Hispaliterario 7 - El fin de la era marfil [Esp-Eng]
Hoy les comparto un texto literario de mi autoría,
espero los deleite, inspire y fidelice a mi arte. También me gustaría invitar a esta actividad de Hispaliterario en la que participo con este post a @frankches y a @kat-nee😫
Today I share with you a literary text of my authorship,
I hope it will delight you, inspire you and make you loyal to my art. I would also like to invite @frankches and @kat-nee to this Hispaliterario activity in which I participate with this post.
-Español/Spanish-
—Padre, debemos seguir corriendo. ¡Vamos, aún podemos! — Había extendido su aun pequeña trompa para alcanzar la de su padre viejo, cansado y pesado.
—Hijo, no podremos, están muy cerca…
—Pero papá… —Intentó protestar mientras sus lágrimas comenzaban a aparecer en sus ojos…
—Debes irte, Marcel… Tu madre lo querría y yo lo necesito…
—¡No! ¡No digas eso! ¡No te dejaré! ¡No puedo! ¡Por favor, levántate! —Las lágrimas de Marcel ya habían comenzado a rodar por su piel gris sin poderlo evitar. E intentó en vano empujar a su padre que ya había caído al suelo entre los árboles, en medio de la noche.
—Hijo… Necesito que corras. No te sientas triste, tanto tu madre como yo viviremos en ti, así como tú vivirás en los hijos que tengas. Nos llevarás en tu corazón, aún si nos olvidas.
Los cazadores se acercaron con rapidez a Marcel y su padre. Los buscaban por los colmillos de elefantes que eran excesivamente solicitados y costaban un buen dinero en el mercado. Marcel aún era muy pequeño y apenas le estaban saliendo sus colmillos, por lo que la presa en este caso era su padre. Un enorme elefante de 40 años que había perdido a su amada en una cacería reciente. Los humanos los habían acorralado. África se había inundado de criminales que diezmaban la población de los elefantes. Era una masacre, tan solo por el marfil en sus colmillos.
Ahogado en tristeza y desesperación, a petición de su padre, Marcel huyó entre los árboles con miedo y coraje. Había perdido a su madre y a su padre de esta manera. La pesadilla era un deja vu que jamás moría y que recientemente había vuelto con el embarazo de su primer hijo.
Al despertar, le faltaba el aliento y se sobresaltó tanto que casi despertaba a los demás elefantes dormidos alrededor. Su amada Shrila ya se había levantado antes de sentir su inquietud. Tanto Shrila como Marcel poseían colmillos muy grandes, al igual que sus orejas y su peso iba más allá de las 4 toneladas.
Luego de huir esa noche de los cazadores que acabarían capturando a su padre, Marcel caminó durante días hasta caer rendido al pie de un árbol marginado. Había sido encontrado desmayado por una manada de elefantes que tuvieron que ahuyentar a algunos buitres esperando darse un festín con el pequeño exhausto.
Las manadas de elefantes son dirigidas por las hembras, ellas son las que guian a todos y las que aceptan o no a nuevos elefantes. Pero en esta oportunidad, Fue Krala, la matriaca, quien se había percatado del pequeño elefante a unos metros del camino que ella había trazado hasta el lago. Krala, quien había perdido a su hijo por un grupo de hienas, aceptó a Marcel en la manada y lo crió como si fuera suyo.
Los años habían pasado desde entonces y Marcel era el único elefante macho que no era aislado por la manada, como es costumbre. No, él era la mano derecha de una anciana Krala que aún tomaba las decisiones más importantes. Marcel se había enamorado de Srila, una de las descendientes de la manada y habían tomado la decisión juntos de ser felices. Al poco tiempo, Shrila había quedado embarazada. Pero los rumores comenzaron a llegar.
Detrás de la colina a veces llegaban grupos de humanos y eso ponía muy nervioso a Marcel. El embarazo de su bebé casi concluía, pero el verdadero temor era ser cazados por los humanos, al igual que sus padres. Sabían de sobra de manadas con las que se habían cruzado que muchos habían muerto a manos de los humanos. Ni siquiera tenían la oportunidad de ir al cementerio de elefantes a descansar. Era un lugar en el que los elefantes cansados y viejos, sabiendo que se aproximaba el final de su vida, llegaban a este lugar a reposar hasta que llegara su final, tranquilo y en paz. Pero hasta eso les habían arrebatado.
Las pesadillas se hacían cada vez más frecuentes y Shrila no sabía cómo ayudar a su amado, lo cual la hacía preocuparse el doble.
—He escuchado de algunas aves que algunos humanos no son los monstruos que conocemos. Algunos realmente nos ayudan o al menos no tienen intenciones de hacernos daño. Marcel… A pesar de todo hemos crecido sanos y felices, hemos evitado a toda costa a los cazadores. Debemos pensar que nuestro hijo también estará a salvo y nos tendrá a su lado durante mucho tiempo.
—Me gustaría ser tan optimista como tú. Pero realmente no tengo la certeza de eso.
Habían transcurrido los dos meses restantes de los 22 meses que correspondían a un embarazo completo de los elefantes y había nacido Monti, un hermoso elefante de 130 kilogramos completamente sano. Lleno de orgullo y felicidad, las preocupaciones de Marcel se habían aplacado.
Al otro lado de la colina, un equipo de zoólogos y ambientalistas protegían la reserva de un grupo invasor de cazadores. Con la ayuda de las autoridades, habían arrestado a decenas de estos asesinos. Pero una respuesta evolutiva dejaría a todos sorprendidos, elefantes, protectores y cazadores.
Al transcurrir el año aún no había señales de los colmillos de Monti y todos pensaron que había sido un defecto de nacimiento, hasta que otras 5 crías presentaron el mismo caso. Tras comprender lo que sucedía, Marcel le dio gracias a los ancestros por este regalo, pues su hijo jamás sería cazado ya que no poseía colmillos.
—Gracias, por darle una oportunidad a mi hijo —Había dicho Marcel elevando su trompa al cielo mientras sus lágrimas caían por su piel gris, nuevamente.
Una tarde en la que hacía brisa, Marcel, Shrila y Monti paseaban cerca de los arboles al borde de la reserva y fue cuando Samantha, una zoóloga que llevaba el registro de los animales, no pudo evitar bajar de su jeep para ver con sus propios ojos como el pequeño monti de aproximadamente 4 años de edad no poseía colmillos. Estaba tan impresionada que no dejaba de verlo completamente incrédula.
Shrila había tomado con cuidado al pequeño elefante de la trompa y poco a poco habían caminado hasta estar detrás de Marcel, quien había hecho frente con un aspecto curioso a la humana quien le haría conocer al mundo la noticia de que los humanos habían forzado a los elefantes a evolucionar para comenzar a nacer sin colmillos.
Ese fue el único contacto que Marcel y su familia tuvieron con los humanos. La caza cesó y su familia tuvo una larga y tranquila vida. Era un regalo, una respuesta a las suplicas y preocupaciones de una población diezmada por la codicia. Un giro antes de ser proclamados una especie en peligro de extinción, otorgó un respiro a uno de los animales más majestuosos que habían pisado la tierra.
-Inglés/English-
-Inglés/English-
The end of the ivory era
-Father, we must keep running. Come on, we still can! - He had stretched out his still small trunk to reach his old, tired and heavy father's. "Son, we can't, they are too close.
-Son, we can't, they're too close....
-But daddy..." He tried to protest while tears began to appear in his eyes....
-You must go, Marcel... Your mother would want it and I need it...
-No! Don't say that! I won't leave you! I can't! Please get up! -Marcel's tears had already begun to roll down his gray skin without being able to help it. And he tried in vain to push his father who had already fallen to the ground among the trees, in the middle of the night.
- Son... I need you to run. Don't feel sad, both your mother and I will live in you, just as you will live in the children you will have. You will carry us in your heart, even if you forget us.
The hunters quickly approached Marcel and his father. They were looking for elephant tusks that were in great demand and fetched good money in the market. Marcel was still very young and his tusks were just emerging, so the prey in this case was his father. A huge 40-year-old elephant who had lost his beloved in a recent hunt. Humans had cornered them. Africa had been flooded with criminals decimating the elephant population. It was a massacre, just for the ivory in their tusks.
Drowning in sadness and despair, at his father's request, Marcel fled into the trees in fear and courage. He had lost his mother and father in this way. The nightmare was a deja vu that never died and had recently returned with the pregnancy of his first child.
When she awoke, she was short of breath and so startled that she almost woke the other sleeping elephants around her. Her beloved Shrila had already gotten up before she sensed her restlessness. Both Shrila and Marcel possessed very large tusks, as did their ears and their weight was well over 4 tons.
After fleeing that night from the hunters who would end up capturing his father, Marcel walked for days until he collapsed at the foot of a marginal tree. He had been found passed out by a herd of elephants who had to chase away some vultures hoping to feast on the exhausted little one.
Elephant herds are led by the females, they are the ones who guide everyone and who accept or not new elephants. But this time, it was Krala, the matriarch, who had noticed the little elephant a few meters from the path she had traced to the lake. Krala, who had lost her son to a group of hyenas, accepted Marcel into the herd and raised him as her own.
Years had passed since then and Marcel was the only male elephant who was not isolated by the herd, as is customary. No, he was the right hand of an elderly Krala who still made the most important decisions. Marcel had fallen in love with Srila, one of the herd's descendants and they had made the decision together to be happy. Soon after, Shrila had become pregnant. But rumors began to spread.
From behind the hill, groups of humans sometimes arrived and that made Marcel very nervous. Her baby's pregnancy was almost over, but the real fear was being hunted by humans, just like her parents. They knew for a fact from herds they had come across that many had died at the hands of humans. They did not even have the opportunity to go to the elephant graveyard to rest. It was a place where tired and old elephants, knowing that the end of their lives was near, would come to this place to rest until their end came, quietly and peacefully. But even that had been taken from them.
The nightmares were becoming more and more frequent and Shrila did not know how to help her beloved, which made her worry twice as much.
-I have heard from some birds that some humans are not the monsters we know. Some really help us or at least have no intention of harming us. Marcel... In spite of everything we have grown up healthy and happy, we have avoided hunters at all costs. We must think that our son will also be safe and will have us by his side for a long time.
-I would like to be as optimistic as you. But I'm not really sure about that.
The remaining two months of the 22 months of a full elephant pregnancy had passed and Monti was born, a beautiful 130-kilogram elephant, completely healthy. Full of pride and happiness, Marcel's worries had subsided.
On the other side of the hill, a team of zoologists and environmentalists were protecting the reserve from an invading group of hunters. With the help of the authorities, they had arrested dozens of these killers. But an evolutionary response would surprise everyone, elephants, protectors and hunters alike.
A year later, there was still no sign of Monti's tusks and everyone thought it was a birth defect, until five other calves showed the same case. After understanding what was happening, Marcel thanked the ancestors for this gift, because his son would never be hunted since he had no fangs.
-Thank you, for giving my son a chance," Marcel had said, raising his trunk to the sky while his tears fell down his gray skin, again.
One breezy afternoon, Marcel, Shrila and Monti were walking near the trees at the edge of the reserve and it was when Samantha, a zoologist who kept track of the animals, could not help but get out of her jeep to see with her own eyes how the little Monti, about 4 years old, had no fangs. She was so impressed that she kept looking at him in complete disbelief.
Shrila had carefully taken the little elephant by the trunk and little by little they had walked until they were behind Marcel, who had faced with a curious look the human who would let the world know the news that humans had forced elephants to evolve to begin to be born without tusks.
That was the only contact Marcel and his family had with humans. Hunting ceased and his family had a long and peaceful life. It was a gift, an answer to the pleas and concerns of a population decimated by greed. A turn before being proclaimed an endangered species, he granted a respite to one of the most majestic animals that had ever walked the earth.
- El contenido aquí escrito es de mi propiedad. Si necesitas hacer uso de él, no dudes en comunicarte conmigo o mencionar a @gislandpoetic como creadora del mismo.
- Los separadores de texto son de mi propiedad. Y los banners de bienvenida/despedida son de mi creación y por lo tanto de mi propiedad.
- Todo lo antes mencionado es contenido original y exclusivo. Su uso para otros usuarios se considera plagio en todas las comunidades de Hive.Blog. ¡Por favor no lo hagas!
- Las imágenes aquí publicadas son modificadas en Canva
- Agradezco todo el apoyo que pueda generar mi contenido de valor. Y para los gislanders que quieran conocer un poco más de mi, pueden ubicarme en
- The content written here is my property. If you need to use it, do not hesitate to contact me or mention @gislandpoetic as the creator.
- The text separators are my property. And the welcome/farewell banners are my creation and therefore my property.
- All of the above is original and exclusive content. Its use for other users is considered plagiarism in all Hive.Blog communities. Please don't do it!
- The images published here are modified in Canva
- I appreciate all the support that can generate my valuable content. And for those gislanders who want to know a little more about me, you can find me on
@gislandpoetic
@gislandpoetic
@tipu curate 2
Upvoted 👌 (Mana: 15/55) Liquid rewards.
Esta publicación ha recibido el voto de Literatos, la comunidad de literatura en español en Hive y ha sido compartido en el blog de nuestra cuenta.
¿Quieres contribuir a engrandecer este proyecto? ¡Haz clic aquí y entérate cómo!
Debe ser horrible, para estos animales tan majestuosos ser perseguidos, las matriarcas son muy celosas con sus grupo y son las que van trasmitiendo lo que conocen a las otras generaciones con ayuda de las mas grandes, ver una manada de elefantes es lindo, yo amo ver documentales de la naturaleza, uno siempre aprende algo bueno e interesante, la verdad seria genial que los elefantes perdieran su atractivo, para dejar de ser cazados por personas tan materialistas
Un texto conmovedor que nos transmite cómo deben sentirse estos majestuosos animales al sentirse acorralados. La fluidez del relato deja paso a la compasión y el cariño que sin duda transmiten los elefantes.
Un relato fantástico que deseáramos fuera cierto porque en la evolución de las especies estuvo siempre su sobrevivencia. Hermosa idea que nos llena de esperanzas.
https://twitter.com/1380276867064815617/status/1583232158755622912
The rewards earned on this comment will go directly to the people sharing the post on Twitter as long as they are registered with @poshtoken. Sign up at https://hiveposh.com.