¡Hola bellezas, amantes de los buenos recuerdos, deseando que se encuentren muy bien! Largo rato sin pasearme por aquí a compartir con ustedes, hoy un poco triste, pues temprano recibí la triste noticia de que una buena amiga, que además fue maestra de Mathias, y quien me animo a introducirlo en el mundo de la música, falleció de manera sorpresiva esta mañana. Hace pocos días estuvimos conversando para coordinar la fecha de la cena navideña para los abuelitos del asilo, ya que era ella con quien coordinábamos las actividades que eventualmente hacemos para ellos. Ysmaly era su nombre, era una católica devota, amante de ayudar a los demás, excelente madre, buena hija, hermana de las que muchos desearan tener, una amiga excepcional, y sobre todas las cosas un ser humano ejemplar, nos dejó a sus cortos 38 años, dejando en orfandad a 3 hijos que siempre describía como maravillosos, y la verdad, lo son, en casa hemos llorado todos, sobre todo mi Mathias, que la quería muchísimo, y es que, para ser sinceros, no he conocido a alguien que le conociera y no le tuviera un gran aprecio.



Siempre presta a ayudar al más necesitado, metida en cuanta actividad para ayudar a los abuelitos había, fue por ella que se me despertó ese amor por estos seres, y fue por ella que aprendí un poco de la historia de cada uno de ellos, haciendo que mis ganas de ayudarles siempre estuvieran presentes, recuerdo que ella siempre me decía, yo amo que tú les cocines a los abuelitos, pues ya que yo no sé cocinar, les brindo mi compañía, y tú les alegras la vida por medio del paladar. Un ser humano como pocos he conocido, con una vocación de servicio que era realmente admirable, y que rara vez se encuentra en las personas, hoy mi pueblo ha sentido su perdida, pues, en sus calles se siente ese silencio ensordecedor que solo denota tristeza en el ambiente.



Ysmaly enseño a leer a mi Mathias, fue ella quien me enseñó a tenerle un poco de paciencia y es que, además de ser la maestra de preescolar y la primera maestra de tareas dirigidas de Mathias, también se convirtió en una maestra para mí, pues a ella recurría cuando tenía una duda en el aprendizaje de mi pequeño, hija de quien fue maestra de preescolar de mi hermano, con ella, nos sentíamos en familia, pues su calidez humana transmitía esa tranquilidad y seguridad que solo encuentras en la familia. Hoy quise honrar su memoria, aprovechando que es jueves de #TBT, y para que quede en la blockchain grabado para siempre, algunas de las fotografías que tenía con ella. Siempre ayudando, siempre sonriente, demostrando y llevando alegría por donde pasaba, así quiero recordarla, pues, aunque hoy estemos tristes, ella siempre era portadora de alegría, era de esas personas que te hacen recuperar la fe por la humanidad.



Estas fotografías fueron de las últimas dos cenas de Navidad de los abuelitos del Asilo Santo Domingo, este año ella no estará con nosotros, probablemente será una cena triste, pero trataremos de hacer el mejor trabajo posible, y hacerles llegar a estos abuelos el amor que ella tanto les tenía, y es que en la última conversación que tuvimos me comentaba que estaba ansiosa de que llegara ese día, para ver la cara de emoción de los abuelos, y desde donde quiera que se encuentre, mi deseo que los vea.

_{Imágenes de mi propiedad, tomadas de mis álbumes personales, sin edición.}

Gracias por tomarse el tiempo de leer esta publicación, si tiene alguna pregunta, crítica o sugerencia, le agradecería dejármela en la caja de comentarios, y recuerda, ¡Tú también puedes hacer magia en la cocina y a dondequiera que vayas!

^{Created by @robinsonlgil}