Antes de juzgar a tu madre, padre, hermano, pareja y amigo ¿Te has puesto en su lugar primero? Piensa con realidad ¿Qué hubieras hecho en su lugar cuando tomas una decisión o vives un hecho? también debes examinar la capacidad mental, física y las opciones que tiene esa persona, que no son las mismas que las tuyas y luego te preguntas ¿He sido lo suficientemente considerado?

En cualquier relación uno de los dos puede tornarse exigente, pero debes pensar muy bien, si aquellas exigencias que impones las cumplas en cabalidad y no estés en contra de los valores de respeto, lealtad y ser considerado. Ser inflexible, no puede provocar jamás resultados positivos en ninguna relación, en consecuencia se genera un ambiente tan hostil y toxico que, valga la comparación, como una bomba de metralla, terminará lastimando a todo aquel que se encuentre dentro de la zona de fuego.

He vivido y sobrevivido todas estas cosas, y hoy puedo decir, que alejarme de esa zona de guerra, trajo paz a mi vida, las cosas comienzan a tener sentido y a funcionar como debe ser. Muchas veces nos obsesionamos con que todo va a cambiar y mejorar en esos casos, pero la realidad es, que esa persona siempre romperá el tratado de lealtad, respeto, no existe amor y mucho menos consideración.

Hoy me trato como el diamante más codiciado y valioso en este mundo, porque cada persona, merece ser libre, ser feliz, disfrutar la vida.

Encontré el verdadero significado de la vida, hoy me trato con amor, con respeto, con consideración y soy leal a mi pensar. Cuando permitimos un abuso, le seguirán muchos más, cuando no nos consideran desde un principio, no existe garantía que en el futuro la persona nos considere a través del verdadero amor. Cuando nos piden perdón pero vuelven a cometer el mismo error, pues entonces no se arrepintieron de corazón.

No debemos guardar rencor, muchos pueden sentirse los amos del mundo pero en realidad son tan pobres de espíritu y personalidad que solo acribillan al débil para sentirse superiores, hasta en este punto podemos considerar a esa persona, pero recuerda que existe una frase reguladora que dice:

" Mi derecho termina donde comienza el de los demás."

También podemos citar muchas frases bíblicas, y no es que las interpretes a tu forma o te explique su significado otra persona, en tu corazón encontrarás la respuesta. Recuerda que no somos quién para señalar al otro cuando tenemos mil dedos apuntándonos.

No nos dieron títulos de realeza, no somos gobernantes, no tenemos derechos legales sobre las personas para que estas actúen en nuestra voluntad y antojo, todos terminamos y morimos de la misma forma, y hasta aquellos que tuvieron títulos duermen en el sueño de la muerte, por lo tanto, solo somos simples humanos mortales.

Cuando estamos en paz, finalmente nos liberamos de culpas y cargas que no nos corresponden y todo comienza a funcionar correctamente. Querer controlar a los demás rompe el ciclo normal de la vida y perdemos totalmente nuestra paz interna y de aquellos que nos rodean.

Se amable, ten un poco de paz.