Hispaliterario 13 / La bondad de Alegría y su niño [Esp | Eng]
“Cuando veas un hombre bueno, piensa en imitarlo; cuando veas uno malo, examina tu propio corazón” Confucio.
Había una vez en ciudad Industrial un trabajador incansable. Fulano había llegado ser el empleado más confiable para los dueños de la carnicería, el que más se esmeraba para hacer sus labores.
Fulano usaba una técnica que nadie al parecer tenía o usaba, era muy hábil con su cuchillo, lograba unos cortes excepcionales y a una velocidad abismal.
Debido a su técnica, su constancia, Fulano logró ahorrar mucho dinero y era visto por el resto de sus compañeros y amigos como un hombre muy exitoso.
Fulano amaba tanto a su herramienta de trabajo que no se separaba del cuchillo para nada. A donde iba lo llevaba y lo tenía constantemente impecable, listo para cortar; había como cierto dogmatismo con el cuchillo.
En la medida que pasaba el tiempo, los amigos y compañeros de labores de Fulano, se daban cuenta de que él había cambiado su forma de ser.
Parecía que el éxito se le había subido a la cabeza y su comportamiento lo hacía ver como un hombre más duro. Eso se notó más cuando lo nombraron jefe de carniceros.
Se volvió un hombre déspota, arrogante, ya no se la pasaba con los amigos, se iba con gente desconocida y comenzó a salir con muchas mujeres.
Esta actitud no pasó desapercibida en su hogar, su esposa comenzó a reclamarle que ya no era el mismo, que todos los días llegaba al hogar, pasado de tragos y a altas horas de la noche.
Fulano le decía a su esposa, que no se quejara tanto, que en la casa siempre había comida en abundancia, que todos los fines de semana sacaba a la familia a pasear en el automóvil recién comprado, ya sea para la playa, conocer sitios, ir a comer a buenos restaurantes, a la piscina y además, todo el tiempo le dejaba dinero para que ella gastara.
Un día, el señor Gallego, el dueño del negocio, llamó a Fulano a su oficina y le presentó a un joven quien era el recién esposo de su hija y con esto le dio una noticia no muy grata para Fulano.
El joven, como nuevo miembro de la familia del señor Gallego, pasaría a ser el jefe de Fulano. Esta noticia le cayó como agua fría a Fulano porque sus atribuciones serian condicionadas por su nuevo jefe, o sea, las decisiones de Fulano tenían que ser aprobadas por el yerno.
El yerno llegó mandando más que un general y devolvió a Fulano a su antigua labor; cortar carne.
Fulano se sintió desplazado, pero como eso no le afectaba en sus ingresos, no le dio importancia.
Pero en casa también se presentó otro problema.
La esposa no quiso calarse más la actitud de Fulano y le hizo un reclamo bastante enérgico.
Fulano respondió de forma grosera, le dijo que se fuera de la casa, que no lo molestara más, que no le hacía falta una mujer que estuviera siempre reclamándole vainas.
La esposa le respondió:
-¿Tú quieres eso? Pues lo tendrás.
Fulano pensaba que la chica se quedaría tranquila, pero nada que ver, a los dos días la esposa se fue con su hijo a casa de sus padres y se llevó todos sus muebles.
Al llegar la noche, Fulano, muy cansado, se encontró con la casa en silencio y totalmente vacía. No esperaba esa reacción de la esposa, lo habían dejado sin familia y sin muebles. Solo tenía su cuchillo inseparable para cortar el pan y prepararse un sándwich.
Lo tomo como una brisa refrescante, ahora podía hacer lo que le viniera en gana y meter en casa a quien quisiera.
Comenzaron las fiestas, el dinero se destinaba a bebidas espirituosas y mujeres. A su vez, la distancia entre sus amigos y él era mayúscula.
Debido a sus trasnochos, el rendimiento de Fulano comenzó a desmejorar, también por no dormir bien, llegó a ausentarse en los días de trabajo y esto trajo como consecuencia que un día lo despidieran.
Eso no se lo esperaba, él se sentía imprescindible, eso no estaba en sus planes, es más, él no tenía planes; su mundo se derrumbó.
Pero en vez de recapacitar, se sumergió en la bebida, en las fiestas y la cuenta del banco comenzó a adelgazar.
Así como el dinero iba como avión en picada, las fiestas, las mujeres de la mala vida y los amigotes fueron desapareciendo y un día en que se sentía bastante solo recibió la llamada de su niño más pequeño, de Fulanito.
En la llamada Fulanito le expresó que lo extrañaba, que quería verlo, que necesitaba un abrazo fuerte.
Esto llevó a Fulano a una depresión severa, no encontraba como levantar cabeza, se sentía perdido y no sabía qué responder a su hijo.
La señora Alegría, una bella viuda que vivía a tres casas de la de Fulano, se preocupó mucho por su vecino, ella notaba que él no se rasuraba, que la apariencia se había desmejorado y siempre lo veía cabizbajo; era notable que Fulano no estaba bien.
Fulano, cuando recién había llegado a la urbanización, había sido muy atento con sus vecinos y muy cariñoso con los niños, sobre todo con el hijo de la señora Alegría. Ese niño siempre buscaba saludarlo con amor porque Fulano en ese entonces desbordaba cariño por cantidades industriales.
Un día Alegría, junto con su pequeño hijo, se acercaron a la casa del hombre desdichado y le llevaron un suculento plato de sopa de pescado, de esos que levantan hasta un muerto.
Fulano al abrir la puerta se sorprendió tanto que sus lágrimas no pudieron contenerse y recorrieron sus mejillas.
Todo, apenado, se llevó las manos a la cara para secarse las lágrimas y en ese momento el niño le abrazo la pierna, demostrando un amor desinteresado, bondadoso que hicieron que el hombre se terminara de quebrar.
Alegría también lo abrazo y le expresó que podía confiar en ella, que no debía apenarse, que llorara todo lo que pudiera, que contara todo su sentir.
Así estuvieron un buen rato y Fulano botó todo su pesar. El niño nunca dejó de abrazarlo, de darle cariño y para rematar le expreso que quería que Fulano fuera su papá.
Eso hizo que Fulano volviera a llorar y en ese momento, Alegría le prometió ayudarlo a despojar toda su tristeza, que contara con ella para todo.
Pasaron los días y Alegría visitaba constantemente a Fulano, le hacía la comida, lo ayudaba en los quehaceres de la casa, lo convenció a mejorar su apariencia y hasta habló con su hermano Félix para que le diera trabajo.
Alegría se encargó de que Fulano mantuviera contacto con su hijo y que las relaciones con su exesposa no fueran tensas.
Fulano dejó la bebida, su semblante cambio notablemente junto con el resto de su apariencia. Félix lo había colocado en un cargo de responsabilidad con un buen sueldo y el sol volvió a brillar.
El amor, la bondad, el gesto desinteresado de Alegría y su niño, hicieron renacer al buen hombre que había sido Fulano.
Esto lo llevo a recapacitar, a pensar lo mal que se había comportado con los que le rodeaban y se sintió totalmente arrepentido.
Se armó de valor y visito a cada uno de sus antiguos amigos y se disculpó sinceramente. Igual lo hizo con su exesposa y excompañeros de trabajo.
Se deshizo del cuchillo que dejó de ser importante y se dio cuenta de que no hacía falta nada material para ser el mejor.
Se llenó de amor y bondad para exportarlo a los demás, tal como lo había hecho Alegría y su niño con él.
Esa nueva actitud lo llevo al éxito tanto en su trabajo como en su vida personal, se sintió realizado, pudo vivir en paz y en armonía con todos.
El amor, la bondad, la empatía, traen más recompensas a la vida. En cambio, la soberbia, el orgullo, la prepotencia no son aliadas del hombre bueno.
No, Alegría y Fulano no se enamoraron, no se casaron, solo se hicieron buenos amigos.
Cada uno por su lado rehicieron sus vidas y hoy en día son muy felices con sus respectivas parejas.
Fulano jamás olvido y dejó de agradecer la bondad de Alegría y su niño.
Una historia creada para Hispaliterio 13.
Invito a mis buenos amigos en Hive @purrix y @soychalbed para que nos deleiten con sus maravillosas letras.
Para obtener detalles de como participar solo deben dar click aquí.
"When you see a good man, think of imitating him; when you see a bad one, examine your own heart" Confucius.
Once upon a time in Industrial City there was a tireless worker. John Doe had become the most reliable employee for the owners of the butcher's shop, the one who worked hardest to do his job.
John Doe used a technique that no one apparently had or used, he was very skillful with his knife, he achieved exceptional cuts and at an abysmal speed.
Due to his technique, his perseverance, John Doe managed to save a lot of money and was seen by the rest of his peers and friends as a very successful man.
John Doe loved his work tool so much that he didn't part with his knife. Wherever he went he took it with him and kept it constantly impeccable, ready to cut; there was a certain dogmatism with the knife.
As time went on, John Doe's friends and co-workers noticed that he had changed his ways.
It seemed that success had gone to his head and his demeanor made him look like a more authoritarian man. That was most noticeable when he was made head butcher.
He became a despot, and arrogant, he no longer hung out with friends, he went out with strangers and started dating a lot of women.
This attitude did not go unnoticed at home; his wife began to complain to him that he was no longer the same, that every day he came home drunk and late at night.
John Doe would tell his wife, not to complain so much, that there was always plenty of food in the house, and that every weekend he would take the family out in the newly purchased car, whether it was to the beach, sightseeing, eating at excellent restaurants, going to the pool, and also, all the time he would leave money for her to spend.
One day Mr. Gallego, the owner of the business, called John Doe to his office and introduced him to a young man who was his daughter's new husband and with this, he gave him some unwelcome news.
As a new member of Mr. Gallego's family, the young man would become John Doe's boss. This news came as cold water to John Doe because his new boss would condition his attributions, that is, John Doe's decisions had to be approved by the son-in-law.
The son-in-law arrived commanding more than a general and returned John Doe to his old job; cutting meat.
John Doe felt displaced, but since it didn't affect his income, he didn't think anything of it.
But at home, another problem also arose.
The wife did not want to take John Doe's attitude any longer and made a rather forceful complaint.
John Doe responded rudely, telling her to leave the house, to stop bothering him, and that he didn't need a woman who was always complaining to him.
The wife replied:
-You want that? Then you shall have it.
John Doe thought it best to leave the wife alone, not to argue anymore, but she went with her son to her parent's house and took all their furniture with her.
At nightfall, John Doe, very tired, found the house silent and totally empty. He had not expected this reaction from his wife; he had been left without a family and without furniture. He only had his inseparable knife to cut bread and make a sandwich.
He took it as a refreshing breeze, now he could do whatever he wanted and bring whoever he wanted into the house.
The parties began, and the money was spent on spirits and women. At the same time, the distance between him and his friends was great.
Due to his late nights, John Doe's performance began to deteriorate, also because he did not sleep well, he was absent on work days and this resulted in him being fired one day.
He did not expect that, he felt indispensable, it was not in his plans, in fact, he had no plans; his world collapsed.
But instead of coming to his senses, he immersed himself in drinking and partying and the bank account began to get thinner.
Just as the money was going down like an airplane, the parties, the low-life women and the cronies were disappearing and one day when he was feeling pretty lonely he got a call from his youngest child, John Doe Jr.
In the call, John Doe Jr expressed to him that he missed him, that he wanted to see him, and that he needed a tight hug.
This drove John Doe into a severe depression, he could not find a way to get back on his feet, he felt lost, and did not know how to respond to his son.
Mrs. Alegria, a beautiful widow who lived three houses away from John Doe, was very concerned about her neighbor, she noticed that he did not shave, that his appearance had deteriorated and she always saw him crestfallen; it was noticeable that John Doe was not well.
John Doe, when he had first arrived in the development, had been very attentive to his neighbors and very affectionate with the children, especially Mrs. Alegria's son. That child always sought to greet him with love because John Doe at that time was overflowing with affection in industrial quantities.
One day Alegria, together with her little son, went to the unfortunate man's house and brought him a succulent dish of fish soup, the kind that would even raise a dead man.
John Doe opening the door was so surprised that his tears could not be contained and ran down his cheeks.
He was so saddened, he put his hands to his face to wipe his tears and at that moment the boy hugged his leg, showing a selfless, kind love that made the man break down.
Alegría also embraced him and told him that he could trust her, that he should not grieve, that he should cry as much as he could, and that he should tell all his feelings.
They stayed that way for a long time and John Doe let out all his regrets. The boy never stopped hugging him, giving him love, and to top it all off, he expressed that he wanted John Doe to be his daddy.
That made John Doevevev to cry again and at that moment, Alegría promised him to help him to get rid of all his sadness, that he could count on her for everything.
As the days went by, Alegria constantly visited John Doe, cooked his meals, helped him with the housework, convinced him to improve his appearance, and even talked his brother Felix into giving him a job.
Alegría ensured that John Doe maintained contact with his son and that relations with his ex-wife were not strained.
John Doe gave up drinking, his countenance changed noticeably along with the rest of his appearance. Felix had placed him in a responsible position with a good salary and the sun was shining again.
The love, kindness, the selfless gesture of Alegria and her child, brought back to life the good man John Doe had been.
This led him to think again, to think how badly he had behaved with those around him and he felt totally remorseful.
He plucked up the courage to visit each of his former friends and sincerely apologized. He did the same with his ex-wife and former co-workers.
He got rid of the knife that was no longer important and realized that nothing material was needed to be the best.
He was filled with love and kindness to export it to others, just as Alegria and her child had done with him.
This new attitude led him to success both in his work and in his personal life, he felt fulfilled, and he was able to live in peace and harmony with everyone.
Love, kindness, and empathy, bring more rewards to life. On the other hand, pride, arrogance, and arrogance are not allies of the good man.
No, Alegria and John Doe didn't fall in love, they didn't get married, they just became good friends.
They each went their separate ways to rebuild their lives and today they are very happy with their respective partners.
John Doe never forgot and never stopped being grateful for the kindness of Alegria and her child.
A story created for Hispaliterio 13.
I invite my good friends at Hive @purrix and @soychalbed to delight us with their wonderful lyrics.
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Gracias por el apoyo.
Tremenda historia amigo mío, vamos a ver si se me ocurre algo para participar
Saludos amigo mío
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Bienvenidas delegaciones / Delegations welcome
Encuentra nuestra comunidad aquí / Find our community here
Trail de Curación / Curation Trail
Ay con Fulano, como digo cuantos Fulanos andan rodando por allí.
Que bueno que el Fulano de tú historia resurgió como debe ser.
Saludos
Hola Mercedes (@mercmarg).
Gracias por tu visita amiga.
Bendiciones para tu hogar.
Buena historia, prosa bien estructurada y agradable para leer
Hola Jorge (@joalheal).
Este comentario tuyo me da ánimos para seguir intentando navegar en este mundo de la escritura que me apasiona.
Me siento muy honrado con tus palabras.
Mil gracias por tu visita.
Saludos @germanandradeg
Exploras la dicotomía del bien y el mal con una prosa agradable que resulta en lo que podríamos cosiderar una fábula.
Agradecido por este maravilloso comentario que ha dibujado una sonrisa en mi rostro.
Saludos.
Así como Fulano, hay muchas personas en el mundo. Lástima que no todos tienen la suerte de tener una vecina como Alegría. Me gustó tu relato, @germanandradeg. Saludos.
Mil gracias Junior (@juniorgomez) por tu visita y ese buen comentario.
@tipu curate 2
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Gracias Jesús
Imitar es una acción que puede asociarse a seguir ciegamente, emular, por el contrario, es igualar o superar en pensamientos y acciones bondadosas a ese que consideramos digno de tomarse como ejemplo. A propósito de bondad… Escribí en una oportunidad: Haz todo el bien posible a tu prójimo tal como lo desearías para ti, la vida trunca tus acciones e intenciones en un efectivo boomerang.
Totalmente de acurdo.
Mil gracias por la visita y ese formidable comentario.
Personajes con nombres muy interesantes y situaciones y vivencias muy comunes en nuestra sociedad. Lo importante es tener la valentía de asumir las fallas y consecuencias de nuestras decisiones y re encaminar la vida. Con amor y bondad, todo es posible. Muy buena entrada apreciado amigo. Me encanto.
Gracias papá, por ese comentario.