Mi queso artesanal favorito siempre será el de cabra, ese es menos grasoso y tiene un sabor especial, creo que nuestros sentidos están tan entrenados en catar quesos que pueden distinguir fácilmente el sabor de un queso que no ha sido prensado lo suficiente, cuando se excedieron de sal, cuando es fresco o tiene varios días, y además podemos distinguir cuando se ha hecho con cuajo natural o artificial, últimamente se ha vuelto un poco difícil conseguir un queso o suero completamente natural, pero cuando logramos comprar de este tipo nos sentimos complacidos, los pequeños productores hacen un trabajo de calidad inigualable y es lamentable que cada día sean menos. No hay nada más delicioso que un queso de cabra, pero incluso si es de res hay muchos tipos de queso artesanal que son magníficos, el que más me gusta en llamado “toncha”, que suele tener una forma redondeada y tiene la textura de la tela usada para el prensado en la superficie del queso, aún recuerdo cuando a mi papá lo visitaba de vez en cuando un amigo que era un señor muy mayor y le traía de regalo una “tonchita” hecha con la leche de sus vacas, ese tipo de experiencia me hacen valorar aún más el sabor de ese tipo de queso.