Saludos a todos los miembros de la comunidad, ¿cómo están? Hablar sobre los órdenes del amor me resultó interesante porque está especialmente enfocado en el tema de la familia que me parece uno de los más importantes, siendo esta uno de los pilares en la sociedad y es dentro de esta donde aprendemos sobre el mundo, a relacionarnos con los demás, sobre el lenguaje… son tantos aspectos que me hacen preguntarme por qué con el paso del tiempo pareciera ser que las personas han dejado de darle la importancia que se merece como si no estuviesen conscientes del papel fundamental que juegan respecto al crecimiento de los niños, al menos desde mi punto de vista. De hecho, lo que somos a nivel personal y nuestra forma de comportarnos, se encuentra vinculada estrechamente a lo aprendido en la niñez, razones por las cuales conversar sobre la familia debería ser un hábito dentro de la sociedad.

Crecer en una familia unida me dio la oportunidad de entender desde temprana edad que la cercanía era una prioridad, no solamente desde el punto de vista físico al buscar estar reunidos para fechas especiales como cumpleaños y festividades varias, sino también en relación al aspecto espiritual mostrando apoyo ante dificultades, dejando las diferencias a un lado para dar una palabra de aliento con independencia de problemas que hubiesen aparecido con anterioridad. Esta es una de las enseñanzas que atesoro, comprender que no siempre vamos a estar de acuerdo en todo, que se pueden presentar discusiones entre los miembros del grupo familiar, pero al final del día, siguen siendo parte de la familia y hay que aprender a convivir con ellos independientemente de las diferencias. Claro está, existen momentos en donde deben marcarse ciertos límites ya que es común que haya algunos que no tengan el mismo respecto sobre la vida ajena, pero esa es la magia de las familias, consigues de todo un poco.

Sin embargo, hay algo negativo sobre esto… la línea divisoria entre aceptar diferencias y seguir aguantando irrespetos por parte de determinadas personas porque son familia se vuelve un poco difusa a menos que se hable sobre ello, simplemente aprendes a dejar ir, a no prestarle importancia para no volverlo un problema aunque puede que ya lo sea sin querer aceptarlo. Por fortuna en mi familia no se han presentado situaciones extremas, solamente comentarios incómodos que nunca tuvieron necesidad de existir partiendo de la base que cada quien tiene derecho a hacer su vida de la mejor manera que encuentre y no es problema de nadie más, pero me hubiese gustado que al crecer se enfatizara en eso de que no importa que una persona sea familia mientras estés perdiendo parte de tu paz al tenerlo cerca, algo a lo que de tener hijos sin duda alguna le daría importancia porque la salud mental debe ser lo primero.

No sé ustedes pero ahora ese perro me da miedo...

En mi familia nunca existió eso de que las únicas personas que me podían corregir eran papá y mamá, crecí sabiendo que independientemente de quién se tratara, a los mayores se les respetaba haciéndoles caso en lo que dijeran, no aplicando esto sólo en la familia. Fui de hacer pocos berrinches porque no me gustaba recibir regaños, intentaba evitar el encontrarme envuelta en estas situaciones, aunque igual siempre tenemos momentos en donde creemos saberlo todo y terminamos metidos en algún problema. Resulta curioso, ahora que he crecido, estar experimentando esto pero como un adulto que es respetado y considerado como figura de autoridad por los más pequeños, incluso tengo una prima en la Isla de Margarita que me llama tía por la notoria diferencia de edades, me escucha al llamarle la atención cuando está haciendo algo indebido pero igual a veces responde con esa picardía presente en los niños para intentar darle la vuelta a la tostada.

Por lo que me cuentan mis padres, tuve mucha suerte, porque ellos crecieron con miedo de faltarle el respeto a algún familiar por las graves consecuencias, por aquella época no había tanta libertad para relacionarse entre los jóvenes y adultos porque responderle de una forma que no se considerara adecuada a alguien mayor de la familia hasta haciendo un gesto de manos podría ser castigado. Es algo que agradezco ya que soy una persona muy humorística, me gusta echar broma como decimos acá en Venezuela, no imagino lo que me hubiesen hecho en esos momentos por hacerle cosquillas a mi abuela, esconder los tabacos de mi abuelo para que dejara de fumar, bromear con que una de mis tías está entregada al alcohol… probablemente me daban unos cuantos correazos. No creo que el uso de correctivos físicos sea necesario para que se respete el orden jerárquico dentro de las familias, sé que muchos todavía los usan, pero ¿cuál es la necesidad?

Para mí tiene mayor sentido que desde pequeños los niños vayan comprendiendo la idea del respeto porque todos merecen ser respetados, enseñarles que respetar a los mayores se debe a que ellos no tienen la misma capacidad para identificar factores de riesgo, que no se trata simplemente de seguir las órdenes de la autoridad por ser autoridad sino que hay razones detrás de ello, porque de lo contrario aprenden el respeto como algo que se debe hacer por miedo a sufrir castigos físicos. No puedo decir que mis padres nunca me pegaron porque sería mentira, recuerdo solamente dos ocasiones puntuales, pero a parte de estas, no necesitaron de usar correctivos físicos para que siguiera sus indicaciones, en su lugar me daban explicaciones, creo que una de las primera experiencias que tuve con el razonamiento crítico fue aceptar que había momentos en los que mis padres no tenían dinero para comprarme todo lo que quería.

Esto fue en la fiesta de graduación de mi prima.

He desarrollado dinámicas con los miembros de mi familia que son diferentes entre sí y gracias a ellas conseguí un equilibrio relativo entre todos, haciendo ciertas concesiones, marcando límites indispensables, al ser seres humanos cada uno tiene su personalidad por lo que el modo en que se convive no es el mismo, es como saber con quiénes puedes bromear en determinadas situaciones y con quiénes es mejor no decir nada porque se van a molestar aunque no haya sido esa la intención. Nadie te enseña el arte de balancear la vida, puede que existan muchos libros al respecto pero es imposible que te preparen para enfrentarte a las variantes que se te presentan, es por eso que debe entenderse como un aprendizaje constante, descubriendo la fórmula que mejor te resulte. Yo puedo decir tranquilamente que conseguí una que aplica para mi familia, desde hace años que he vivido en paz con ella sin importar las dificultades que atravesemos ni los dramas familiares, quedando un inmenso cariño del cual disfrutar al máximo.

Muchas gracias por leer mi publicación, espero que estén bien y nos encontremos en una siguiente oportunidad.

Las fotos son mías y la portada fue editada usando la página de Canva.