porque sean sus "pequeñas memorias" las que llenen el luminoso libro del amanecer. Solo por eso debemos seguir juntándonos frente a la hoguera al final del día, para contarnos y contar nuestros andares y los pasos que, en otros pies, nos han sido legados. Gracias también por extender la iniciativa a otras voces que me encantaría escuchar. Besos.
aquello fue tremendo, yo vi en vivo el segundo avión, eran como las 6 de la mañana, y fue terrible porque cuando se había estrellado el primer avión en CNN decían que había sido un accidente, hasta que apareció el segundo avión y se estrelló. Fue algo increíble. Yo iba para el liceo, estudiaba 5to año
Interesante, anímate y escribe un post sobre tu vivencia de ese día.
Gracias por dejar tu comentario, saludos.
Wow. Que sorprendente. Bueno, no tengo mucho que agregar yo tan solo tenía 4 años cuando ese momento marcó la historia. Gracias por compartir tu post con nosotros. Saludos.
Si, fue algo que de verdad no se podía creer aunque estaba pasando delante de nuestros ojos. No puedo imaginar lo que sintieron las personas que estaban en el lugar.
Gracias por tu comentario, saludos.
También invito a @jesuspsoto @mercmarg y @popurri a que cuenten su experiencia en esta iniciativa sobre ¿Dónde estaban el 11 de septiembre del 2001? ¿Qué estaban haciendo? ¿Cómo cambió sus planes ese día?. Espero leerlos ... Saludos!
Hola, oye, por qué no me enteré a tiempo de esta invitación. Ese día yo estaba en la oficina donde hacía de secretario de una abogada, recuerdo que mi jefa entró angustiada diciendo que el mundo se iba a acabar, que hiciera algo, recuerdo que le pregunté qué pasaba y cuando me contó no sabía qué hacer.
Ya decía yo, jejejeje, bueno pero tú sabes que como es iniciativa eso no caduca, sería interesante que escribieras tu experiencia, invita a alguien más y usa la etiqueta #recordandoEl11S o #remembering911