Iniciativa: El Poder de la Manada//Initiative: The Power of the Herd

Pertenecer a una manada es algo muy gratificante, tener un grupo de mujeres que sea solidario contigo en esos momentos donde se requiere de apoyo moral y emocional, no tiene precio, es una hermandad que surge espontáneamente, ya que entre nosotras podemos entender nuestro sentir, es fácil percibir lo que la otra siente porque es una energía común que nos une y que es difícil de describir. La empatía se va generando de manera sencilla, porque tan solo nosotras podemos entender lo que es estar afligida ante un dolor, ante una pérdida, por lo cual la comprensión, la compasión sale naturalmente desde nuestro interior.

Estos aspectos los experimenté en primera persona, ya que la mayor parte de mi vida, he estado rodeada de féminas cuya alianza estuvo basada en la solidaridad, el apoyo, el cuidado y la protección que se proporcionaron las unas a las otras, este fue un suelo muy rico del cual me puede nutrir. La iniciativa @mosa71 desde @holos-lotus nos invita a hablar sobre anécdotas de vida en las cuales pudimos experimentar lo que significa estar dentro de una manada y como vivimos esa experiencia.

Antes de iniciar a narrar mi historia deseo hablar de mi manada primaria, que es mi familia, después del fallecimiento de mi madre, nos hemos convertido en una manada amorosa y contenedoras, nos damos apoyo cada vez que necesitamos un apoyo sentimental y moral, siempre estamos pendiente la una de la otra, solemos apoyarnos en esos momentos dificultad, con respeto, colaborando hasta donde se nos permita participar, esta actitud la replican mis sobrinas quienes han establecido una red muy sólida entre ellas cuya base es la solidaridad.

En mi haber existen momentos muy relevantes donde un grupo de féminas nos uníamos ante una dificultad, y logramos salir a flote. En una ocasión trabaja conmigo, una chica foránea, por lo que vivía en una residencia familiar. Un día el dueño de la casa de le pidió que desalojara la habitación dándole un el plazo de quince días para mudarse. Durante ese tiempo se dedicó a buscar con ahínco algo apropiado para ella, sin embargo, el costo por habitación se encontraban muy por encima de su presupuesto, esto le generaba gran angustia, incluso llego a pensar en renunciar debido a esta circunstancia.

Al conocer su problemática todas las compañeras del trabajo nos reunimos para ver de qué manera la podíamos ayudar, la propuesta que surgió fue brindarle alojamiento hasta que consiguiera un sitio acorde a su presupuesto, le hicimos ofrecimos la oferta a la cual ella aceptó gustosamente, afortunadamente fue por poco tiempo, ya que logro alquilar un anexo además cerca del sitio de trabajo.

La imagen de portada pertenece al álbum familiar

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