Reflexión sobre la importancia de expresar nuestro malestar y escuchar el de los demás
La vida nos brinda vaivenes, los cuales nos hacen saber el sentir de las emociones, existen emociones que no logramos entender, pero de igual maner las sentimos y las vivimos, en el caso que quisiéramos cambiar algo en nostros que involucra las emociones, debemos de permitir que el cambio venga de nuestro interior en dirección a nuestro exterior.
Cuando vivimos intensamente estamos prestos a tener que abrazar el dolor, y si queremos que nuestras emociones cambien así sea por un instante, entonces debemos reflexionar en la diversidad del caso, permitiendo que el dolor sea nuestro mejor amigo y luego darle un vuelco de guerra, ganarle para que finalmente podamos mirarlo de frente y decirle que está derrotado.
Liberar nuestras emociones en sus diversas circunstancias nos permite una comunicación en armonía en donde podemos expresar nuestro dolor en pequeñas pausas en donde es conveniente escuchar con atención a la persona que nos escucha. Puede que en el instante lo que se nos diga, no le encontremos ningún sentido, pero luego en el inevitable camino a la recuperación lo terminamos entendiendo.
En los proceso de dolor es importante estar de los dos lados, si bien es cierto que escuchar a la persona a la que contamos nuestro dolor no es lo que mejor nos beneficiará, también es cierto que servir como medio de comunicación a otras personas que pasan por un dolo como nosotros nos podría beneficiar, ya que podríamos entender el dolor como ese proceso natural y tan necesario en la vida humana, que se mueve como un ciclo para depurar nuestra alma.