Soy culpable porque soy responsable
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—Recuerda que todo pasa —le dijo el anciano—. Ninguna situación ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza y de la vida, son la esencia misma de las cosas.”
― Jaime Lopera, La culpa es de la vaca 1
La culpa es ese sentimiento que nos hace sentir mal como personas por algún hecho que tenga relación con uno mismo. Considero que la culpa viene dada con la responsabilidad y madurez, ya que cuando somos niños poco sentimos culpa por algo, los niños hacen berrinches, tiran juguetes, hacen pataletas y aunque nosotros los adultos lo juzgamos como un niño malcriado, pues ese niño no asume que se porta mal y tampoco siente culpa en lo absoluto porque no tienen distinción de ese sentimiento.
En cambio, un adulto si siente culpa a cada momento porque es parte de la vida misma, claro está que unos sienten más culpa que otros ya que la madurez y el entendimiento de las cosas, nos hace ver desde otra óptica ciertos puntos de vistas, hasta hacernos aflorar ese sentimiento de culpa que va asociado a la responsabilidad.
Un ejemplo práctico y sencillo: Mi hija y yo nos mojamos con la lluvia porque no quise tomar la previsión de llevar el paraguas.
De niños no prevenimos , de adultos si somos responsables de cuidarnos, y conscientes de que nos podremos enfermar, en ese caso dl ejemplo si sentí culpa de no haber llevado el paraguas.
Los seres humanos somos expertos jueces hacia terceros y hacia nosotros, es un sentimiento normal como la rabia y la alegría, y de igual forma se debe canalizar para que nos afecte negativamente.
La culpa a veces no solo llega y se siente, si no que acecha de forma tóxica, haciendo que caigamos en un bucle mental, de las cosas que hicimos, lo que sucedió, y lo que pudimos hacer para evitar que pasara y realmente nos puede llegar a generar episodios de ansiedad crónica o depresiones.
Pero fuimos creados con todo ese combo emocional que tenemos que manejar para salir adelante, aunque la culpa nos hace sentir mal, está en nuestro yo interior lograr darle la vuelta a ese sentimiento y pensar en lo positivo y la experiencia enriquecedora que nos deja, ya que si volvemos a vivir ese episodio de lo que nos sentimos culpable tenemos quizás una posible respuesta positiva para que no nos afecte y nos haga caer en ese sentimiento de sentirnos culpables en forma excesiva.
Resumen:
•Sin responsabilidad y madurez no se siente culpa.
• Evitar quedarse en la culpa, pensar en positivo.
•Entender y aprender de las experiencias que nos hacen sentir culpa.
•No fatalizar el hecho de la culpa, distraer la mente y enfocar en cosas verdaderamente importantes.
•Las opiniones ajenas tomarlas como constructivas.
Agradezco a @emiliorios por la iniciativa de hablar sobre este tema que es muy común sentirlo pero es poco común hablarlo, casi nunca escuchamos decir me siento culpable, soy culpable.
Hay que alvanzar un grado de madurez para entender las grandes dimensiones de la culpa.
Me encantó tu artículo porque implica a la educación como motor para entender y corregir.
Gracias @erilej