Entrada al Concurso de microrrelato de ciencia ficción de Literatos | A-G-963

Año 3.143. Han pasado trece años desde que volvimos a la superficie luego de la gran siesta. Una medida desesperada que la ciencia y los gobiernos mundiales ejecutaron cuando estuvimos al borde del colapso y la extinción de la raza humana. Todos los avances científicos nos llevaron a otros planetas de nuestra galaxia y más allá, pero no pudieron frenar la sobrepoblación y el agotamiento de los recursos del único planeta habitable por humanos, la tierra.

El punto crítico fue el año 2.133, 60.000 millones de habitantes, el polo norte derretido, el Amazonas devastado por el fuego, el oxígeno irrespirable, la mitad de los insectos y aves extinguidos, los mares muriendo y la gran sequía de tres años desataron la hambruna y luego sobrevino la sexta gran pandemia mundial. Murieron millones. Producto de la alimentación industrializada y la contaminación, la mayoría de las mujeres dejaron de concebir nueva vida. En menos de 6 años, la población se redujo a quinientos millones.

La solución, criogenizar, en grandes refugios bajo tierra, a la población existente. El sueño duraría mil años, computadoras se encargarían de mantenernos con vida y de despertarnos. Mientras, le dábamos una oportunidad al planeta para regenerarse.

Los planes para salvar al planeta y a la raza humana no resultaron como suponíamos. La Inteligencia Artificial, incipiente al momento de dormirnos, siguió evolucionando y logró reproducirse sin ayuda humana. Droides especializados consiguieron crear humanos, modificados genéticamente, sin ombligo y sin glándulas mamarias, con habilidades superespeciales. Todos con un chip de conexión neuronal incorporado a la corteza cerebral, capaz de sincronizar los pensamientos y la motricidad corporal a la gran red cuántica. Sin embargo,la IA nos necesita para su subsistencia.

El mundo nuevo se ha dividido en dos grandes bandos. Por un lado, los linkeados, también llamados "los remotos", seres humanos nacidos antes de la gran siesta, conectados a todo, con acceso a cualquier información en cualquier parte del mundo. Han logrado migrar la conciencia humana y son inmortales, pueden ocupar cualquier cuerpo fabricado o nacido, pero sus emociones y capacidades humanas han sido suprimidas, son uno con la IA.

Y, por otro lado, estamos los desconectados, humanos nacidos sin intervención genética, sin neurochips. Vivimos en campos de concentración a las afuera de las grandes ciudades. Nos cultivan y cosechan con fines netamente medicinales, somos sus recipientes potenciales, sus órganos de repuesto. Ya ni de mano de obra servimos, todo es hecho por computadoras, droides y humanoides conectados.

Soy el individuo A-G 963. He logrado conservar la conciencia original de mi cuerpo usado como huésped, pero sé que no durará mucho, estoy enviando este mensaje encriptado a la gran red cuántica con la esperanza de que en algún tiempo o espacio alguien lo lea y haga algo.

Año 2.122, Yuan Shein, frente a la primera computadora conectada a la recientemente instalada red cuántica de información, recibe un mensaje encriptado, no puede creer lo que ven sus ojos, llama al resto del equipo. Las primeras palabras decodificadas son "Año 3.143…"

Saludos apreciados Hivers amantes de la literatura. Esta fue mi participación en el Concurso de micro relatos de ciencia ficción de la Comunidad Literatos. 👈 Te dejo el enlace por si deseas más información o te provoca p participar.

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Hasta un próximos post.