En muchas oportunidades Luis ha expresado sus vivencias con eventos no muy apegados a lo que se llama normalidad y la mayoría de las veces los oyentes han mostrado escepticismo.

Toda su vida ha sido de sobresaltos, apariciones, de dudas y pare usted de contar.

Pero mejor comencemos por el principio.

El principio

Luis fue el primero en llegar a la familia recién fundada por Carol y Gregory.

Apenas se efectuó la boda, Carol quedó embarazada y Gregory saltaba en una pata porque era uno de su más anhelado sueño.

Carol era la hermana menor de Ángela, quien había fallecido tiempo atrás por culpa de un cáncer que la consumió hasta sus últimos días.

Gregory había sido novio de Ángela. Cuando se enteró de que ella se encontraba enferma, no tuvo la fortaleza para acompañarla.

Esta actitud de Gregory molestó mucho a la familia de Carol y Ángela, en especial a la madre, una andina de carácter muy fuerte y de quien se decía era una bruja malvada.

Parece ser que Ángela estuvo muy enamorada de Gregory y este al no corresponderle en su momento de mayor angustia, hizo que la depresión acelerara el desenlace fatal.

En las últimas horas de Ángela, Carol estaba a su lado y le juró que la vengaría, que haría de la vida de Gregory algo tormentoso.

Cuando culmino todo lo que tenía que ver con la sepultura del cuerpo de Ángela, Carol se fue inmediatamente a buscar a Gregory para enfrentarlo, reclamarle porque fue tan malvado con su hermana.

Gregory vivía en el centro de la ciudad en un pequeño apartamento compartido con su hermana Milagros, una joven de 17 años. Ambos eran oriundos de una ciudad llanera del país.

Al llegar a la puerta del apartamento, Carol golpeo con furia y llamaba a gritos a Gregory.

Al abrirse la puerta, una luz y una brisa golpeó suavemente el rostro de Carol y sus ojos brillaron de una forma angelical.

El que había abierto la puerta era el mismísimo Gregory con su pecho descubierto por estar haciendo ejercicios.

La silueta de aquel hombre sorprendió a la mujer y todo lo que iba a decir se esfumó.

Gregory, la invitó a pasar mientras que le daba las condolencias. Milagros se acercó y la abrazó expresando su sentir.

Carol rompió a llorar y hubo necesidad de sentarla en un viejo sofá verde que se encontraba cerca del balcón.

Milagros y Gregory se preocuparon mucho y le dieron la mejor atención posible, incluso quisieron llevarla al médico, pero Carol se negó.

El trato fue tan amable y el físico del hombre fue tan espectacular, que la mujer se fue sin armar un escándalo, ni siquiera expresó la razón de su visita.

Pasaron dos años para que Gregory y Carol se volvieran a encontrar. Esto sucedió en una reunión en un espacio para la exhibición de fotografías. Ambos eran fanáticos de las fotografías y ese evento era muy llamativo; no podía pasar desapercibido por ambos.

Este segundo encuentro fue la mecha que detonaría la dinamita del amor. Carol estaba tan hermosa, que era imposible no voltear a verla.
Igual pasaba con la elegancia de Gregory, Carol no podía evitar perseguirlo con la mirada.

Todas esas miradas terminaron en un acto matrimonial y la llegada de Luis.

¡Ah! Y la señora andina, Felicia, la madre de Carol, también se mudó con ellos.

Gregory venía de una familia que era muy creyente de los eventos paranormales. De hecho, Gregory era considerado un brujo entre sus amigos y era muy buscado para dar consultas esotéricas.

Tenía cierto don para saber las cosas antes de que pasaran y ese mismo don le servía para enterarse de cosas que le pasaban a los demás.

El hombre no se equivocaba, pero ese don no le funcionaba con su amada esposa y su detestable suegra. Además, él quería alejar esas actividades de su nueva vida de casado.

El evento

Justo el día en que Luis cumplía cuatro años, se acercó a su padre y le comentó que su abuelita estaba muerta.

Pero lo que más llamó la atención fue que lo dijo de forma alegre, como si fuera una buena noticia.

Gregory se sorprendió y fue de inmediato en busca de la suegra a ver si le había pasado algo, encontrando a la misma conversando con Carol en la cocina.

Gregory volvió donde estaba Luis y pensó mientras veía al muchacho que eran juegos de niño y que no debió tomarlo en serio.

Lo que le llamaba la atención era que el niño lo había dicho de forma alegre, como cuando alguien se quita un peso de encima.

Gregory estaba claro que la suegra no era muy afectuoso con el nieto y que cada vez que Luis se acercaba a la señora, esta lo alejaba con gestos antipáticos, muy pocos cariñosos. Esto había causado que el niño no buscara mucho a su abuela.

Ese mismo día se celebraba Halloween y Carol decidió bañar a su hijo para colocarle un disfraz y salir junto con Gregory a festejar.

Después de darle el baño al niño, Carol lo llevo a la habitación matrimonial y lo monto en la cama para vestirlo.

Mientras la madre le colocaba la ropa interior a Luis, este señalando la mesa de noche, le preguntó a la madre quien era la mujer triste que estaba sentada en la mesa de noche.

Carol, sorprendida, volteo para ver la mesa y no vio a nada. Inmediatamente, le dijo al niño que allí no estaba nadie.

_Humo

Pero el niño insistió que allí estaba una señora de lentes.

Esto hizo que un escalofrío intenso recorriera toda la piel de Carol y de inmediato levantó a su muchacho y fue corriendo donde Gregory que leía la prensa en la sala.

Gregory al escuchar lo acontecido se dirigió a la habitación matrimonial y no observo nada anormal en el sitio.

—Es la imaginación del niño— Exclamó Gregory dirigiéndose a Carol.

Todos se vistieron a excepción de la señora Felicia y se fueron a festejar la noche de Halloween.

La muerte

Todo fue diversión, alegría, visitaron plazas, centros comerciales y cuanto espacio público que tuviera una celebración por el día.

En una de esas visitas, Luis le volvió a expresar a Gregory que su abuela Felicia estaba muerta.

Esta vez lo escucho Carol y se alarmó porque al salir de casa Felicia le había indicado que se acostaría porque no se sentía bien.

Gregory le expresó a Carol, que no se preocupara, que otra vez la imaginación del niño estaba alborotada. Carol le hizo caso, pero con cierta inquietud.

Gregory la estaba pasando muy bien y no quería volver a casa para ver a la vieja.

Pasadas unas horas, llegaron a casa y notaron que todas las luces estaban apagadas, la oscuridad reinaba en el lugar.

Carol se dirigió de inmediato a la habitación de la abuela y desde allá se escuchó un grito espeluznante; el dolor embargaba a Carol.

La abuela había muerto.

El reclamo

Mientras Gregory se sumergía en la interrogante de como Luis supo que su abuela había muerto, llegó un empujón provocado por Carol junto con la acusación de que él era el culpable de la muerte.

Le acusó de no haberla querido nunca y de que más de una vez había tenido actitudes de agredir a su señora madre.

Gregory no respondió al ataque, prefirió callar para no complicar el momento y decidió apartarse de Carol hasta que las aguas se hubiesen calmado.

Luis estaba muy temeroso en la sala cuando el cuerpo de su abuela fue retirado por la gente de la funeraria. Eso lo dejo pasmado, no entendía por qué a su abuela la habían metido en una bolsa negra. Siguió con la vista a la bolsa hasta que fue ingresada en una furgoneta. Esa imagen quedó en su memoria hasta ya adulto.

El tiempo

De allí en adelante los días comenzaron a transcurrir muy rápido y junto con ello estaban las contantes peleas de la pareja.

Gregory recurrió a la bebida y a las ausencias en el hogar y Carol comenzó a inyectarle al niño ideas contra su padre, el odio en la mujer estaba a flote con todo su esplendor.

Lo insólito de todo esto era que la familia comenzó a crecer, llegaron los hermanos de Luis y estos crecieron también bajo la atmosfera del odio contra el padre.
Luis de alguna forma era inmune a las palabras de la madre, su amor por su padre era inmenso.

Gregory amaba esa mujer y esto lo cegaba, no le permitía ver la maldad de Carol. Él solo quería llevar adelante a su familia y trabajó muy duro para ello.

Los muertos

Luis creció y cada 30 de octubre, el día de Halloween, le celebraban su cumpleaños.

Pero había algo que a Luis no le gustaba, algo que le causaba pavor. Cada celebración de su cumpleaños, justo cuando le cantaban el cumpleaños alrededor de la torta o pastel, llegaba un visitante que solo él veía y siempre era distinto cada año.

Los ataques de Carol a Gregory fueron disminuyendo, ya no eran tan explosivos, parecía que todo se había calmado.
Pero la relación se fue enfriando, Gregory no se sentía amado y busco refugio con una compañera de trabajo.

Carol lo sabía y su mente perversa maquinaba algo que no salía a la luz, solo su mirada siniestra mostraba el horror.

_{Fotos CANVA}

Luis comenzó a recibir más visitas de esos extraños seres, pero no solo él vivía esos eventos, sus hermanos comenzaron a padecer lo mismo y esto fue tema de conversación entre ellos y que nunca se les transmitió a los padres por miedo a que se les tildara de locos.

Con el tiempo notaron que las personas que veían eran vecinos y familiares recién fallecidos. Más tarde aparecieron otros no tan cercanos o desconocidos.

La confesión

Pasaron los años y la familia se volvió totalmente disfuncional, el amor estuvo ausente en el hogar y el contacto físico y las conversaciones entre Carol y Gregory descendieron a la mínima expresión.

Para todos los conocidos, eran la familia perfecta, pero dentro del hogar todo era un infierno y eso comenzó a reflejarse en el fracaso económico y en la salud. Gregory no lo soporto y murió de un infarto.

En ese momento la familia se unió en un solo llanto, el arrepentimiento se hizo presente y los sentimientos de culpa embargaban a todos.

Al noveno día de la muerte de Gregory, Carol llamo a Luis y le expresó unas palabras que cambiarían la vida del joven.

Carol le contó sobre su hermana fallecida, de los deseos de venganza y de su empeño de hacer infeliz a Gregory; la culpa la mataba, necesitaba confesar todo.

Luis escuchaba con atención y cada palabra que salía de la boca de su madre lo sorprendía mucho más.

Las cosas eran peores de lo que él sabía y para colmo Carol le dijo que la abuela Felicia había hecho un conjuro para que todo producto de la unión entre su padre y ella fuera dañado y allí entraban los hijos; la abuela atentó contra su propia descendencia.

La maldición

Luis se fue de la casa, no podía entender tanta maldad contra su buen padre y menos contra él y sus hermanos.

La maldición de la abuela se había cumplido, Gregory murió siendo un hombre muy infeliz, Carol murió por un cáncer que la hizo sufrir por años, los dos hermanos de Luis murieron sin dejar descendencia; ambos por enfermedades brutales.

Y Luis, siguió su vida llena de amor para con todos, como tratando de enmendar lo malo en la familia y cumpliendo años el día de Halloween, rodeado de seres conocidos y no tan conocidos, viviendo eventos paranormales e interpretando que todo lo que percibía era por un don.

Una historia creada para Hispaliterio 12 / Halloween en hive, en la que se resalta que la maldad está en los vivos y no en los muertos.

Invito a @yenmendt y a @jomarbym para que se unan a la incitativa con sus fabulosas letras.

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El universo les bendiga con salud, amor, y prosperidad.