Los mágicos paisajes de mi tierra me permitieron hacer esta fotografía y seguidamente imaginé al sol navegando al horizonte donde cada tarde se despide.

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The magical landscapes of my land allowed me to take this picture and then I imagined the sun sailing to the horizon where every evening it says goodbye.

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El horizonte azul del sol

De vez en cuando, el sol se regala un paseo en bote por el horizonte donde se confunden los azules del cielo y el mar.

Su pequeña embarcación de madera tiene remos dorados que lo mecen mientras navega con el suave balanceo del bote.

A él le gusta disfrutar de la brisa salada y del agua cristalina que moja sus pies y observar a lo lejos los pájaros, volar libres en el cielo y a los peces nadar en el mar.

A veces sonríe como cuando una enorme ballena salta del agua y lo saluda. El sol se sorprende por la majestuosidad del animal y le devuelve el saludo con un destello.

La ballena le cuenta que el mar es un lugar mágico, lleno de seres maravillosos que esperan ver su luz. Le invita a sumergirse en él y conocerlos. El sol se siente curioso y acepta la invitación.

Baja del bote y se sumerge en el agua. Allí, conoce a una gran variedad de seres marinos, desde pequeñas medusas hasta enormes tiburones. Todos ellos admirados por su luz y energía.

Después de un tiempo, el sol se despide de la ballena y de los demás seres marinos, agradeciéndoles por la maravillosa experiencia y continúa su camino, navegando hacia el horizonte, donde se confunden los azules del cielo y el mar.

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The blue horizon of the sun

From time to time, the sun treats himself to a boat ride on the horizon where the blues of the sky and the sea merge.

His small wooden boat has golden oars that sway him as he sails with the gentle rocking of the boat.

He likes to enjoy the salty breeze and the crystal clear water that wets his feet and watch the birds in the distance, flying free in the sky and the fish swimming in the sea.

Sometimes he smiles as when a huge whale jumps out of the water and greets him. The sun is surprised by the majesty of the animal and returns the greeting with a flash.

The whale tells him that the sea is a magical place, full of wonderful beings waiting to see his light. It invites him to dive in and get to know them. The sun is curious and accepts the invitation.

He gets out of the boat and dives into the water. There, he meets a great variety of sea creatures, from small jellyfish to huge sharks. All of them admired for their light and energy.

After a while, the sun says goodbye to the whale and the other sea creatures, thanking them for the wonderful experience and continues on his way, sailing towards the horizon, where the blues of the sky and the sea merge.