“Si yo hubiera sabido”, es una frase que llegué a decir muchas veces, de hecho, hoy en día de vez en cuando la he usado. Por otra parte, se la he escuchado decir a muchas personas. Esta frase está irremediablemente asociada con nuestras decisiones y justamente cuando estas no son precisamente las más acertadas, las cosas no salen como queremos y el arrepentimiento cobra protagonismo. Algunas veces, no siempre tenemos el control de las cosas que nos suceden porque no siempre dependen de nosotros mismos, en mis experiencias que pronto les contaré es una prueba de ello. Si tuviéramos el control de todo, es muy probable que nos evitáramos ciertos inconvenientes, pero resulta que no somos seres aislados ni vivimos aislados, todo está conectado con un todo entre sí.

Las decisiones que tomamos en la vida y lo que nos sucede está relacionado con la “Teoría del caos”, si no la conoces te hablaré un poco de ella. Gracias a esta teoría se produjo una trilogía de películas llamada “El efecto mariposa”, que incluye una frase que mucho tiene que ver con nuestra vida, “el aleteo de una mariposa puede provocar un tornado al otro lado del mundo”. Su interpretación no es literal como suena, la frase quiere decir que cada acción que hacemos tiene una consecuencia, por más pequeña que ésta sea. Entonces, esto significa que vivimos inmersos en la teoría del caos mientras existamos, cada decisión tiene una consecuencia, algunas acertadas, otras no tanto. Cuando la decisión que hemos tomado no fue la más acertada quisiéramos volver atrás para hacerlo mejor, tomar la otra vertiente de nuestro camino, nos arrepentimos, pero la verdad es que no hay nada que hacer y allí entra la frase “si yo hubiera sabido”. Solo nos queda ver lo positivo de lo sucedido, porque por algo pasan las cosas, algún aprendizaje o experiencia nos dejará esa consecuencia.