Memories of 2021: a winter remembered for its anomalies and extreme nature. [ENG] / Recuerdos del 2021: un invierno recordado por sus anomalías y carácter extremo. [ESP]

A year can be remembered for many reasons. For the joys it has brought us. For our own personal achievements. For the triumph of our favourite team in the sport we love.

And also for vicissitudes of various kinds: economic, family, sporting, sentimental.

Or simply a combination of all of them.

In my case I remember it especially for having had one of the longest and coldest winters in the Andean Patagonian region.

I agree: Andes in Latin America - and in much of the world - means mountains. And mountains are synonymous with snow and cold.

Of a beauty as spectacular as it is unnatural when seen from TV or any other audiovisual media or especially when one is on holiday.

But when you have to live there every day, and you have to fight with that white mass that is piled up everywhere making traffic difficult, having to use the shovel to clear the snow and be able to enter your house and the concept and the idea that you had before of snow begins to change.

Which in any case is always positive except for the occasional accident it may cause.

Positive for the forests that manage to have enough water to survive and avoid summer fires.

And also for the rest of the crops, as a layer of humidity is formed in the subsoil that allows them to withstand the dry and hot periods of spring and summer.

But for those who have to do manual work outdoors or travel long distances to get from home to work, the situation is complicated.

2021 was atypical. Although there were significant snowfalls in June, the snowfall did not continue in the following months, so that the winter season ended with a relatively low average of just over 50% of water.

Heavy snowfalls are what determine the greatest accumulation of snow in winter and its proximity to a normal condition of humidity.

It is not enough that a lot of snow falls all at once, but that it falls regularly.

This atypical circumstance was compounded last year by very cold temperatures, often below minus ten degrees Celsius.

The pictures I am showing you, where I live, are located more than 200 km from the mountain range. That is where the wave of cold and heavy and sporadic snowfalls arrived.

That presaged a very wet winter. And yet it did not go beyond wishful thinking.

Which did not have the expected effect. Because once again

Un año puede ser recordado por muchos motivos. Por las alegrías que nos ha proporcionado. Por sus nuestros propios logros personales. Por el triunfo de nuestro equipo favorito en el deporte de nuestros amores.

Y también por vicisitudes de diversa índole: económica, familar, deportiva, sentimental.

O simplemente por un conjunto de todos ellos.

En mi caso lo recuerdo especialmente por haber tenido uno de los inviernos más largos y frís de la región patagónica andina.

Estoy de acuerdo: Andes en Latinoamérica -y en gran parte del mundo- significa montañas. Y las montañas son sinónimo de nieve y de frío.

De una belleza tan espectacular commo innatural vista desde la TV o cualquier otro medio audiovisual o especialmente cuando uno está de vacaciones.

Pero cuando se debe vivir a diario, y se debe luchar con esa masa blanca que se amontono por todos lados dificultando el tránsito, teniendo que usar la pala para despejar la nieve y poder entrar a tu casa y el concepto y la idea que antes tenías de la nieve comienza a cambiar.

Que de cualquier manera es siempre positiva salvo por algún que otro accidente que puede causar.

Positiva para los bosques que logran tener la riqueza hídrica suficiente para sobrevivir y evitar los incendios de verano.

Y también para el resto de los cultivos ya que se forma una capa de humedad en el subsuelo que permite soportar medios los períodos secos y calurosos de primavera y verano.

Pero para quien tiene que realizar al aire libre trabajos manuales o transitar largos recorridos para llegar de la casa al trabajo la situación tiene aristas complicadas.

El 2021 fue atípico. Porque si bien en el mes de junio se produjeron nevadas de considerable importancia, la caída de la nieve no tuvo continuidad en los meses siguientes, por lo que terminó la temporada invernal con un promedio de agua relativamente bajo, poco más del 50%

Las nevadas intensas que son los que determinan la mayor acumulación de nieve en el invierno y su cercanía a una condición normal de humedad.

No es suficiente que caiga mucha nieve de golpe sino que caiga con regularidad.

A esa circunstancia atípica se sumaron el año pasado temperaturas muy rígidas, muchas veces por debajo de los diez grados bajo cero.

Las imágenes que les muestro, donde vivo, están situados a más de 200 kms de la cordillera. Hasta ahí llegó la onda de frío y de fuertes y esporádicas nevadas.

Que hacían presagiar un invierno muy húmedo. Y que sin embargo no pasó de una expresión de deseos.

Que no tuvieron el efecto esperado. Porque de nuevo este verano, los incendios forestales (accidentales o dolosos) volvieron a presentarse con su carga de dramática regularidad, persistencia y destrucción a lo largo y a lo largo de toda la comarca andina.

For the technical detail of the photos I have used as background the Wallpaper designed by The Peak Studio to whom I thank for the kind and disinterested concession of use.

Para el detalle técnico de las fotos he usado como fondo el Wallpaper diseñado por The Peak Studio a quien agradezco por la gentil y desinteresada concesión de uso.