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Español

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Saludos, compañeros amantes de la literatura. Hoy les traigo mi participación en el concurso de Freewrite House titulado continúa la historia.

_{Puedes leer más sobre el concurso siguiendo este enlace:
https://peakd.com/hive-161155/@freewritehouse/continua-la-historia-17-de-julio-de-2022}

Aprovecho para invitar a @crisch23 y a @yelimarin. Titulé este relato como "No debiste gritarle", espero les guste.

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Fuente

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Taconeaba sus zapatos desesperada, mientras esperaba que le trajeran la cena. Siempre tenía esa necesidad de ser atendida antes que los demás, por lo que acompañarla al restaurante era una idea de la que su hermana estaba por arrepentirse. Cuando finalmente le trajeron su pedido, se puso a insultar al mesero al ver el contenido del plato…

Por el escándalo que hizo, más de algunos comensales se quejaron con el gerente. Aquel restaurante era un lugar con un ambiente familiar y no se podían tolerar escenas así; por lo tanto, el mismo gerente le solicitó a la mujer, y a su hermana, retirarse del lugar o llamarían a la policía.

Con el orgullo pegado en su frente, la mujer tomó sus pertenencias y se retiró con su acompañante. Muchos aplaudieron mientras ambas salían, resultando evidente la molestia que sentían al escuchar los insultos de tan prepotente mujer. Ninguna de las dos volvería a poner un pie en ese restaurante, una por orgullo, la otra por vergüenza…

Días después, la altanera mujer fue invitada a un evento del trabajo. Ella era gerente de piso y tenía a muchos empleados bajo su mando. Todos y cada uno de los asalariados la tenía en poca estima; de hecho, uno se atrevería a decir que la odiaban. Pero seamos sinceros, ¿quién se sentiría cómodo cerca de una persona así?

Pues bien, en ese evento, la Gerente general anunciaría a un nuevo jefe. La orgullosa y altanera gerente de piso estaba segura de que sería ascendida a un cargo más alto; sin embargo, se llevó una sorpresa cuando su propia jefa llamó de entre los empleados a un joven muchacho, un joven con un rostro familiar…

“Les presento a mi nuevo sucesor” dijo la gerente general. “Fue enviado desde la cede principal para coordinar los trabajos de esta sucursal. Llegó aquí hace dos meses, pero no había tomado su puesto porque se dedicó a trabajar en restaurantes, supermercados y tiendas pequeñas para conocer de primera mano el comercio de la ciudad. Estoy segura de que todos se llevarán muy bien con él, es un joven encantador…”

Aquella orgullosa y altanera mujer no sabía qué hacer, mucho menos qué decir. Mientras veía a su nuevo y joven jefe, solo se repetía en su mente una y otra vez la siguiente frase “No debí haberle gritado en el restaurante…”

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English

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Greetings, fellow literature lovers. Today I bring you my entry in the Freewrite House contest entitled The Story Continues.

_{You can read more about the contest by following this link:
https://peakd.com/hive-161155/@freewritehouse/continua-la-historia-17-de-julio-de-2022}

I take this opportunity to invite @crisch23 and @yelimarin. I titled this story as "You shouldn't have yelled at him", I hope you like it....

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Source

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She stomped her shoes in desperation as she waited for her dinner to be brought to her. She always had this need to be served before everyone else, so accompanying her to the restaurant was an idea that her sister was about to regret. When her order was finally brought to her, she started swearing at the waiter when she saw the contents of the plate....

Because of the fuss he made, more than a few diners complained to the manager. That restaurant was a place with a family atmosphere and such scenes could not be tolerated; therefore, the same manager asked the woman and her sister to leave the place or the police would be called.

With pride stuck to her forehead, the woman took her belongings and left with her companion. Many applauded as the two left, their annoyance at hearing the insults of such an arrogant woman was evident. Neither of them would ever set foot in that restaurant again, one out of pride, the other out of shame....

Days later, the haughty woman was invited to a work event. She was a floor manager and had many employees under her command. Each and every one of the salaried employees held her in low esteem; in fact, one would go so far as to say they hated her. But let's face it, who would feel comfortable around such a person?

Well, at that event, the General Manager would announce a new boss. The proud and haughty floor manager was sure she would be promoted to a higher position; however, she was in for a surprise when her own boss called out from among the employees a young boy, a young man with a familiar face....

"May I introduce my new successor," said the general manager. "He was sent from the main headquarters to coordinate the work of this branch. He arrived here two months ago, but he hadn't taken up his post because he went to work in restaurants, supermarkets and small stores to get a first-hand knowledge of the city's commerce. I'm sure everyone will get along very well with him, he's a charming young man..."

That proud, haughty woman didn't know what to do, much less what to say. As she watched her new, young boss, she only kept repeating in her mind over and over again the following phrase "I shouldn't have yelled at him in the restaurant..."

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