El Short del Desnudo [Also in English]
Un hombre acostado todo el día sin hacer nada y/o pensando en la inmortalidad del cangrejo, como decía mamá, ese hombre no soy yo.
Te cuento que cuando leí la iniciativa de nuestra admirada @charjaim hace cuatro días, quise escribir mi participación de forma inmediata. Pero apareció mi otro yo y me dijo: "acuérdate del orden, de lo planeado, de la organización. Culmina que lo que tienes ahora y después participas". Y tenía toda la razón por que eso del desorden no es conmigo; una persona desordenada, esa persona no soy yo.
Cuando me senté frente a la hoja en blanco del procesador de texto llegaron a mi mente una cantidad astronómica de recuerdos en donde se mostraban lo que no soy y a continuación les contaré algunas.
Cuando trabajaba en Barquisimeto, Venezuela, para un grupo maderero, recuerdo que una vez el presidente del grupo le dio un paseo a un visitante del exterior por todas las instalaciones. Al pasar frente a mi oficina, el visitante pidió detenerse porque algo lo perturbó. Todas las oficinas tenían paredes de cristal, por lo tanto, todo lo que se hacía en las oficinas estaba a la vista de todos.
Según me contó Giovanni (el presidente del grupo), el visitante se detuvo porque me vio mirando para el techo y hablando solo. Prácticamente, estaba sentado con mi espalda o prácticamente estaba acostado en la silla. Eso hizo que el visitante expresara que yo no mostraba actitud de un buen trabajador, que si él fuera el jefe me despediría de inmediato.
Giovanni le respondió: “allí en donde vez a ese empleado, él está trabajando, está procesando alguna solución o está construyendo una idea para el negocio”. Ese jefe me conocía bien porque ese empleado sí era yo. Mi mente está en una constante actividad en búsqueda de soluciones, ya sea en lo laboral o en lo personal. O sea, que lo que pensaba el visitante, de que yo era un ocioso, pues era una equivocación porque esa persona no soy yo.
Cuando vi por primera vez a la que fue mi segunda esposa, fue en una empresa publicitaria. Ella pertenecía a la fuerza de ventas y yo estaba allí porque había sido llamado para ser la voz de un comercial. Cuando esa mujer pasó frente a mí se me arrugaron los calcetines. Me puse nervioso y hasta me volví tartamudo. Definitivamente, ese no era yo. Lo peor es que la chica de abusadora se dio varias pasaditas frente a mí. Que tortura.
Debo ser sincero, ella era bella, con 1.73 metros de hermosura y tenía un encanto especial. Me había atrapado y de alguna forma yo también la había cautivado. Vaya usted a saber con qué. Solo había un detalle, no siempre nos gustaban las mismas cosas y eso hacía que uno de los dos cediera a las peticiones del otro. Claro está, la mayoría de las veces yo cedía. Esa mujer me gustaba mucho.
Recuerdo que, en esos días de amores, Juan Luis Guerra vino a Venezuela y nosotros habíamos adoptado como nuestra una canción de él; La Bilirrubina. No había fiesta, reunión en que no salieramos a bailarla e incluso la bailamos en un centro comercial. Juan Luis hizo varias presentaciones y una fue gratis en la ciudad universitaria en Caracas, frente al rectorado. Ella se antojó de ir al evento.
Fuimos de los primeros en llegar. Bailar las canciones del merenguero, bachatero tocando en vivo era como un sueño. Yo había ido a muchos conciertos de famosos, pero siempre buscaba un sitio estratégico para disfrutar del show. Nada cerca de la tarima.
Bueno, volviendo a la UCV, como fuimos de los primeros en llegar, nos gozamos todo lo que era los preparativos del mismo y lo hicimos casi que montados en la tarima. Luego comenzó a llegar un mar de personas y en todo ese amplio espacio no cabía una aguja.
Aparecieron los artistas y comenzó el show y con ello un desorden monstruoso. A la chica y a mí nos estrellaron con las bases de la tarima, luego fuimos arrastrados hacia atrás. Eso era la locura, no podíamos estar quietos y la mayoría estaba viviendo lo mismo que nosotros. No podíamos disfrutar.
Decidí salir de ese tormento. Tomé la mano de mi acompañante y nos dirigimos con dificultad hacia un lado de la tarima. No veíamos bien a Juan Luis, pero no estábamos sufriendo los empujones. En ese momento me cuestioné. ¿Qué carrizo hago yo aquí si ese bululú no es lo mío? Agarré a mi chica, bailamos nuestro tema y me la llevé de ese berenjenal. Ese tipo que estaba en ese desorden no era yo. Más tarde hablando con ella establecí mis condiciones, lo que me gustaba y no me gustaba. Llegamos a feliz acuerdo que duro hasta el feliz divorcio.
Cuando mi amigo Tito se divorció, me invitó para celebrar semejante acontecimiento. Fui a su apartamento de divorciado con un par de frascos y me encontré con el terror. Mi gran amigo es una persona noble, inteligente, solidario, trabajador y completamente desordenado. Lo último lo descubrí en ese momento. Bebiendo los tragos se le ocurrió compartir el apartamento conmigo, ya que yo estaba recién divorciado. Pero que va. Yo podía estar que me caía de la PEA, pero aceptar esa invitación era pecado mortal. Yo contribuir con el desorden y la falta de limpieza; jamás. Esa persona no soy yo.
En una oportunidad, un grupo de amigos nos fuimos para la isla de Margarita, Venezuela. Éramos sin exagerar 60 personas que alquilamos dos buses para salir de Caracas a esa hermosura. Una de mis tantas locuras que he gozado en mi vida. Nos bañamos en todas las playas, comimos y bailamos en todas partes, hicimos desastres.
En una de las playas, creo que fue en La Restinga, con mucho alcohol en el coco, todos, chicas y chicos, hicimos competencia para ver quién nadaba más lejos. Pues allí estaba este catire. Pasado un buen rato de echar vaina en el mar, decidimos devolvernos a la orilla. Pero el mar no nos quería dejar ir. La resaca fue tenaz. A todos nos costaba salir. Recuerdo que me cansé de nadar y el otro rollo, era que el short de baño se deslizaba hasta los pies, me estorbaba para moverme. Entonces se me ocurrió la flamante idea de quitarme la única prenda que me vestía. Me los amarré a un brazo y comencé de nuevo mi intento de salir del aprieto en que me encontraba.
Nadaba con fuerza, pero no veía que avanzaba. Utilicé todas las estrategias, buscaba ir en dirección diagonal, pero nada. Use todos los estilos, mariposa, espalda, libre y nada. Me faltó el sincronizado. Cada vez estaba más lejos de la orilla donde estaban todos preocupados. Las chicas lloraban y los muchachos se organizaban para rescatarme. Lo último que vi fue cuando Javier y Marco se lanzaron al mar con una cuerda. En ese momento me desmayé. Pero no porque pensaba que me iban a ahorcar o que me amarrarían a un bloque en el fondo del mar, era porque las fuerzas ya no me daban.
30 años después, la mayoría no reencontramos en casa de Maigualida. Hicimos una parrillada y comenzamos a recordar nuestras locuras. Entonces salió la que no debía salir. Adriana, la más alta de todas, preguntó: ¿quién fue aquel que casi se ahogó en Margarita? A ese lo sacaron desnudo. Y en sus manos estaba mi short. La degenerada lo había guardado como recuerdo. Yo, en un rincón escondido, decía en voz baja: ese loco no era yo.
Son muchas las cosas que no soy, pero lo más hermoso es que sí sé quién soy y eso es lo que me gusta y me hace feliz.
Me he divertido recordando y escribiendo esta mi participación.
Todos los Derechos Reservados. © Copyright 2024 Germán Andrade G.
Contenido original escrito para:
Iniciativa 23/ Esa Vida Nuestra/ Ese no soy yo o Esa no soy yo por @charjaim.
Mi invitación cordial para @yenmendt, @felixmarranz, @numa26 y @brujita18.
Imágenes propias editadas usando CANVA.
El GIF que parece en la portada en inglés fue creado usando PhotoCartoon.
El GIF al final de la publicación fue creado usando CANVA.
Es mi responsabilidad compartir con ustedes que, como hispanohablante, he tenido que recurrir al traductor Deepl para poder llevar mi contenido original en español al idioma inglés. También, hago constar que he utilizado la herramienta de revisión gramatical Grammarly.
English
A man lying down all day doing nothing and/or thinking about the immortality of the crab, as mom used to say, that man is not me.
I tell you that when I read the initiative of our admired @charjaim four days ago, I wanted to write my participation immediately. But my other self appeared and told me: "to remember order, planning, and organization. Finish what you have now and then participate". And he was right because that messy thing is not me; a messy person, that person is not me.
When I sat in front of the blank page of the word processor, an astronomical amount of memories came to my mind showing what I am not, and I will tell you some of them below.
When I was working in Barquisimeto, Venezuela, for a lumber group, I remember once the president of the group gave a visitor from abroad a tour of all the facilities. As he passed in front of my office, the visitor asked to stop because something disturbed him. All the offices had glass walls, so everything that was done in the offices was in full view of everyone.
According to what Giovanni (the president) told me, the visitor stopped because he saw me looking at the ceiling and talking to myself. I was practically sitting with my back or practically lying on the chair. That made the visitor express that I did not show the attitude of a good worker, that if he were the boss he would fire me immediately.
Giovanni replied: "Wherever you see that employee, he is working, he is processing some solution or he is building an idea for the business". That boss knew me well because that employee was me. My mind is constantly on the lookout for solutions, whether it is work-related or personal. So, what the visitor thought, that I was an idle person, was a mistake because that person is not me.
When I saw my second wife for the first time, it was in an advertising company. She belonged to the sales force and I was there because I had been called to be the voice of a commercial. When that woman passed in front of me my socks crumpled. I became nervous and even stuttered. That was not me. The worst part is that the bully girl made several passes in front of me. What torture.
I must be honest, she was beautiful, 5'7", and had a special charm. She had captured me and somehow I had also captivated her. Who knows with what? There was just one detail, we didn't always like the same things, and that made one of us give in to the other's requests. Of course, most of the time I gave in. I liked that woman a lot.
I remember that, in those days of love, Juan Luis Guerra came to Venezuela and we had adopted one of his songs as our own; La Bilirrubina. There was no party, no meeting where we didn't stop to dance to it and we even danced to it in a shopping mall. Juan Luis made several presentations and one he did for free in the university city in Caracas, in front of the rectorate. She wanted to go to the event.
We were among the first to arrive. Dancing to the songs of the Merengue man playing live was like a dream. I had been to many celebrity concerts, but I always looked for a strategic place to enjoy the show. Nothing near the stage.
Well, going back to the UCV, as we were among the first to arrive, we enjoyed all the preparations for the show and we did it almost mounted on the stage. Then a sea of people began to arrive and in all that wide space there was no room for a needle.
The artists appeared and the show began and with it a monstrous mess. The girl and I were smashed against the bases of the stage, then we were dragged backward. That was madness, we couldn't stand still and most of them were experiencing the same thing we were. We couldn't enjoy ourselves.
I decided to get out of that torment. I took my companion's hand and we walked with difficulty to one side of the stage. We could not see Juan Luis well, but we were not being pushed. At that moment I asked myself, what the hell am I doing here if this is not my thing? I grabbed my girl, we danced to our song and I pulled her out of the mess. The one in that mess was not me. Later, talking with her, I established my conditions and what I liked and what I didn't like. We came to a happy agreement that lasted until the happy divorce.
When my friend Tito got divorced, he invited me to celebrate the event. I went to his divorced apartment with a couple of mugs and was met with terror. My great friend is a noble, intelligent, caring, hard-working, and completely messy person. The latter I discovered at that moment. Over drinks, he came up with the idea of sharing the apartment with me since I was newly divorced. But no way. I might have been falling drunk, but accepting that invitation was a mortal sin. I would never contribute to the mess and lack of cleanliness. That person is not me.
On one occasion, a group of friends went to Margarita Island, Venezuela. We were, without exaggeration, 60 people who rented two buses to leave Caracas for that beautiful place. One of the many crazy things I have enjoyed in my life. We bathed on all the beaches, we ate and danced everywhere, we made disasters.
On one of the beaches, I think it was in La Restinga, with a lot of alcohol in the coconut, all of us, girls and boys, were competing to see who could swim the farthest. After a while swimming in the sea, we decided to go back to shore. But the sea did not want to let us go. The undertow was tenacious. We all had a hard time getting out and I was no exception. I remember I got tired of swimming and the other problem was that my swimsuit was slipping down to my feet and getting in the way. So I had the bright idea to take off the only piece of clothing I was wearing. I tied them to one arm and began again my attempt to get out of the predicament I was in.
I swam hard, but I could not see that I was making any progress. I used all the strategies, I tried to go diagonally, but nothing. I used all the strokes, butterfly, backstroke, freestyle, and nothing. I missed the synchronization. I was farther and farther away from the shore where everyone was worried. The girls were crying and the boys were organizing to rescue me. The last thing I saw was when Javier and Marco threw themselves into the sea with a rope. At that moment I fainted. But not because I thought they were going to hang me or tie me to a block at the bottom of the sea, it was because my strength gave out.
Thirty years later, most of us met again at Maigualida's house. We had a barbecue and started reminiscing about our madness. Then the one who was not supposed to come out came out. Adriana, the tallest of us all, asked: who was the one who almost drowned in Margarita? They took him out naked. And in his hands were my shorts. The degenerate had kept it as a souvenir. I, in a hidden corner, said in a low voice: that madman was not me.
There are many things that I am not, but the most beautiful thing is that I do know who I am and that is what I like and makes me happy.
I have had fun remembering and writing this my participation.
All rights reserved. © Copyright 2024 Germán Andrade G.
The original content was written for:
Initiative 23 / That Life of Ours / That's not me or That's not me. by @charjaim.
My cordial invitation to @yenmendt, @felixmarranz, @numa26 and @brujita18.
Own images edited using CANVA.
The GIF on the English cover was created using PhotoCartoon.
The GIF at the end of the post was created using CANVA.
It is my responsibility to share with you that, as a Spanish speaker, I have had to resort to the translator Deepl to translate my original Spanish content into English. I also state that I have used the grammar-checking tool Grammarly.
Que buena historia y la manera en que definimos nuestro criterio será la clave para saber que uno no es.
Que curioso me imaginé la historia y usted en el bululu de gente.
No mi querida Génesis (@getheenspring), no me verás en un bululú, qué va, ese no soy yo.
Gracias mi linda por tu amable visita.
Cariños desde este lado del planeta.
Pero que cuentos más buenos tienes tu amigo😁 es un deleite detenerse a leer cada una de tus historias, te imagino bailando tu bilirrubina, te imagino huyendo de la casa del desorden de tu amigo y me imagino cuando te sacaron las caras de tus amigos 🤣 esa es tremenda anécdota pero lo más interesante, en ninguna de esas fuiste tú 🤣🤣🤣 Gracias por la invitación😉
Lo que te puedo decir en mi defensa mi querida Marcia (@brujita18) es que mi vida ha sido divertida y me divierto mucho más al contarla. Todavía hay muchísimos más cuentos.
Gracias por tu bonita visita. Cariños desde este piso 18 en donde casi le doy la mano a Dios.
Jajajaja jajaja ya te ví dándole la mano a papá Dios. Fue muy divertido como siempre leerte amigo saludos desde mi rinconcito👻
Hola @germanandradeg me encantan todas esa historias llenas de anécdotas que nos traes, muy divertidas imaginar cada una de ellas, gracias por compartirlas. Un saludo con mucho cariño.
Mira qué casualidad, enviando un comentario que hice en una de tus publicaciones y al mismo tiempo aparece un comentario tuyo. Estamos conectados mujer.
Gracias por pasar, lo valoro mucho.
Si vale, que casualidad, gracias a ti por compartir tus letras, debo hacer también mi participación.
Amigo como siempre me sorprendes. Me he reído de todas tus anécdotas, pero la última fué la mejor jajaja. Cada día escribes mejor. Te inspirarte a recordar y lo mejor de todo es ese no eres tu. Un abrazo y excelente participación.
Elaiza ( @elamaria), gracias mi corazón de melón, tu visita y comentario, son importantes para mí.
Desde este lado del planeta te envió mi cariño en cantidades industriales.
🥰🥰🥰
Saludos a German y al que no es, pero por momentos lo puso en aprietos o le hizo sentir lo que al final sí es. Quiero participar en esta iniciativa, pero los apagones de esta semana me tienen en un nivel demasiado corrosivo para dejarlo plasmado en un bloque encadenado.
Un abrazo @germanandradeg.
Lamento leer eso mi querido amigo. Esperemos que el cambio proceda y que todo mejore.
Y yo me he divertido leyendo, de verdad que tu estilo de redacción le quita el cansancio a cualquiera, me imagino cómo será una conversación cara a cara. El orden es muy importante, sin embargo, recién vi un video donde alguien comentaba que el fanático del orden tiene en el fondo un desorden emocional, pero se refería, realmente, al obsesivo compulsivo. Lo importante es no exagerar. Ese individuo que te vio en la oficina hizo una observación casual y de allí sacó una conclusión falsa, muy bueno el ejemplo de por qué no es bueno suponer. Tienes razón, es importante estar claro con quien se es. Gracias por contarnos.
Saludos cordiales.
Cuanta alegría me da leer que mis locuras en letras te hagan quitar el cansancio mi estimada @charjaim. Gracias a ti amiga por tus geniales iniciativas que nos hace revisarnos, recordar y también reír.
También gracias por permitirme participar.
Dios bendiga tu hogar.
Thank you very much!
Esta es la participación con la que más me he reído 😂🤣, que cantidad de anécdotas tan graciosas y variadas. Según vi en los comentarios, la del short va ganando, menos mal no pasó a mayores. Qué risa la amiga que se quedó con eso 🤣. Eso es lo divertido de vivir, que cuando pasan décadas y se vuelven a reunir, recuerdan todas las locuras y se ríen. Saludos, @germanandradeg 🤗.
¡Hola Vanessa (@vezo)!
No tienes idea de lo mucho que me divertí recordando y escribiendo todo eso que has leído. Me han pasado tantas locuras que en estos días se me ocurrió hacer una biografía. Como si alguien quisiera leerla. Bueno, como sea ya estoy en conversación con una amiga editora que está más loca que yo y el libro va. Veremos cuando tarda ese asunto.
Que bueno que te has divertido con el texto y que bueno ha sido verte de visita con ese maravilloso comentario.
Mil gracias.