Saludos a todos los miembros de la comunidad, ¿cómo están? Los profesores siempre se han encontrado presentes en cada una de las etapas de mi vida desde que estaba pequeña ya que la educación para mis padres ha sido muy importante desde un principio, querían que fuese alguien con una buena formación académica. Crecer de esta manera hace que le tengas un particular respeto a aquellos que imparten el conocimiento porque tienes en cuenta ese gran regalo que te están dando y gracias al cual estás creciendo… pero puedo decirles que a veces me gustaría haberme olvidado de todo eso. Cualquiera esperaría un mínimo de respeto hacia los estudiantes, no cualquiera debería estar en una posición de gran poder como lo es encontrarte en un aula de clases supuestamente brindándoles a las nuevas generaciones información relevante para defenderse en la vida.

Miren, estoy segura de que muchos nos hemos encontrado con profesores que quedarán marcados en nuestra memoria y no por buenas razones, como dice ese dicho en mi país: ‘En la viña del Señor hay de todo’ incluyendo malos profesores que creen estar encima de los demás simplemente por el hecho de ser profesores, mostrándote actitudes que son inaceptables. Una de las peores cosas que puedes hacer cuando estás en la presencia de uno con estas características es pretender negar lo que está diciendo, esto lo aprendí por experiencia propia, se siente como si estuvieses intentando luchar contra un dragón que escupe fuego y la única herramienta que tienes para ayudarte en esta tarea es tu palabra, ni siquiera tus manos, tratar de calmar a una fiera usando la razón cuando claramente no es capaz de razonar podría considerarse un imposible.

Yo soy de la clase de personas que trata de evitar el conflicto a toda costa, no me gusta, sin embargo, he tenido que sacar algo de valentía para alzar mi voz ante esas injusticias que nos pasan a los estudiantes, como por ejemplo, que un profesor no te quiera aceptar una de las respuestas del examen porque piensa que en realidad no le respondiste pese a que la respuesta se encuentra simplemente allí. Cuando te das cuenta que no estás solo y otros de tus compañeros se encuentran en la misma situación que tú, piensas que quizás haya algún tipo de esperanza para que el profesor se dé cuenta de su error, pero no es lo que sucede, tu corazón se acelera cada vez más cuando uno por uno tus compañeros de clase van cayendo ante las respuestas del profesor a sus quejas, dejando el aula de clase sumida en un completo silencio que al parecer nadie quería romper.

De ingenua pensé que si lo dejaba calmarse un poco sería capaz de defender mi caso sin que me gritara demasiado, sí, fui una tonta, porque al final terminó gritándome como lo había hecho con los demás aunque puede que no tan fuerte si lo comparamos con uno de los comentarios que le dijo a uno de mis compañeros, básicamente burlándose de que no le había sumado unos puntos que sí tenía acumulados de varias actividades adicionales al examen. Salí del salón echando humo, no sé si porque estaba molesta o porque sentía como si me hubiesen chamuscado, me arrepentí de haber hecho el intento por convencer al profesor de que mi respuesta estaba allí. Me hizo recordar a cuando uno no encuentra algo en la casa, le preguntas a mamá dónde está y termina buscándolo donde tú buscaste antes sin conseguirlo, la diferencia está en que a diferencia de ti, sí lo consigue.

La sensación de peligro que te inunda cuando estás enfrentando a un profesor es única y compleja, porque incluso cuando ganas la batalla, el peligro no se va, sigue allí, espera a un siguiente momento de vulnerabilidad de tu parte para explotarlo porque sabe que vas a caer en sus redes eventualmente. Este profesor tiene una forma de jugar con tu paciencia aprovechándose de que tiene el poder en el aula de clase, siempre pone alguna excusa cuando no tiene la respuesta a una pregunta que le haces de forma que no tenga que contestar, como cuando le dijo a una compañera de clase que la respuesta a su pregunta la había dicho antes de que llegara, esto porque había llegado tarde, pero nunca había dicho algo relacionado con lo que ella le estaba preguntando. Lo dice con un tono de burla evidente que a decir verdad nos hace reír.

¿Quién va a salvarnos de estos profesores? ¡Necesitamos unirnos!

Muchas gracias por haber llegado hasta acá, espero que estén bien.

La foto de portada fue editada usando la página de Canva.