Así como la flor anhela el viento para poder danzar, yo mantengo la ilusión de un día poderme amar. Esa corriente que me arrastra y me inunda con olas de pensamientos. Los monstruos corren salvajes dentro de mi mente, pero evito hundirme más. En la luz y con mi fuerza, paso a paso, podría lograr que mis cicatrices sean hermosos tatuajes queriendo volar.

Alejada de la profunda agonía de las dudas y las batallas perdidas, en mí habita la esperanza de sonreír al espejo y que mi silueta mantenga el reflejo verdadero, uno que brille a kilómetros sin necesidad de anteojos ni hipnosis pagada a un tercero. De mi cuerpo las tormentas han tomado casi todo a través del tiempo. En mi mente los volcanes han hecho erupción llenándome de complejos, pero he sabido recuperar el aliento. Mis manos en la tierra me han impulsado lejos, aun con las rodillas sangrando y en pleno encierro.

Del sol espero recibir un día una gota de calor y florecer sin temor. Navegando entre sonrisas y consejos, nada de eso sirve si no cambio desde muy adentro. Tengo intención de amarme en cada rincón, en cada estación y con cada canción. Aun si es difícil el páramo alrededor, pisadas fuertes quiero dar y lograr avanzar sin temor.

Abrazada a mi cuerpo de piel seca o grasa, a mis mejillas regordetas o delgadas, a mi tez mezclada y conociendo mis ojos de color ámbar. Deseo a pesar de lo difícil de la trama, que la luche termine un día para estar finalmente en calma. Escapando de estándares y estereotipos dañinos, la belleza programada está cambiando y con ella espero que mi visión de una a la transformación en camino.

Escalando niveles de aceptación, de decisiones que me hacen temblar por salir de mi zona de confort, pero que debo enfrentar para amarme como soy. Parásitos sin control se despliegan en la sociedad del hombre y su cultura de estética con perfecta medición. Romper la métrica y el peso está bien, sanar nuestra interna relación es lo que nos llevará a liberarnos del yugo de la mortificación y conseguir nuestra propia valoración.

En la naturaleza lo peculiar es hermoso, salvaje y necesita protección. Entonces si mi belleza es una singular aparición, debo soltar toda señal de odio y desestimación. Las nubes me hablan de etéreos sueños y canciones de un ruiseñor. En mi ilusión como una niña usando un reloj, pido al cielo el vigor con el que pueda callar las voces críticas y carentes de corazón.

Agradeciendo de corazón mi existencia sin importar el dolor, seguiré luchando con resolución para que mi piel sienta mi amor, al igual que mi mente y corazón. Sin necesidad de alguien más que me eleve con afirmación. La curación empieza desde mi interior. Mi vida surgió por una razón y amarme debe ser el poder más grande que puedo poseer sin presunción.

Así como la planta crece buscando la luz en un mundo que puede causar terror, mi decisión es creer y mantener mi compromiso de amor propio sin dar alguna explicación. Un día tal como hoy, lograré conseguir aquello por lo que anhelo con ilusión, apreciar, valorar y admirar cada fibra y gramo de todo lo que me hace ser yo.

Just as the flower longs for the wind to be able to dance, I keep the illusion of one day being able to love myself. That current that sweeps me along and floods me with waves of thoughts. Monsters run wild inside my mind, but I avoid sinking deeper. In the light and with my strength, step by step, I could make my scars beautiful tattoos wanting to fly.

Away from the deep agony of doubts and lost battles, in me dwells the hope of smiling in the mirror and that my silhouette keeps the true reflection, one that shines for miles without the need of glasses or hypnosis paid to a third party. From my body storms have taken almost everything over time. In my mind volcanoes have erupted filling me with complexes, but I have been able to catch my breath. My hands on the earth have propelled me away, even with bleeding knees and in full confinement.

From the sun I hope one day to receive a drop of warmth and bloom without fear. Navigating between smiles and advice, none of that is of any use unless I change from deep inside. I intend to love myself in every corner, in every season and with every song. Even if the wasteland around me is difficult, I want to take strong steps and move forward without fear.

Embracing my dry or oily skin body, my chubby or thin cheeks, my mixed complexion and knowing my amber eyes. I wish despite the difficult plot, that the struggle would end one day to finally be calm. Escaping harmful standards and stereotypes, programmed beauty is changing and with it I hope my vision of one to the transformation underway.

Climbing levels of acceptance, of decisions that make me shudder to step out of my comfort zone, but that I must face to love myself as I am. Unchecked parasites unfold in the society of man and his culture of aesthetics with perfect measurement. Breaking the metric and weight is fine, healing our inner relationship is what will lead us to free ourselves from the yoke of mortification and achieve our own valuation.

In nature the peculiar is beautiful, wild and needs protection. So if my beauty is a singular apparition, I must let go of all signs of hatred and dismissal. The clouds speak to me of ethereal dreams and songs of a nightingale. In my illusion like a child wearing a watch, I pray to heaven for the vigor with which I can silence the critical and heartless voices.

Grateful from my heart for my existence regardless of the pain, I will continue to fight with resolve so that my skin feels my love, as well as my mind and heart. Without needing someone else to uplift me with affirmation. Healing starts from within me. My life came into being for a reason and loving me must be the greatest power I can possess without presumption.

Just as the plant grows seeking light in a world that can cause terror, my decision is to believe and keep my commitment to self-love without explanation. One day, just like today, I will achieve what I long for with illusion, to appreciate, value and admire every fiber and gram of everything that makes me be me.