Llegó la noche con su sombra
y en la puerta la fría soledad.
Dónde estás, mujer
que se esconde la luna y se oculta.
Huyen las estrellas ante el relámpago
y el trueno se estremece en tu ausencia.
Llora mi corazón frío
y no deja de preguntar por ti.
La soledad conversa conmigo en silencio
y mis párpados no me dejan dormir.
Tus recuerdos recorren mi mente
y yo sólo me pregunto: Dónde estás.
Lloro mi silencio
Lloro mi soledad.
Mis emociones me torturan en angustia
y mis ojos parecen ríos de lágrimas.
La noche se pierde y llega la mañana.
Mis ojos gotean la tristeza de tu adiós.
Ya no tengo lágrimas que llorar.
Se han secado los ríos de tu recuerdo.
Mis ojos se han secado como un desierto
y sigo preguntándome: Dónde estás.
Tu sombra se ha ido como el día que cae en la noche.
Tu espíritu ha abandonado tu cuerpo
y la muerte está presente en mi soledad.
Tu ausencia es como una muerte fría
y la noche está congelada de recuerdos.
Me sigo preguntando: ¿Dónde estás?

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