Aceptar al Otro | Accepting the Other
Los humanos somos seres sociales. Está en nuestra naturaleza. Desde niños aprendemos a vivir en grupos, es la única manera de garantizar nuestra supervivencia como especie.
Sin embargo, los grupos no se estructuran al azar sino sobre la base de vínculos que pueden ser sanguíneos o afectivos, esto hace que el espacio relacional sea relativamente pequeño, limitado a los más conocidos; en las relaciones va prevaleciendo una idea de cercanía.
Como consecuencia de ello lo natural es aprender a compartir con los más cercanos, ya que son ellos los que nos proporcionan protección y seguridad. Más allá de esos grupos pequeños se abre un espacio de incertidumbre que puede generar miedo y rechazo.
En los primeros tiempos de la humanidad no era fácil tener conciencia de la inmensidad del mundo. Solo se conocía lo que se podía recorrer a pie. La gente vivía en tribus donde se garantizaba la sobrevivencia.
El contacto con los de fuera, con los “Otros”, muchas veces no era frecuente, no formaba parte de la cotidianidad. Y cuando se daba generalmente se convertía en fuentes de conflicto. La idea de despojar al otro de sus bienes siempre ha sido muy atractiva.
Si el encuentro con el “Otro” se daba en términos conflictivos era razonable entonces que la idea de exclusión se fuera fortaleciendo. Todo el que era distinto se convertía en un peligro potencial. Aquí entraba un universo muy amplio compuesto por los que tenían distinta manera de hablar, vestían o no de otra forma, o tenían otro color de piel. Toda distinción era fuente de rechazo.
En la antigüedad griega se uso la denominación “bárbaros” para referirse a las personas que vivían fuera de la Polis. La palabra no tenía la connotación moderna que hoy le damos, como sinónimo de atraso, violencia, o mal vivir. Simplemente se usaba porque a los oídos del griego clásico aquellos seres solo balbuceaban cuando trataban de hablar. Como no los entendían los llamaron bárbaros.
Mucho más reciente, hace un poco más de quinientos años, con la expansión de Europa, se tomó contacto con territorios desconocidos, con otras gentes que habían seguido otros procesos evolutivos, entre ellos los americanos.
Aquel encuentro desde el principio estuvo marcado por el conflicto producto de la incomprensión. Para muchos europeos no fue fácil aceptar que aquellos seres, que olían distinto, que vestían de otro modo y que no hablaban su idioma, fuesen tan humanos como ellos. Solo el hombre europeo tenía la idea de lo que era humano. Y los de aquí sencillamente no encajaban en esa idea…
En nuestros días las cosas son radicalmente distintas. Gracias al gran avance tecnológico las fronteras del mundo se han ampliado notablemente. Cualquiera que disponga de los medios económicos suficientes puede tomar un avión que lo traslade a las zonas más remotas, donde puede tomar contacto directo con otras culturas. Además, los medios de comunicación, las redes sociales y el internet, facilitan también ese contacto permanente con los “Otros”.
Es esa visión amplia del mundo la que ha hecho posible que una idea como la “tolerancia” haya ganado tanto espacio. Hoy día tenemos plena conciencia que existen muchas culturas, con sus propias formas de entender la vida, con sus propios valores, con su manera particular de comunicarse. Y hemos establecido como una gran verdad que todos somos merecedores de respeto, que todos tenemos derechos fundamentales por el solo hecho de ser humanos…
Sin embargo, esa plena conciencia de la bastedad del mundo no ha sido suficiente para sacar de nuestras mentes la idea de la tribu. Seguimos viendo a los demás, a los que están fuera de nuestros espacios íntimos, con recelo, con desconfianza. El rechazo a lo distinto sigue estando presente en nuestra mirada del mundo.
Soy de los que piensan que vivimos en un gran momento en la historia humana, el solo hecho de darle un lugar privilegiado a una idea como la “tolerancia” ya nos indica que hemos avanzado como especie.
A todos nos toca llenar de contenido esa idea. A todos nos toca poner nuestro grano de arena para que la tolerancia entre las personas sea la regla que predomine en cualquier relación humana.
Me gusta pensar que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de mejorar al mundo con sus actos. Si vamos sembrando nuestro camino con ejemplos de tolerancia en algún momento esas semillas germinaran…
Hago esta publicación en el marco de las iniciativas propuestas para el mes de Julio por la comunidad de Inleo. Para más información pincha el siguiente enlace. Invito a todos a participar.
Gracias por tu tiempo.
Fuente de imágenes.
Humans are social beings. It is in our nature. Since childhood we learn to live in groups, it is the only way to guarantee our survival as a species.
However, groups are not structured randomly but on the basis of bonds that can be blood or affective, this makes the relational space relatively small, limited to the most known; in the relationships an idea of closeness prevails.
As a consequence, it is natural to learn to share with those closest to us, since they are the ones who provide us with protection and security. Beyond these small groups, a space of uncertainty opens up that can generate fear and rejection.
In the early days of humanity, it was not easy to be aware of the immensity of the world. Only what could be traversed on foot was known. People lived in tribes where survival was guaranteed.
Contact with outsiders, with the "Others", was often not frequent, it was not part of everyday life. And when it did occur, it generally became a source of conflict. The idea of stripping the other of his property has always been very attractive.
If the encounter with the "Other" took place in conflictive terms, it was reasonable that the idea of exclusion was strengthened. Anyone who was different became a potential danger. This included a very broad universe composed of those who spoke differently, dressed differently or not, or had a different skin color. Any distinction was a source of rejection.
In Greek antiquity, the term "barbarians" was used to refer to people who lived outside the Polis. The word did not have the modern connotation that we give it today, as a synonym of backwardness, violence, or bad living. It was simply used because to classical Greek ears those beings only babbled when they tried to speak. Since they did not understand them, they were called barbarians.
Much more recently, a little more than five hundred years ago, with the expansion of Europe, contact was made with unknown territories, with other peoples who had followed other evolutionary processes, among them the Americans.
From the beginning, that encounter was marked by conflict and misunderstanding. For many Europeans it was not easy to accept that those beings, who smelled different, dressed differently and did not speak their language, were as human as they were. Only the European man had the idea of what was human. And those from here simply did not fit into that idea...
Nowadays things are radically different. Thanks to technological progress, the frontiers of the world have expanded considerably. Anyone with sufficient economic means can take a plane to the most remote areas, where they can make direct contact with other cultures. In addition, the media, social networks and the Internet also facilitate this permanent contact with the "Others".
It is this broad vision of the world that has made it possible for an idea such as "tolerance" to gain so much ground. Today we are fully aware that there are many cultures, with their own ways of understanding life, with their own values, with their own particular way of communicating. And we have established as a great truth that we are all deserving of respect, that we all have fundamental rights just because we are human...
However, this full awareness of the vastness of the world has not been enough to remove the idea of the tribe from our minds. We continue to view others, those outside our intimate spaces, with suspicion and distrust. The rejection of what is different is still present in our view of the world.
I am one of those who think that we are living in a great moment in human history, the mere fact of giving a privileged place to an idea such as "tolerance" already indicates that we have advanced as a species.
It is up to all of us to fill this idea with content. It is up to all of us to do our bit to make tolerance among people the prevailing rule in any human relationship.
I like to think that each one of us has the possibility of improving the world with our actions. If we sow our path with examples of tolerance at some point those seeds will germinate...
I make this publication in the framework of the initiatives proposed for the month of July by the Inleo community. For more information click on the following link. I invite everyone to participate.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version)
Comunidad Be Entrepreneur
Posted Using InLeo Alpha
"Me gusta pensar que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de mejorar al mundo con sus actos"
👆A mi también me gusta pensar eso!, la tolerancia es básica para el desarrollo del ser humano
Como dices, la tolerancia es básica, es la manera de poder tener una convivencia sana, sin conflictos. Muchas gracias por pasar y comentar estimada @ileart. Un fuerte abrazo desde Maracay.
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