El infierno de Huan Yue: El Portal [ENG/ESP]

Mei me miraba expectante, esperando mi respuesta. Aquella chica me intrigaba, había algo en ella que me parecía familiar. Qiang y los demás estaban apartados de nosotros, así que decidí que tal vez la única opción para descubrir los misterios guardados en el corazón de aquella chica, era acceder a que ella conociera un poco más de mí.

—Un Zhōngděng, es un ser que tiene algún tipo de conexión entre la vida y la muerte, pero, ¿cómo es que sabes de la existencia de esos seres? —vislumbré su rostro y proseguí con mi respuesta —mi abuela me decía que yo era una especie de Zhōngděng, pero nunca he tenido ningún tipo de experiencia.

—¿Estás de seguro de eso?, porque a veces quienes tienen estos poderes pueden abrir portales sin querer.

—Estás haciendo muchas preguntas y dejando a un lado las que te hago… además, no entiendo tus razones para preguntarme por ese tema.

—Fácil, el portal fue abierto por un Zhōngděng. Sin querer, alguien desencadenó un fallo en la Matrix. Si mi teoría es cierta, necesitamos a esa persona para que el “Máocì” se restablezca.

—Mei, yo no recuerdo haber abierto ningún portal. De hecho… espera, hace unos días tuve unos sueños extraños, pero es imposible que haya sido yo. Incluso estaba en el campo cuando todo esto sucedió, —hasta aquel momento no había tomado en cuenta las posibles conexiones entre un Zhōngděng y lo que estábamos viviendo —pero recuerdo haber soñado con una llave, un portero y una mujer que me pedía ayuda.

—Es mujer que viste, ¿llevaba una túnica negra?

—Sí, pero no podía mirar su rostro. Su llanto era horrible, recuerdo tener mucho miedo. La ayudé más por temor, que por lástima.

—Huan Yue, ¿recuerdas que dije conocer a alguien que podría ayudarnos a cerrar el portal y devolver el tiempo?, esa persona eres tú. Tú abriste ese portal, sin querer, pero nos terminó afectando a todos.

Escondí mis ojos bajo mis manos y comencé a sollozar, había desencadenado mi propia desgracia, la muerte de mi esposa y la lejanía de mis hijos. Me sentía tan culpable, pero Mei creía que existía una forma de ayudar a terminar con aquello. Haría lo que fuera necesario para devolver el tiempo.

—Mei, dime como terminar con esto. Necesito recuperar a mi familia y encerrar a la muerte, no quiero que haya más sufrimiento, ni que más inocentes sean asesinados por las bestias.

—Confiando en ti mismo, siendo valiente, nada te puede pasar en tu propio sueño. Aunque debo advertirte que la muerte intentara confundirte, por eso no debes fiarte y sobre todo, ten esto, —Mei me alcanzó un collar que le había regalado a mi hija en su último cumpleaños, la mire buscando respuestas, entonces me di cuenta —si algo malo te pasa, debes aferrarte a la realidad.

—¿Yang Hue?, pero como es imposible. ¿Conoces a mi hija?

—El portal no solo abrió una conexión entre los muertos y los vivos, sino que también lo hizo con el pasado, presente y futuro. Yo vengo del futuro, yo, Qiang y los demás. Nunca encontramos a nuestros padres, nunca nadie pudo acceder a tierra santa. Mi papá en mi último cumpleaños me dio esto, sé que suena estúpido, pero…

Abracé a Mei al instante. Lloramos por largo rato, no podía parar de culparme por lo sucedido. Cuando no me quedaban más lágrimas por desechar, entendí que todavía estaba a tiempo de solucionar el fallo y devolver a mi familia conmigo. Me planté sobre mis pies y de inmediato, Qiang se abalanzó sobre mí. Yang Hue y Qin Heng, había regresado del futuro, para salvarnos a todos. En silencio me dirigí a una tienda, Las Yǒngshì me miraban con recelo y los muchachos me acompañaron a dormir.

—Chicos, no sé qué voy a hacer, pero prometo sacarlos de esta situación.

—Papá, por favor ten cuidado, la muerte es muy astuta. Intentará dañarte, física y mentalmente. Ella sabe lo que planeas e intentará acabar con tu cuerpo antes de que logres cerrar el portal. Aguardaremos en vigilia hasta tu regreso, —Qiang, había crecido tal cual como imagine que iba a ser Qin Heng —pase lo que pase, recuerda que no eres culpable de nada.

Nos unimos en otro abrazo y me dispuse a dormir. Lo intenté varias veces, hasta que pude hacerlo. Desde que el portal había sido abierto, apenas había descansado y cuando me pude acostar, me sentía tan abrumado por todo cuanto había pasado, que el cansancio se convirtió en insomnio. Pronto me dormí. Una fuerte brisa estremeció mi cuerpo y comencé a caminar sin rumbo, cuando menos lo esperaba la figura hermosa de Xiao, salió a mi encuentro. Mi esposa estaba más hermosa que nunca.

Cuidábamos el cuerpo de mi padre por turnos; a pesar de que sabíamos éramos aliados, Las Yǒngshì no estaban del todo convencidas con lo que estaba pasando. Aunque me encargué de contarles nuestra teoría, ellas eran expertas guerreras y quedarse esperando en un sitio, cuidando a un hombre el cual probablemente era en gran parte culpable de aquello, no era la cosa más productiva que hacer.

Al final, les pedí que nos dieran el beneficio de la duda, después de todo veníamos del futuro. Una espesa niebla cayó sobre nuestras cabezas, todos sin excepción rodeábamos la tienda con el cuerpo de mi papá. Sabíamos que la muerte enviaría a sus bestias infernales a por nosotros, era cuestión de tiempo.

Tomé mi espada y suspiré, ¡papá apresúrate a cerrar el portal!, no tenemos mucho tiempo y los seres del inframundo son como la arena del mar. Hazlo por mí y por Yang Hue (Mei). Mi corazón se estremecía cada vez que luchábamos con alguna criatura que aparecía de la nada, pero mi principal preocupación era mi hermana, si algo le ocurría no me lo perdonaría. Sería una lucha interminable, ¡papá apresúrate a cerrar el portal!