La súplica de Nancy/ Nancy's plea

Saludos, queridos lectores. Siguiendo con mi propuesta narrativa sobre Oliver Twist, hace un par de días publiqué una historia de ficción sobre Bill Sikes, uno de los personajes más emblemáticos de la obra. A continuación, les presento un relato protagonizado por la querida y sufrida Nancy, quien fue su compañera.

La súplica de Nancy

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No pude aceptarlo. Por más que quisiera, yo ya estaba condenada. Desde niña mi vida ha sido de abandono y abusos. Si fue ese viejo, el viejo Fagin quien me sacó de la calle y me dio un techo donde vivir, a costa de mi... de mí misma.

Fagin, como dije, me lo dio todo, o mejor dicho, me vendía al mejor postor y yo tenía que seguirlo. Crecí en medio de la pobreza y la miseria, y tuve que aprender a defenderme de los que querían propasarse.

Pueden imaginarse la gran alegría cuando vi a aquel pobre niño indefenso. En cierto modo me recordó a mí, pues todavía tenía intacta la inocencia. Quise protegerle, pero cometí un error. Era mejor haberlo dejado en donde estaba y no traerlo de vuelta. Era mejor dejar que fuera feliz.

Algo dentro de mí quería que eso no pasara. Si yo sufrí, él también debía sufrir. Después de lo que hice, claro, me arrepentí. Por eso busqué a esa gran señora, a ese gran señor, para contarle todo lo que había pasado y lo que planeaban hacer con él.

A pesar de sus ofertas, no pude aceptarlas. Sikes... Sikes lo es todo, lo era todo para mi. Con él pasé casi toda mi vida. ¿Niña? yo nunca fui una niña. Nunca. Ni siquiera fui una mujer. Fui un objeto para todos. Para Fagin, para Sikes; pero Oliver... Oliver fue el único que me trató con ternura y cariño.

Será por eso que me despertó todos esos sentimientos que pensé que ya no tenía. Será por eso que arriesgué mi vida y terminé sufriendo. Será por eso... será por eso que mi sufrimiento y tormento ya terminó, y me encuentro un lugar mejor que nunca, ni en mis mejores sueños imaginé.

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Nancy's plea

*Greetings, dear readers. Continuing with my narrative proposal about Oliver Twist, a few days ago I published a fictional story about Bill Sikes, one of the most emblematic characters of the work. The following is a story starring the beloved and long-suffering Nancy, who was his companion.

Nancy's plea

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I could not accept it. Much as I wanted to, I was already doomed. My life had been one of neglect and abuse since I was a child. If it was that old man, old Fagin, who took me off the streets and gave me a roof to live under, it was at my own expense....

Fagin, as I said, gave me everything, or rather, he sold me to the highest bidder and I had to follow him. I grew up in poverty and misery and had to learn to defend myself against those who wanted to get ahead of me.

You can imagine the joy I felt when I saw this poor, helpless child. In a way, he reminded me of me, because his innocence was still intact. I wanted to protect him, but I made a mistake. It was better to leave him where he was and not bring him back. It was better to let him be happy.

Something in me wanted that not to happen. If I was going to suffer, he should suffer too. Of course, after what I did, I regretted it. That's why I went to see that great lady, that great gentleman, to tell him everything that had happened and what they planned to do with him.

Despite their offers, I could not accept them. Sikes... Sikes is everything, he was everything to me. I spent most of my life with him. A child? I was never a child. I never was. I wasn't even a woman. I was an object to everyone. To Fagin, to Sikes, but Oliver... Oliver was the only one who treated me with tenderness and affection.

Maybe that's why he awakened in me all those feelings I thought I no longer had. Maybe that's why I risked my life and suffered in the end. Maybe that's why... maybe that's why my suffering and torment is over and I find myself in a better place than I ever imagined, not even in my best dreams.

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