Saludos. La amiga @rosahidalgo en su columna para la comunidad @holos-lotus nos deja la invitación a reflexionar sobre la importancia de incluir el perdón en nuestras vidas. Les comento…

En nuestro transitar por la vida nos encontramos con todo tipo de personas, unas que llegan para hacer más grata nuestra estancia, nos brindan acompañamiento, protección y se convierten en faros luminosos que aclaran nuestro camino. Otras, en cambio, aparecen para introducir tormentas, para complicarnos la vida, llegando hasta el extremo de marcar nuestra existencia con huellas que no solo perduran en el interior de nuestras conciencias, sino que quedan grabadas en nuestro cuerpo como un recordatorio difícil de olvidar.

A veces las heridas causadas por este último tipo de personas pueden ser muy hondas, se resisten a desvanecerse, aguantan como si nada el paso del tiempo… se mantienen en latencia en los rincones más apartados de nuestro inconsciente, y lo peor es que conservan casi intactas su carga dañina.

Al menor descuido estas heridas se abren de nuevo, inundan nuestros pensamientos, y nos hacen regresar una y otra vez a esos episodios causantes de dolor y sufrimiento.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que todos esos episodios del pasado solo existen en nuestra mente, son nuestros pensamientos los que los traen de vuelta. Ese pasado en realidad ya no existe.

Pero controlar el pensamiento es un asunto difícil, a veces necesitamos el acompañamiento de personal especializado para mantenerlo a raya. Sin embargo, todos podemos avanzar en esta área, es cuestión de tener paciencia, constancia, convicción y tenacidad.

El control del pensamiento nos abre muchas puertas, entre ellas la posibilidad de perdonar, lo que no es más sino dejar ir todo aquello que nos haya causado malestar en el pasado, empezando por el rencor hacia las personas a las que hemos considerado causantes de algún daño.

Perdonar es una de las prácticas que resulta más sanadora para nuestro espíritu y para mantener el ánimo en alto. Es impresionante la energía que se pierde cada vez que caemos en la trampa de volver a esos episodios imaginarios. Los humanos debemos ser los únicos seres de la creación con la capacidad de cometer semejantes torpezas.

La verdad es que no se me ocurre cuál puede ser la razón por la que actuamos de ese modo, no es algo que nos haga mejores ni que ayude a evolucionar favorablemente nuestra especie. Quizá haya sido uno de esos enigmas dejados por el Creador para que nosotros mismos nos diéramos cuentas de nuestras posibilidades.

En mi caso me ha sido relativamente sencillo perdonar a las personas. He logrado comprender el daño que me causa ser depositario de rencor. Deshacerme de ese sentimiento en verdad que es muy liberador, estar sin esa carga allana el camino hacia la paz interior.

Más difícil me ha resultado perdonarme a mí mimo. Todavía caigo con facilidad en episodios donde me veo como un juez inclemente, juzgando mis actuaciones de manera severa. Acusándome de no haber sido lo suficientemente efectivo al realizar alguna tarea, o al no haber encontrado la palabra oportuna para alguna intervención mía.

Esa severidad al juzgar mi desempeño es una muestra de que todavía me faltan unos cuantos pasos para avanzar en el perdón, pero en eso andamos, manteniendo un diálogo interior que permita tomar conciencia de la inutilidad de mantener esas actitudes severas.

Aprender a perdonar puede ser un gran desafío, nos hemos acostumbrado tanto a convivir con el rencor que deshacernos de él puede resultar inimaginable.

Pero si logramos dar el paso seguramente que nos vamos a sentir mejor y no solo eso sino que probablemente comenzaremos a ver la realidad con otras perspectivas, con más claridad, como cuando logramos adaptarnos a unos nuevos anteojos que nos traen otra nitidez.

Gracias por tu tiempo.

Fuente de imágenes. I II III.

Greetings. The friend @rosahidalgo in her column for the @holos-lotus community leaves us the invitation to reflect on the importance of including forgiveness in our lives. Let me tell you...

In our journey through life we meet all kinds of people, some who come to make our stay more pleasant, offer us accompaniment, protection and become luminous beacons that clarify our path. Others, on the other hand, appear to introduce storms, to complicate our lives, going so far as to mark our existence with traces that not only linger inside our consciences, but also remain engraved in our bodies as a reminder that is difficult to forget.

Sometimes the wounds caused by this last type of people can be very deep, they resist to fade away, they endure as if nothing the passage of time...they remain in latency in the most remote corners of our unconscious, and the worst thing is that they conserve almost intact their harmful load.

At the slightest carelessness these wounds open again, flood our thoughts, and make us return again and again to those episodes that cause pain and suffering.
However, it is important to keep in mind that all those episodes of the past only exist in our mind, it is our thoughts that bring them back. That past does not really exist anymore.

But controlling thoughts is a difficult matter, sometimes we need the accompaniment of specialized personnel to keep them at bay. However, we can all make progress in this area, it is a matter of patience, perseverance, conviction and tenacity.

Thought control opens many doors, including the possibility of forgiveness, which is nothing more than letting go of everything that has caused us discomfort in the past, starting with resentment towards people we have considered to have caused us harm.

Forgiveness is one of the most healing practices for our spirit and to keep our spirits high. It is impressive the energy that is lost every time we fall into the trap of returning to those imaginary episodes. Humans must be the only beings in creation with the capacity to commit such blunders.

The truth is that I can't think of the reason why we act that way, it's not something that makes us better or helps our species to evolve favorably. Perhaps it has been one of those enigmas left by the Creator for us to realize our own possibilities.

In my case, it has been relatively easy for me to forgive people. I have managed to understand the harm caused by being a repository of resentment. Getting rid of that feeling is really liberating, being free of that burden paves the way to inner peace.

It has been more difficult for me to forgive myself. I still easily fall into episodes where I see myself as an inclement judge, judging my actions harshly. Accusing me of not having been effective enough in performing some task, or not having found the right word for some intervention of mine.

This severity in judging my performance is a sign that I am still a few steps away from forgiveness, but that is what we are doing, maintaining an inner dialogue that allows us to become aware of the uselessness of maintaining these severe attitudes.
Learning to forgive can be a great challenge, we have become so accustomed to live with resentment that getting rid of it can be unimaginable.

But if we manage to take the step we will surely feel better and not only that but we will probably begin to see reality with other perspectives, with more clarity, as when we manage to adapt to new glasses that bring us another sharpness

Thank you for your time.

Translated with DeepL.com (free version).

Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.
Hasta una próxima entrega. Gracias.



Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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