Poesía: Vestigios de mi interior [Esp-Eng]

La gasolina tocó el suelo con un estruendo, llamando la atención de un burlón aliento. Pudo haber sido el caer de la lluvia o una llamada telefónica. Mis nervios estaban en la punta de una agonía irónica. El silencio me gritaba en el oído y el hambre hacia que quisiera comerme un elefante aun con los colmillos, o vomitar en algún lugar donde me pudiera hacer un ovillo. ¿Hueles eso? Un lago de sangre coagulada que me arrastra hasta querer desaparecer sin rastro ni cobijo.

No hay manera de decirlo lindo, el sexo y los analgésicos no me mantienen en pie lo suficiente. Entre historias de un acertijo y un sarcástico asesino en serie. Aquí donde puedo sentir mis neuronas, donde mis parpados son pesados como botas. Aquí donde el silencio me perturba y las pesadillas abundan. Podría ser un choque de estrellas o el simple colapso de una gema.

Mientras las pastillas hacen efecto, cuando mis pesares comienzan a pelearse entre ellos. En estado sólido los sentidos se reducen a cenizas. Esperando que para esto exista alguna medicina definitiva, pero con la sanguijuela que drena mi energía, los fantasmas tienen voces y garras invasivas. Aquí donde la música suena estridente y a la vez en mudo, aquí vivo yo.

Sosteniendo los anhelos de cuando me siento sobria y sin monstruos respirando en mi nuca. En el solo de una guitarra y la decapitación de una buena conducta. Aquí donde los problemas se acumulan y la mascaras de los modales caen con un listón. Volviendo a la media sin prevención, estancada en una mirada del sol, pero siendo la sirviente del infierno dentro de una habitación. Los gritos internos excavan hasta llegar al exterior.

Las invocaciones a la calma no parecen ayudar, mis manos siguen cubriendo mi cara mientras se hace presente mis dificultades para respirar. Entre uno y un millón, no puedo mantener el orden del salón, todo poco a poco se sale de control. Respirando agitada por querer huir de este juego mental que me llena de obsesión.

Así como hierve el agua, así soy yo. Así como el árbol es talado sin respeto ni oposición, así me levanté hoy. En estado líquido sin atención, comienzo a evaporarme como en el tiempo peligroso de una reclusión. El cielo brillaba ayer y ahora un tsunami me arrastra por ambos pies. Donde los acordes se disfrazan de hienas riéndose de un clavel, aquí me acuesto sin ver.

Justo esa comezón, justo esa sensación de perder la poca sanidad que quedó. Olvidando fregar los platos y no bañarme a pesar del olor. Balanceándome y escondiéndome de una inspección. Distrayéndome para no abrirle a mi vecina “la depresión”. Después de creer tener todo bajo un régimen limpio y sin rebelión, ahora toca a la puerta los traumas que reviven y se sientan cómodos en un sillón.

Tapando mis oídos del sonido que necesito para drenar, pero muerta de la ansiedad por todo lo que debo enfrentar. Esa sensación de no poder más y las ganas de llorar sin poderlo evitar. Por dentro pido que todo eso se aleje por favor, pero cambiar a un alma quebrada es una imposible labor. Corre libre antes de entrar a mi habitación, aun puedo borrarte de mi corazón. Así me siento cuando los muros me crean una prisión y el agua inunda el corazón.

Joven, aún puede regresar por donde entró, estamos acostumbradas a estorbar en un caos de esta proporción. Bon voyage, le deseo yo... A mi lado se sentaron la ansiedad y la depresión, abusando de mi cuerpo y de mi decisión. Aquí se consumirá la mortal que con sus propios monstruos batalló, pero que en definitiva la guerra desgraciadamente perdió.

Gasoline hit the ground with a clatter, drawing the attention of a mocking breath. It could have been falling rain or a phone call. My nerves were on edge in ironic agony. Silence screamed in my ear and hunger made me want to eat an elephant even with my tusks, or vomit somewhere I could curl into a ball. Smell that? A lake of coagulated blood that drags me down until I want to disappear without a trace or shelter.

There's no way to say it cute, sex and painkillers don't keep me up enough. Between stories of a riddle and a sarcastic serial killer. Here where I can feel my neurons, where my eyelids are heavy as boots. Here where silence disturbs me and nightmares abound. It could be a star crash or the simple collapse of a gem.

As the pills take effect, when my regrets begin to fight each other. In solid state the senses are reduced to ashes. Hoping that for this there is some definitive medicine, but with the leech draining my energy, the ghosts have invasive voices and claws. Here where the music sounds shrill yet muted, here I live.

Holding the longings of when I feel sober and no monsters breathing down my neck. In the solo of a guitar and the decapitation of good behavior. Here where troubles pile up and the masks of manners fall with a ribbon. Back to the mean without prevention, stagnant in a sun gaze, but being the servant of hell inside a room. Inner cries dig until they reach the outside.

Invocations for calm don't seem to help, my hands still covering my face as my breathing difficulties become present. Between one and a million, I can't keep order in the room, everything is slowly getting out of control. Breathing agitated for wanting to run away from this mental game that fills me with obsession.

Just as the water boils, so am I. Just as the tree is cut down without a trace. Just as the tree is cut down without respect or opposition, so I woke up today. In a liquid state without attention, I begin to evaporate as in the dangerous time of a seclusion. The sky was bright yesterday and now a tsunami sweeps me by both feet. Where chords are disguised as hyenas laughing at a carnation, here I lie without seeing.

Just that itch, just that feeling of losing what little sanity was left. Forgetting to do the dishes and not bathing despite the smell. Swaying and hiding from inspection. Distracting myself from opening up to my neighbor "the blues". After believing to have everything under a clean regime and without rebellion, now there is a knock at the door of the traumas that revive and sit comfortably in an armchair.

Plugging my ears from the sound I need to drain, but dead with anxiety for everything I have to face. That feeling of not being able to go on and the desire to cry without being able to avoid it. Inside I pray that all that will go away please, but to change a broken soul is an impossible task. Run free before entering my room, I can still erase you from my heart. That's how I feel when the walls create a prison for me and the water floods the heart.

Young man, you can still go back the way you came in, we are used to getting in the way in chaos of this proportion. Bon voyage, I wish you? Beside me sat anxiety and depression, abusing my body and my decision. Here will be consumed the mortal who with her own monsters battled, but who in the end the war unfortunately lost.