Haciendo hallacas con mi receta
¡Feliz año 2023, amigos de Hive!
Llegó enero y con sus sesenta y tantos días como dicen los memes en el facebook, pero aún se siente el aire navideño flotando sobre nosotros. En algunos hogares aún queda algo para el recalentado y algunos días libres antes de volver a la rutina.
Hoy no voy a hablarles de plantas sino de comida. Este fin de año quería hacer hallacas, pero no quería gastar dinero extra porque después en enero las cosas se ponen cuesta arriba y es mejor no andar con deudas. Así que mi hija y yo decidimos hacer nuestras hallacas con los ingredientes con los que contábamos en casa y la verdad quedaron súper buenas.
La hallaca es un platillo típico de la navidad venezolana aunque tengo entendido que se hacen preparados similares en otros países y tienen otros nombres.
Básicamente es masa de maíz rellena con un guiso, que puede ser de carne de cochino, res o una mezcla de ambos. He probado también de pollo, gallina y hasta pescado, incluso alguna vez me regalaron una con garbanzos. He escuchado que los andinos le colocan el pollo con todo y huesos, cosa que no me parece muy práctico, pero cada quien con sus tradiciones y gustos. Está masa o pastel relleno, se envuelve en hojas de plátano y se cocina hervido.
En mi caso contaba con carne molida de res, así que decidí improvisar y la guisé colocandole cebollín, pimentón, ají, ajo, unas pocas aceitunas picadas y unas pasas. Todos ingredientes que tenía en la despensa. Ya en una ocasion había hecho hallacas con carne molida, pero hace muchos años.
Una cosa esencial para que la hallaca sea hallaca sin importar el relleno, es la hoja de plátano, en nuestro caso no teníamos de plátano como tal, pero si de cambur y de zumbi. Son hojas más pequeñas y delgadas que se rompen con facilidad, pero en nuestro caso servía perfecto.
Nos pusimos a seleccionar y cortar las hojas en el jardín. Pero esas hojas no pueden usarse solo así, se les debe hacer un tratamiento que consiste en pasarlas por fuego. Íbamos a encender una fogata para hacerlo pero tuvimos complicaciones técnicas y lo terminamos haciendo en las hornillas de la cocina.
Una vez listas las hojas, la masa la preparamos con harina de maíz, sal y un poquito de aceite con onoto para darle un color amarillito porque la harina que teníamos era blanca y la hallaca se ve más apetitosa amarilla.
A partir de ahí se coloca la hoja, se estira la masa sobre ella se pone el relleno se cierra, se amarra y para la olla con agua hirviendo. Mi mamá le coloca sobre el guiso, cuando está armando la hallaca, una aceituna extra, un pedacito de pimentón, una ruedita de papá sancochada y una ruedita de huevo sancochado. Muchas personas lo hacen así o les pones algunos extras más, pero hoy nosotros no le colocamos nada más.
Usamos un kilo de carne y nos rindió para unas 16 hallaquitas y además unos bollitos. Los bollitos los hicimos amasando la masa que nos quedaba con un poquito de salsa y guiso que quedaba en la olla. De igual manera los envolvimos en hojas de cambur.
La verdad quedaron muy sabrosas y no tienen nada que envidiar a ninguna otra hallaca, además lo hicimos entre todos, en familia, riendo y disfrutando del compartir.
Espero que ustedes disfrutarán de estos días tanto como yo y que se animen a improvisar sus propias hallaquitas.