Saludos a todos los miembros de la comunidad, ¿cómo están? Contar con buen humor y bienestar son desde mi punto de vista factores esenciales para poder llevar una vida saludables, en mi familia desde que tengo uso de razón siempre se ha hecho uso del humor para restar amargura a los momentos difíciles que podamos estar enfrentando en nuestro día a día, razón por la cual diría que es algo que se me da con naturalidad, pues descubrí que con una risa el estado de ánimo de una persona puede llegar a cambiar significativamente y a partir de allí comencé a tomarle gusto a intentar hacer reír a los demás hasta hacerme conocida dentro de los círculos donde me desenvuelvo como alguien humorista que está dispuesta a contar un chiste sin importar la situación.

La facilidad con la que me expreso usando el humor como recurso me ha causado para mi pesar algunos malos ratos porque no todo el mundo comparte estas interacciones, en cierto sentido este pequeño detalle ha ocasionado que me limite a mí misma por miedo a incomodar a los demás, pero actualmente no le doy tanta importancia como antes, pues si bien es cierto que cada quien tiene su forma de ser, en realidad no tiene nada de malo ser humorista cuando no le estás haciendo daño a nadie, sobre todo porque no soy de la clase de personas que tienda a hacer chistes hirientes sobre los demás como muchos que no saben la diferencia entre humor y faltar los respetos. El humor es algo subjetivo, está sujeto a opiniones personales, pero deberían existir ciertos límites.

Me he rodeado de personas con las cuales comparto el mismo sentido del humor porque de esta forma todos estamos cómodos, tomó algo de tiempo conseguir a los amigos que tengo ahora con los que bromeo todos los días sobre distintos temas, un poco de humor negro, bromas que solamente abogados y estudiantes de derecho podrían comprender… estas situaciones hacen que me llene de esa energía necesaria cuando estoy pasando por momentos duros respecto a mi salud mental porque a pesar de que me encantar ser esa persona que pone el humor sobre la mesa, también me gusta que alguien más sea quien lo traiga, son relaciones de dar y recibir. Las únicas veces que me he sentido molesta por tener cerca a alguien gracioso es cuando son irrespetuosos con los demás.

Cualquier podría decir que una persona que sabe contar chistes y bromear cuando todos a su alrededor están llorando debe ser muy optimista, pero la verdad es que nunca me he considerado como tal, porque a pesar de que siempre intento verle el lado positivo a eso que está pasando sin importar qué tan malo sea, en el fondo termino preparándome para lo peor de forma que esté preparada y eso no es muy optimista que digamos ya que nos estamos condicionando a que pase lo peor. De cualquier manera me aferro a aquello que he aprendido en mi camino para llegar a donde estoy, que es saber apreciar esas zonas negras y grises de la vida, no permitir que las dificultades acaben conmigo, siendo capaz de ver luz más allá de la oscuridad que en algún momento pueda estar rodeándome.

El humor ha sido una de las herramientas para sacarme a mí misma del hoyo en donde me encontraba hace un tiempo, pero al mismo tiempo tuve que reconocer que con este quise esconder ese profundo vacío que sentía, lo considero por esto como un arma de doble filo. Sin embargo, visualizando la clase de persona que siempre he querido ser, me hace sentir magnífico poder seguir contando con esa parte humorística de mí misma, así que puedo decir que a través del humor pude llegar a conectar de nuevo con mi esencia como persona. Desde mi punto de vista, es difícil ser feliz y encontrarse en una posición emocionalmente estable cuando eres incapaz de reír, es por eso que intento reír al menos una vez al día de ser posible.

¿Qué se pone en el medio de esta tarea? ¡Las preocupaciones! Me preocupo demasiado, a veces entiendo que no tiene sentido pero muchas otras me encuentro comiéndome la cabeza para resolver problemas que en realidad no están allí todavía, supongo que es lo que tiene sufrir de ansiedad, es difícil mantenerse en el presente enfocada en lo que está sucediendo a tu alrededor y dejar de lado ese pensamiento de un futuro que todavía no sabemos siquiera si llegará, pero aquí me encuentro, intentando hacerlo mejor a medida de que pasa el tiempo, gracias a la terapia he aprendido ejercicios que me ayuden a estar mejor emocionalmente de manera que mi vida no se convierta en una completa tortura, un proceso que quizás nunca se termine.

Honestamente, he vivido muchas situaciones en donde la risa me ha hecho sentir mejor, en especial aquellas donde termino riéndome de mí misma porque es una capacidad de la que estoy muy orgullosa, no hay nada mejor que haber cometido un error y poder reír sobre eso sin generar ningún tipo de inseguridad. Desde hace varios meses he estado en una posición complicada con los síntomas depresivos regresando, pero pasar tiempo con mi familia durante las vacaciones de navidad de ayudó mucho con esto, ellos son mi gente. Hubo un día en donde sí me pude reír de verdad desde que estábamos saliendo de la urbanización donde vivimos hasta encontrarnos de regreso por lo absurda que resultó ser la situación.

En un día que iba saliendo con mis tíos y mi papá en el carro de ellos, mi tío estaciona a un lado de la acera, como no venía escuchando la conversación, me encontraba perdida sobre lo que se supone que estaba pasando, así que cuando me dicen que me baje y mi tía me da una bolsa llena de botellas de vidrio de cerveza vacías, no sé por qué lo asocié de inmediato con el camión de basura que se encontraba a varios metros detrás de donde habíamos venido. Comencé a correr como una loca hacia el camión de basura con esa bolsa en la mano sin percatarme de que tanto mis tíos como mi papá me llamaban entre gritos y movimientos de manos, de verdad que no los escuché, me di cuenta de que algo estaba mal cuando terminé de darle la bolsa a una de las personas del camión.

Por fortuna entendí las señas que me pedían que me regresara con la bolsa, cuando llegué allá todos se estaban riendo de mí preguntándome que qué me había pasado, hasta una señora que se encontraba asomada en la puerta de su casa y tuvo oportunidad de ver el desarrollo de los eventos. Resulta ser que tenía que entregar la bolsa en un pequeño negocio que se encontraba justo al lado de donde nos habíamos estacionado, porque las iban a regresar. Lo que más risa me dio fue un comentario que hizo mi tía sobre que aparentemente quería darle el feliz año al muchacho al que le había dado la bolsa, que había salido ‘esmachetada’ como decimos por aquí a darle su abrazo… una pequeña equivocación la transformó en una historia de amor.

Muchas gracias por leerme, espero que estén bien.

Las fotos son mías, al igual que los vídeos a partir de los cuales se crearon los GIF, utilizando la aplicación GIFShop. La portada se editó utilizando la página Canva.