Comenzamos con la primera pregunta de la iniciativa:

«¿Has vivido situaciones incomodas o embarazosas durante el Sexo?»

Y bueno, debo admitir que realmente sí he tenido varias de estas, así que espero que tengan sus cotufas en la mano porque se vienen muy buenas historias, quisiera haber hecho esta iniciativa en vídeo, sin embargo, tuve que hacerla de esta manera porque no he tenido mucho tiempo para postear por el hecho de que tengo muchos ensayos de danza porque el sábado tengo un evento, pero luego les hablo sobre eso, vamos con las historias.

• Mi Primera Vez

  Hay personas que han tenido una suerte monumental para poder tener una primera vez tipo película, donde se sintieron increíblemente bien y felices, pero en mi caso no fue así, fue extraño, fue doloroso y fue muy traumante, les cuento.
  
  Fue con una prima lejana, fue con la que más estímulos tuve cuando fui niño, nunca había pasado nada que llegara a lo sexual, generalmente eran puros besos, sin embargo, un día, logramos quedar solos en la sala de una casa de visita a unos familiares y ella empezó a explorarme más de lo que teníamos como costumbre.
  
  Ella empezó a masturbarme y se sentía horrible, me dolía demasiado, yo le dije que se detuviera pero ella siguió y me ignoró, hasta se subió encima de mí y trató de que comenzara el acto sin mi consentimiento, no la pasé absolútamente nada bien, fue tan fuerte que terminé teniéndole rechazo al sexo durante muchos años.

• «La Cerradura»

  Una vez me pasó algo súper loco, no fue tan incómodo para mí, sino para la chica que estuvo conmigo, porque ella quería ir al acto sexual conmigo y literalmente su vagina se cerró de par en par, pensé que había sido algo que había hecho yo para que estuviera así, pero ella me dijo que no sabía qué pasaba, que la disculpara y bueno, realmente no pasó a mayores, solo fue un pequeño momento de incomodidad que se solventó rápido; un par de años después nos vimos y fuimos al mismo punto como cerrar ese cabo suelto y todo salió perfecto.

• Un Mal Olor

  Esta vez fue totalmente extraño lo que me sucedió, porque estaba en una casa de unas amigas, y esa noche bebimos y comenzamos a jugar cosas de retos y demás, lo clásico de adolescentes hormonales, entonces, nos fuimos a dormir prendidos y muy excitados por andar jugando.
  
  Como a eso de las 5:30am, me despertó una de las chicas de la casa, completamente desnuda y me dijo que fuera en silencio a la habitación de al lado para intimar, y por supuesto, me activé y dije que sí, pero cuando procedí a quitarme la ropa y empecé a besarle el cuerpo, decidí ir bajando para realizarle sexo oral y antes de llegar al área, me pegó un olor totalmente horrible, a un punto absolútamente insoportable, del asco, obviamente se me bajó la erección y fue muy difícil.
  
  Como no soy una persona cruel, además de que era un adolescente, no pude decirle nada, me eché la culpa y le dije que hacía mucho frío; irónicamente, ella después regó un rumor de que yo era homosexual por no haber tenido sexo con ella y yo nunca dije nada sobre ella a nadie, porque no iba a ganar nada haciéndola pasar pena, mis principios valen más que eso.

Ya pasamos las situaciones súper incómodas con respecto a mi sexualidad, ahora vamos con los temas graciosos, cabe resaltar que con graciosa no solo tiene que ver con el hecho de que haya terminado riéndome sino que pueden haber sido historias difíciles que terminaron siendo graciosas, así que, ¡vamos a darle!

• Frenillo Corto

  No sé si alguna vez han escuchado de un mal en los hombres no circuncidados llamado síndrome del frenillo corto, pero resulta que esto es, como su nombre lo dice, un problema a raíz de no haber recibido la apropiada gestión desde que se es niño para que el prepucio estirara y así el frenillo que lo sujeta estirara lo suficiente.
  
  Entonces, al yo tener ese síndrome, cuando me masturbaba o me masturbaban, siempre tenía un límite al correr la piel, porque, de seguir, era horrible la sensación, hasta que un día, una ex pareja, literalmente me rompió el frenillo con la mano por estirar demasiado la piel.
  
  Fue una experiencia super traumante porque empecé a sangrar como loco, por supuesto que entré en pánico porque mi querido amigo estaba sangrando y decidí irme a mi casa, al llegar, le pedí la computadora a mi hermano, no me la quería dar y le mostré la mancha de sangre en la ropa interior y de un salto se bajó de la silla para dármela para investigar.
  
  Al investigar a profundidad, encontré que era exageradamente común, que muchas personas había roto sus frenillos cortos masturbándose con almohadas, y encontré un tratamiento de 3 días y todo salió bien, al final terminé riendo.

• Calambres

  Esta es la más clásica de todas, cuando uno empieza a tratar de hacer muchas poses complicadas y termina uno con calambres violentos por el hecho de tratar de forzar nuestras capacidades físicas, esta me ha pasado muchas veces, sobretodo porque muchas veces, no me gusta detenerme hasta que hayamos llegado ambos (primero la chica, por supuesto).

• Risa Post Insultos

  Esto para mí ha sido algo interesante porque siempre me ha gustado la psicología, entonces, es raro a veces para mí el tratar de entender porqué uno dice tantas cosas rudas, insultos y demás durante el sexo, pero termina siendo bastante sabroso y atractivo para las ganas, pero luego de acabar, es como si hubiera un bajón de esas ganas de insultar y terminara uno con un ataque de pena por ello y todo termine en risas.
  
  Eso me ha pasado muchísimo, incluso me sigue pasando en mi relación actual, porque uno termina lleno de sudor y luego de ese montón de violencia, se escapa uno que otro «te amo» por el tema de la vinculación emocional (cosa de demisexuales) y todo termina en risas porque la ternura empieza a dar vergüenza por todo lo que acaba de pasar, es divertido y se siente bastante bien.