El ser humano através de los años ha desarrollado dos enfermedades que están relacionadas directamente con excesos; _Depresión, (exceso de pasado)_ y _Ansiedad, (exceso de futuro)_. Estas Condiciones han ido ganando fuerza y ocupando lugares muy significativos en los consultorios psiquiatricos. ¿La razón? Por un lado, nos hemos empeñado en atarnos mentalemente a situaciones, lugares personas u objetos que aunque en algún momento tuvieron mucho significado en nuestras vidas ya hoy no están y por otro lado, nos inventamos una historia de terror en la que sin darnos cuenta apagamos la luz del futuro dejándonos en penumbra, con el logro de una sola cosa, provocar en nosotros enfermedades y condiciones mentales totalmente innecesarias y nefastas.

Siento que para lograr situarnos en el presente, hace falta trabajar un poco a lo interno, es decir, colocar cada cosa en su lugar tomando en consideración que nuestra mente muchas veces nos hace pensar que si no podemos lograrlo en la cabeza, menos podremos hacerlo en la vida real. Centrarnos en lo que somos, tenemos y hemos logrado. Desarraigar de nuestra mente el _"Si hubiera hecho esto o aquello"_ y saber que si lo hacemos bien ahora, hoy ; ya tenemos gran parte del éxito en un futuro cercano.

Hay algo que también necesitamos interiorizar y es que todo es pasajero, que por muy pesada que haya sido una situación en el pasado, ya ha quedado atrás y sólo seguirá lastimándonos si la importamos con nosotros, en nuestra mente hasta el presente. También necesitamos entender que antes de preocuparnos por alguna cosa que "pudiera" darse en el futuro, "ésta", sea lo que sea debe ocurrir primero, es decir, no sirve de nada preocuparse por algo que aún no ocurre y que quizás nunca pase. Por supuesto, hay posibilidades ante ciertas circunstancias que se pueden tocar desde la prevención, pero hasta allí.

El maestro Jesús, según nos cuenta el libro de Mateo, nos anima y nos dice, _No os afaneis por el día de mañana_. El no estaba diciendo que no nos preparáramos, sino que no nos preocupáramos, porque la preocupación es pérdida de tiempo y fuerza, pues el ser humano, poco es de pensar en el lado positivo de una situación, sino que al contrario siempre piensa lo malo que puede ocurrir en torno a ella y esto le resta energía.

El presente, es nuestro regalo. Dios lo ha puesto en nuestros tiempos para corregir, aprender y prepararnos para las diferentes oportunidades que se puedan presentar delante de nosotros. Gran parte de vivir un buen presente esta relacionada con el agradecimiento. Agradecer el hecho de estar hoy donde estamos tomando en cuenta que somos producto de mucho de lo que nos ha tocado vivir y que si no nos gusta este resultado, HOY tenemos la oportunidad de cambiarlo. Cada dia que comienza se convierte en nuestro presente y con cada amanecer llegan las oportunidades, esto es algo por lo cual debemos estar agradecidos.

Hay un dicho popular que reza "Cada cabeza es un mundo" y es que. en nuestras cabezas, se generan un cúmulo de ideas y pensamientos que pueden o no ser de utilidad y es por ello que es preciso que separemos los pensamientos de las acciones en la vida real, que tengamos claro que **nosotros no somos nuestros pensamientos**; y es que cuando logramos hacer esta separación de forma consciente, atraeremos tranquilidad y con ella la felicidad a nuestra vida.

Las mejores bases, bases sólidas, fuertes para la vida las obtendremos en el presente. No es sano, por muy bueno que éste haya sido, tratar de construir nuestra vida sobre las bases del pasado y tampoco es saluduble hacerlo sobre las bases de un futuro incierto, uno para cual solo pudieramos tener buena disposición y del que no tenemos certeza sobre nada.

Vivamos nuestro presente a manera de que sea lo que hagamos o tengamos nos produzca felicidad.