El valor del trabajo | The value of the work
Saludos. El amigo @emiliorios en su columna para la comunidad @beentrepreneur nos deja la invitación a reflexionar sobre los diferentes aspectos que deberían considerarse al asignar el valor de un trabajo. Les comento…
El tema en cuestión es bastante complejo, en la mayoría de los casos es el empleador el que establece el precio de la remuneración del trabajador, esto ocurre por ejemplo en trabajos formales como vendedores de tiendas, aseadores, empleados diversos, del sector público y privado. En estos casos el trabajador acepta un pago en función de su expectativa, necesidades o de las posibilidades que ofrezca el mercado de trabajo.
Hay otros tipos de trabajo que se hacen de forma independiente donde el trabajador fija sus condiciones, puede ser el caso de las personas que prestan servicio tales como mecánicos, electricistas, albañiles. También entrarían en estos ramos profesionales varios como médicos, abogados, ingenieros, creadores de contenido, arquitectos, odontólogos, psicólogos, y muchos más.
En todos esos casos teóricamente no habría límites para fijar el precio del trabajo que se ofrezca, cada quien puede cobrar lo que le parezca conveniente de acuerdo a las variables que les parezcan razonables. Sin embargo, cualquier precio tendrá que tomar en consideración la realidad del mercado. Un albañil de Maracay puede fijar su trabajo como si estuviera en una ciudad como New York, nadie le impide que lo haga, el asunto es si va a encontrar las personas con el nivel adquisitivo para pagar el costo de ese servicio que él ofrece.

Durante la mayor parte de mi vida me dediqué a trabajar en la docencia, el valor de ese trabajo en términos monetarios en realidad nunca fue mucho, sobre todo si se comparaba con la importancia social de la actividad, nada menos y nada más que formar a la generación de relevo. Pero más allá del pago, que en algunos tiempos fue mejor que en otros, lo que me mantuvo apegado a esa actividad es lo que Emilio llama en su artículo la dimensión emocional del trabajo, o el salario emocional.
La docencia es una actividad en la que se pueden obtener muchas gratificaciones en el corto, mediano y largo plazo. Es muy estimulante ser testigo de esa evolución maravillosa, de cómo las personas se van sorprendiendo a medida que el conocimiento los adentra en un nuevo mundo.
Recibir a un niño en primer año de bachillerato, con una mentalidad todavía bastante infantil, tratando de adaptarse al cambio que le impone el nuevo nivel, irlo acompañando en su proceso de avance, animándolo a que se levante luego de cada caída, y luego, cinco años después, ver a ese mismo ser convertido en un joven que egresa del bachillerato, dispuesto a comerse el mundo y pujando por ver sus sueños realizados, es algo que en realidad no tiene precio. Creo que son esas gratificaciones emocionales las que mantienen a los docentes en sus puestos de trabajo.

Hace algunos años, luego de mi jubilación, estuve un tiempo haciéndole trabajos académicos a una gente vinculada con el sector universitario. Las condiciones aparentemente eran claras, yo recibía un pago por escribir cuartillas de quinientas palabras. El ingreso era variable en función de mi posibilidad de escritura. El problema se presentaba porque a veces los editores no tenían claridad con el tono que querían en los escritos y solicitaban que se rehicieran algunos párrafos, lo que retardaba notablemente la finalización del escrito y el recibo del pago.
Sin embargo, en ese trabajo también era importante la dimensión emocional, lo podía hacer en mi casa, en el tiempo que yo dispusiera, los plazos de entrega eran razonables, y los temas sugeridos para la escritura me resultaban muy estimulantes. Fue mucho lo que aprendí haciendo aquellos escritos. Al final un cambio de circunstancias hizo que la gente no continuara con aquella actividad.
Lo ideal sería poder dedicarnos a una actividad donde hubiese equilibrio entre la recompensa monetaria y la recompensa emocional, ambos componentes son indispensables para no considerar al trabajo como una carga, sino como un componente más de nuestro crecimiento personal.
Gracias por tu tiempo.
Greetings. The friend @emiliorios in his column for the @beentrepreneur community leaves us the invitation to reflect on the different aspects that should be considered when assigning the value of a job. Let me tell you...
The issue in question is quite complex, in most cases it is the employer who sets the price of the worker's remuneration, this happens for example in formal jobs such as store salesmen, cleaners, various employees, public and private sector. In these cases the worker accepts a payment according to his expectations, needs or the possibilities offered by the labor market.
There are other types of work that are done independently, where the worker sets his conditions, such as the case of people who provide services such as mechanics, electricians, bricklayers. This would also include various professionals such as doctors, lawyers, engineers, content creators, architects, dentists, psychologists, and many more.
In all these cases, theoretically there would be no limits to set the price of the work to be offered, everyone can charge whatever they see fit according to the variables that seem reasonable to them. However, any price will have to take into consideration the reality of the market. A bricklayer from Maracay can set his work as if he were in a city like New York, no one prevents him from doing so, the issue is whether he will find people with the purchasing power to pay the cost of the service he offers.

For most of my life I dedicated myself to work in teaching, the value of that work in monetary terms was never really much, especially when compared to the social importance of the activity, nothing less and nothing more than training the next generation. But beyond the pay, which at some times was better than at others, what kept me attached to that activity is what Emilio calls in his article the emotional dimension of work, or the emotional salary.
Teaching is an activity in which many rewards can be obtained in the short, medium and long term. It is very stimulating to witness that wonderful evolution, how people are surprised as knowledge takes them into a new world.
Receiving a child in the first year of high school, with a mentality still quite childish, trying to adapt to the change imposed by the new level, accompanying him in his process of advancement, encouraging him to get up after each fall, and then, five years later, seeing that same being become a young man who graduates from high school, ready to eat the world and striving to see his dreams come true, is something that is really priceless. I believe it is those emotional rewards that keep teachers in their jobs.

A few years ago, after my retirement, I spent some time doing academic work for people connected to the university sector. The conditions were apparently clear, I was paid to write five hundred word papers. The income was variable according to my writing ability. The problem arose because sometimes the editors were not clear about the tone they wanted in the writings and requested that some paragraphs be rewritten, which significantly delayed the completion of the writing and the receipt of payment.
However, the emotional dimension was also important in that work, I could do it at home, in the time I had available, the deadlines were reasonable, and the topics suggested for writing were very stimulating. I learned a lot from doing those writings. In the end a change of circumstances meant that people did not continue with that activity.
The ideal would be to be able to dedicate ourselves to an activity where there is a balance between monetary reward and emotional reward, both components are indispensable to not consider work as a burden, but as another component of our personal growth.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).





Comunidad Be Entrepreneur

Tu reflexión me hace pensar en cómo los salarios injustos en Venezuela afectan incluso a profesiones fundamentales como la docencia. En países como Canadá o varios de Europa, un docente capacitado recibe remuneraciones dignas, reconociendo su impacto social. Sin embargo, coincido contigo en que el salario emocional también es clave. Sobre las condiciones laborales, aplico un dicho: “si el cliente paga como yo digo, trabajo tal cual él exige; si paga como él dice, yo trabajo como yo digo”. Este equilibrio entre lo monetario y emocional define nuestro desempeño.
Sí, hay unos cuantos países en los que los docentes tienen salarios más justos, pero la tendencia es que sean bajos. Gracias por pasar y comentar estimado @amigoponc. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Hoy en día en la administración pública, el estado no le da valor a nuestro trabajo como profesionales, es lamentable la importancia de la labor docente y de los profesionales médicos y enfermos que prestan su servicios, saludos amigo.
La verdad es que hacen milagros para continuar yendo a las escuelas. Muchas gracias por pasar y por el apoyo estimado @cetb2008. Bendiciones para la familia.
Amén amigo, saludos.
Te entiendo y muy bien.
La redacción de textos académicos conlleva a muchas correcciones, y, como dice una amiga educadora que trabaja en eso en LUZ, las tesis nunca están perfectas, siempre llevan correcciones.
Gracias, @irvinc por tu gran aporte, como siempre.
Y sí, una de las profesiones que más datisfacciones da, es la de educador.
Un abrazo fuerte, fuerte.
A veces esos trabajos de creadores de contenidos se vuelven complicados, no es fácil entender claramente las expectativas del empleador. Gracias por pasar y comentar estimado @emiliorios. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Un abrazote grande, @irvinc
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Muchas gracias por el apoyo estimados amigos.
El final de tu texto me encantó justo cuando usas la palabra "equilibrio" Es preciso conseguir ese equilibrio que nos permita trabajar para vivir y hacerlo bien. Excelente reflexión. Saludos
Sí, encontrar el equilibrio puede tomar su tiempo. También es importante aprender a encontrar agrado en lo que hacemos. Muchas gracias por pasar y comentar estimada @kathajimenezr. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Realmente es inconmensurable e incuestionable el aporte que deja un docente en la sociedad, ojala fuera un trabajo mejor pago de lo que es actualmente. Hoy yo ando en la busqueda de ese equilibrio para mi vida profesional.
Con esto del equilibrio es importante tener paciencia, dar con lo realmente importante puede tomar su tiempo. Muchas gracias por pasar y comentar estimado @jesusosorio95. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Coincido con el equilibrio. Sobre todo en cuanto a lo emocional, es importante destacar esas recompensas que apoyan lo monetario porque al final es lo que queda.
Si, esas recompensas emocionales son necesarias para mantener en alto la motivación. Gracias por pasar y comentar estimada @monicalandaeta. Un fuerte abrazo desde Maracay.