¡Hola mis queridos talentosos! Espero que toda su semana esté cargada de amor y propósitos para que se cumpla todo lo que anhela su corazón💐. Me uno a la propuesta de la comunidad, hablando de la empatía y cómo la descubrí para aplicarla en el aula de clases.

Comienzo diciendo que yo era una persona yoista, del yo con yo; es decir, si yo puedo hacerlo, si yo me superé, si yo lo tengo, el que tú no lo logres es tu problema y tu responsabilidad. Un ejemplo de ello es que, me molestaba alguien sin estudios o que dijera cosas como "no tuve la oportunidad"; allí salía mi yoismo y decía: a mi que no me venga a decir que no tuvo oportunidades porque si yo lo hice, cualquiera puede hacerlo. Ya puedo reconocer que mas allá de la soberbia, no le estaba dando el reconocimiento adecuado a mis logros, pero ya ese es otro tema. Para hacer el cuento corto, resulta que me toca ser profesora y ¡PUM! allí me topé de frente con la empatía por lo que me tocó aprender (porque debía estar en ese lugar) a reconocer las emociones de los demás y ponerme en su lugar para comprenderlo.

El primer error que cometí es seguir modelos de educación tradicional donde: el profesor tiene la razón, se evalúa conocimiento, no se empatiza con el alumno, es decir, esto es como yo digo y ya. En la sociedad que vivimos, con las diferentes carencias y debilidades educativas, me dí cuenta que la mayoría de las personas a pesar de las adversidades, estaban allí por una sola razón: aprender y seguir creciendo en nuestro país que bien dolido y fracturado está.

Esta revelación, me llevó a la adaptación por lo que me ha cambiado totalmente mi forma de actuar ante ciertas situaciones. Me ha tocado dictar formaciones en sitios sin ventilación (aire acondicionado), por pocas horas, con personas que a veces ni comida llevan, o los salones no estan en condiciones ya que ni equipos de proyección o pizarrones tienen. A pesar de estas adversidades, no disminuye la calidad de enseñanza que ellos merecen, porque simplemente la situación país, no permite darnos ciertos lujos o comodidades para poder intervenir y enseñar ciertas materias. La mayoría de las personas, muchas veces ni saben porque estan allí, y es mi trabajo "enamorarlos", "persuadirlos", "conquistarlos" para que se queden con los elementos que tengo a mi favor, para poder permitirles la oportunidad de crecer y llevarse algo del conocimiento impartido.

Al ser empática, también me ha permitido adaptarme a los procesos evaluativos por lo que no todo es escribir, ver o asentir con la cabeza; los llevo a elaborar, investigar, analizar, hablar desde sus experiencias, obteniendo mejores resultados que una nota. Por ejemplo, mi alumno más longevo fue un señor de 80 años ¿Qué tenía para él? ¿Cómo lo "enamoraba"? El caso es que escuchó toda mi clase (entre sus momentos de lucidez) y tocó hablar de la correspondencia; Bueno, ese señor, desde su experiencia nos dio una clase ¡MAGISTRAL! Del telegrama, las postales y la oficina de correspondencia que se llevó todo el mérito de los demás alumnos (y el mío) de la forma como su conocimiento lo llevó a la práctica. Ese día fui muy feliz😊. Les cuento que no todo ha sido tan fácil, por lo que le cuento la otra cara de la moneda; existen personas negadas a aprender y crecer, eso es un hecho. Son estos alumnos díficiles, saboteadores, interruptores de la clase. Si no fuera empática, mi primer mandato sería "fuera de mi clase", pero antes de esa decisión, me permito indagar que le puede molestar; al inicio, son aquellos bromistas, que hasta en su lenguaje no verbal se le nota la resistencia a aprender. Al pasar las horas, ya puedo decir si me los he ganado o no y esto se evidencia si al otro día vuelven o se retiran solitos, es su elección.

La empatía la practico todos los días; desde que salgo de mi casa y hasta en mi propio hogar, así como de manera virtual y en todos los escenarios que se me presenten, aunque mi reacción primitiva sea la defensiva o el ataque, una vez que entro en razón, intento siempre colocarme en los pies de los demás y de acuerdo a ello dar una respuesta.

Lo importante de la empatía es no confundirla con la debilidad o complicidad de decir a todo SI, a lo que quiere escuchar esa persona. Tiene que ver con la capacidad de conectar emocionalmente con las necesidades y carencias de las personas para entender sus comportamientos y reacciones ante ciertas situaciones, que quizás nosotros como no hemos pasado por ellas, no la entendemos. Tampoco, es cargarse con el problema del otro, sino entenderlo desde su emoción para poder ayudarle a encontrar una solución. Empatía es también saber callar cuando no hay nada que decir o pero aún mucho que decir en situaciones que podamos arrepentirnos. Esta cualidad es muy bonito practicarla y asumir que todos los seres humanos somos diferentes, pero movidos por una misma conexión emocional.

See you next time.

Gracias mi @angelica07 y a todo el equipo por permitirnos este maravilloso espacio para hablar desde el empoderamiento a traves de nuestras acciones y habilidades en cualquier ámbito de nuestra vida diaria. Las fotografías forman parte de mi archivo digital en algunos procesos formativos. La portada la hice en Canvas. Los separadores en FotoJet. Hasta un próximo encuentro.