Poesía narrativa: Un alma en retribución [Esp-Eng]

Al cruzar la puerta pensaba que todo llegaría a su fin, pero de nuevo un hilo me arrastró dentro del bucle que hacía mucho creí haber destruido. Poderosos dientes afilados de una bruja buscando venganza. Ojos rasgados y piel de porcelana. Sonrisa perfecta y magia del más allá.

Había sido una cita más, un bar concurrido entre las cercanías, una noche de bajas expectativas. Cabello lacio negro como las fauces del demonio en su costado. Seducirme no había sido tan difícil y al primer beso, le había cedido mi alma al espectro sin siquiera notarlo.

Aquí donde las pesadillas colisionan, donde las almas son despojadas del brillo magnifico desde el nacimiento, donde los cuerpos son desgarrados por pecados incipientes. Al fondo del agujero es donde me encuentro, corriendo asustado cual ciervo está siendo cazado.

Un pacto a cambio de redención, ser su esclavo por su perdón. Guiar a otros a su perdición se convirtió en mi labor. Recostada a una pared, sin esfuerzo como un clavel. Cazadora de almas pecadoras, reencarnada con sangre de violadores.

Todos aquellos que crucemos ese umbral y hayamos mentido a una mujer, abusado de su confianza o de su desnudez, una modelo de ensueño de labios rojos tendrá el poder irrefutable de juzgar nuestras almas y enviarlas a lo más podrido de la maldad en el más allá.

Tras un vestido negro y una copa de vino en su mano izquierda, se encuentra un kimono adornando el cuerpo de una reina, con sombrero amplio y un rayo atrapado en su sable capaz de atrapar con él cada alma miserable.

Los monstruos pagaremos arrodillados los pecados del ayer, por siempre escupiendo sangre bajo el mazo del karma divino entre las piernas de una sonrisa exquisita en el bar de la cuidad más concurrida. Cerrado de ojos para ocultar mi descontento por su sonrisa al momento de enviarlos lejos, donde terminan muertos.

Siglos en el limbo con un pase exclusivo reclutando vivos. Cansado de ir y venir en una labor que ya no me parece mi obligación, pero para sus tacones haciendo eco entre la niebla no ha sido suficiente. Las fauces de sus demonios rodean los hilos de mi alma y es cuando entiendo que su poder jamás me regresaría la calma.

Corriendo por los pasillos de la desesperanza, un nuevo juguete ha sido reclutado. Soy hundido de vuelta siendo despojado de la bendición de pisar la tierra, mientras una tarea infinita se cumple con o sin mi existencia. Sujetos de un acuerdo entre dioses y los primeros seres humanos, somos piezas en el tablero de la retribución al equilibrio del sufrimiento.

Deseando no haber entrado nunca a un bar donde los hilos sobrenaturales eran tejidos por una hermosa figura femenina que me dejaría sin aliento. ¿Siendo realmente su culpa o es justo que cobre de mi las malas acciones que he cometido en una vida entera? Yo y solo yo, soy el culpable de mi final en esta mísera vida. Entendiendo que todo se paga sin importar el camino que esperando altere la vía. Me despido finalmente sin haber encontrado salida, mientras la justicia sobrenatural continúa su labor antigua.

As I walked through the door I thought it would all come to an end, but again a thread pulled me into the loop I had long thought I had destroyed. Powerful sharp teeth of a witch seeking revenge. Slit eyes and porcelain skin. Perfect smile and magic from beyond.

It had been just another date, a busy bar nearby, a night of low expectations. Straight black hair like the demon's maw on his side. Seducing me had not been so difficult and at the first kiss, I had given my soul to the specter without even noticing it.

Here where nightmares collide, where souls are stripped of the magnificent glow from birth, where bodies are torn apart by incipient sins. At the bottom of the hole is where I find myself, running scared like a deer being hunted.

A pact in exchange for redemption, to be his slave for his forgiveness. Leading others to their doom became my job. Leaning against a wall, effortless as a carnation. Hunter of sinful souls, reincarnated with rapists' blood.

All of us who cross that threshold and have lied to a woman, abused her trust or her nakedness, a red-lipped dream model will have the irrefutable power to judge our souls and send them to the most rotten of wickedness in the afterlife.

Behind a black dress and a glass of wine in her left hand, a kimono adorns the body of a queen, with a wide hat and a lightning bolt trapped in her saber capable of catching with it every miserable soul.

We monsters will pay on our knees the sins of yesterday, forever spitting blood under the sledgehammer of divine karma between the legs of an exquisite smile in the bar of the busiest city. Eyes closed to hide my displeasure at their smile as I send them away, where they end up dead.

Centuries in limbo with an exclusive pass recruiting the living. Tired of coming and going in a labor that no longer seems my duty, but for their heels echoing through the fog it hasn't been enough. The jaws of his demons surround the threads of my soul and that's when I understand that his power would never bring me back to calm.

Running through the corridors of hopelessness, a new toy has been recruited. I am plunged back down being stripped of the blessing of treading the earth, while an infinite task is accomplished with or without my existence. Subjects of an agreement between gods and early humans, we are pieces on the board of retribution to the balance of suffering.

Wishing I had never entered a bar where supernatural threads were woven by a beautiful female figure that would leave me breathless. Being really her fault or is it just that she takes from me the evil deeds I have committed in a lifetime? I and only I, am to blame for my end in this miserable life. Understanding that everything is paid for no matter what path waiting to alter the way. I finally take my leave without having found a way out, while supernatural justice continues its ancient work.