Saludos apreciados amigos de Hive Blockchain. Por acá me encuentro de nuevo, para escribirles en relación a la convocatoria realizada por OCD y su Concurso de Impulso Comunitario, el cual ha retomado para una segunda temporada. Para esta ocasión, han elegido como tema a desarrollar Averías Mecánicas en la Pista en la Comunidad de Hive Motors, el cual me ha gustado y me resulta muy interesante. Es por ello, que deseo colocar esta entrada al concurso, del cual puedes obtener todos los detalles e información si te animas a participar, visitando esta publicación.

De un Viaje y un Vehículo que no me Fallo

En un post anterior que realice para la primera temporada de estos Concursos de Impulso Comunitario y en esta misma comunidad de Hive-Motors, hice referencia a que fui propietario de un vehículo Ford Sierra 300 CSI. Resulto ser un vehículo muy especial para mí y que me encantaba. En esa ocasión, hable precisamente de una falla mecánica bastante peculiar, pero de otro vehículo y que puedes visitar en este link, si deseas enterarte de los detalles.

Este vehículo Ford Sierra 300, me perteneció por alrededor de unos 7 años y fueron muchas las experiencias que disfrute con este vehículo. Pude viajar mucho con él y en general, siempre se portó muy bien en la carretera. Pero en una ocasión, viaje con mi esposa hacia Chichiriviche en el Estado Falcón para conocer la zona y también disfrutar de unos inolvidables días de playa, sol y arena en el Parque Nacional Morrocoy. Fue un viaje de 3 días, donde el vehículo se portó genial en la vía y realmente no lo use mucho ya estando en Chichiriviche.

Pasados los tres días de disfrute y relax, retornamos a Caracas, donde habitaba en esa época. Siempre me ha gustado viajar en horas nocturnas y salimos de Chichiviriche como a las 5 de la tarde, por lo que nos agarró la noche ya en la autopista Puerto Cabello - Valencia. Todo iba de maravilla y normalidad cuando noto que la luz de señal de la batería se enciende. Esta luz se enciende cuando colocamos el suiche del vehículo ya para arrancar el motor y nos indica que el alternador, que se encarga de generar la electricidad del vehículo no está en funcionamiento. Al arrancar el motor y si toda esta normal, esta luz se apaga. Por lo que al estar en la carretera y notar la luz indicadora encendida, me avisa que algo está fallando con el alternador.

Como era de noche y ya estaba por los lados de San Diego en Valencia, me detuve en una estación de gasolina y revise el alternador. Con la clásica prueba de desconectar el borne de la batería con el motor encendido, comprobé que si funcionaba el alternador y la luz dejo de mantenerse encendida. Me pareció algo extraño, pero decidimos seguir nuestro camino. De nuevo en la autopista, comienza a llover. Conduciendo ya entre Mariara y Maracay en el Estado Aragua, de nuevo la luz de la batería se enciende. Por la lluvia, me detuve debajo de un elevado y nuevamente compruebo desconectando el borne de la batería, que ahora si el alternador no funciona. Plena noche, con mucho camino que recorrer, con lluvia, sin alternador, llego el momento de tomar decisiones.

Como sabía que solo contaría con la carga restante de la batería, debía reducir lo más posible todo el consumo eléctrico del vehículo. Decidí liberar los limpia parabrisas y desconectarlos de la electricidad. Luego, con un cordel, ate al que correspondía al lado del conductor y junto con mi esposa, movíamos con el cordel de lado a lado para hacer mover el limpia parabrisas cuando fuera necesario. Fue un momento muy gracioso y divertido, bromeamos mucho cada vez que nos tocaba moverlo. Sin aire acondicionado, sin radio reproductor, con las luces apagadas, me incorporé a la vía y emprendí el camino confiando de hasta donde podría llevarme la carga de la batería.

Encendía las luces cuando quedaba solo en la autopista y cuando conseguía otro vehículo que podía seguir, apagaba las luces, solo dejaba las de emergencia y me mantenía cerca de ese vehículo. Fue gracioso porque algunos lo notaban y quizás les causaba temor y se alejaban rápido. Otros me permitían seguirlos y así logré llegar a un sector llamado Paracotos, ya para subir la parte ascendente de la autopista y llegar a Caracas. Se notaba la baja carga de la batería porque el vehículo comenzaba a fallar. Me detuve en una estación de gasolina y solicité ayuda a un señor de una grúa para que me cargara la batería. Esto después de discutir bastante con él, ya que insistía en querer subir mi vehículo a la grúa, cosa que no acepte porque no estaba en mis finanzas el poder pagar el servicio. De haber tenido el dinero, de seguro lo hubiera aceptado, pero realmente necesitaba solo cargar la batería.

Después de casi una hora de carga, continuamos nuestro camino hacia Caracas con esta nueva carga. Seguimos igual, sin ningún gasto eléctrico que no fuera el necesario para el funcionamiento del motor. Ya había dejado de llover, lo que significo un alivio por el limpia parabrisas manual que habíamos improvisado. Afortunadamente, conseguimos varios vehículos que pude seguir incluso sin ningún tipo de luces. Cuando llegue a la que llaman la Bajada de Tazón ya para entrar a Caracas, me lance por allí con el motor apagado, a baja velocidad, por el canal reservado para los vehículos pesados y controlando los frenos que obviamente casi no funcionaban, por lo que me tuve que ayudar con el freno de mano. Al finalizar la bajada, encendí el motor y me encomendé al santo de los que se quedan sin alternador y con poca carga de batería. Pensaba que en cualquier momento el motor se apagaría por la falta de electricidad. Aun así, logre llegar a mi destino en San Martin donde vivíamos, con el vehículo aun funcionando.