Saludos amigos de Holos-Lotus, deseándoles una semana llena de bendiciones y de mucho provecho. Hoy, en el capítulo número 10 de la serie ¿Quién soy?, seguimos profundizando en la postura existencial y nos vamos a adentrar en nuestra percepción del mundo.

Cuando hablamos del mundo, posiblemente nos encontremos con una concepción tan amplia y abarcadora que se convierte en una abstracción a la que le otorgamos vida propia y hablamos de él como si tuviese un poder de decisión para ser como es, tal vez olvidando que el mundo es lo que es porque las personas, tu, yo, nosotros, lo hemos hecho así.

Pero hoy no se trata de que hablemos de esa pequeña cuota de responsabilidad que tenemos en ello, sino de cómo lo percibimos y cómo percibimos a la gente que lo habita y lo hace posible.
Mientras trato de centrar la idea de la postura existencial con respecto al mundo, me viene a la mente el viejo tango “Cambalache” que popularizó Joan Manuel Serrat.

¡Qué fuerte!, mientras busco la letra y escucho la pieza, la percepción es más cruda y me voy preguntando: ¿el mundo es y está así? Sin negar lo existente, mi postura se recoge en una frase que se ha popularizado: “Los buenos somos más”, con sus posibles matices.

Las posturas existenciales no nacen de la noche a la mañana, son construcciones que vamos realizando desde las vivencias y la familia siempre será el núcleo originario de ellas, por eso al revisar nuestras posturas es oportuno preguntarnos: ¿Qué escuché de niño?, ¿Qué decían mis abuelos, mis padres, tíos, y demás personas cercanas? ¿Cuáles filtré y cuáles han permanecido?

De mi abuela paterna, por ejemplo, escuché, que el mundo estaba lleno de gente mala, sobre todo los hombres, que no dejásemos que se nos acercaran, que no confiásemos en nadie. De mi mamá, aunque no generalizaba sobre el mundo y las personas, su mensaje estuvo enmarcado en el que nos cuidásemos, en que nos protegiéramos unas a las otras (las cuatro hermanas).

En ambos mensaje está instalado el miedo y la desconfianza hacia el otro, aunque en mi mamá había cierta incoherencia entre lo que decía y hacía, en el sentido que en muchísimas oportunidades abrió las puertas de su hogar a personas desconocidas porque sentía que lo necesitaban, es decir, consideraba que “el mundo”, las personas, eran confiables.

Moviéndome entre posturas, yo tiendo a creer y a confiar en el otro. He aprendido a no generalizar, a incluirme en los juicios que emito. Creo en la dualidad de lo existente, pero también en la transitoriedad, en los matices y más cuando hablamos de lo humano, donde es posible reconocer que en cada uno de nosotros hay claridad y oscuridad, aunque sea de pensamientos.

Me parece que “el mundo” tiene sus cosas bellas, y feas; puras e impuras; limpias y sucias, alegres y tristes, pobreza y riqueza, justicia e injusticia, En cada una de ellas hay niveles… Es el que tenemos, lo que hemos creado y aunque no es perfecto ¡Cómo me gusta ser parte de él!

Para ti, ¿Cómo es el mundo?

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In English

How do I see the world?

Greetings friends of Holos-Lotus, wishing you a week full of blessings and much profit. Today, in chapter number 10 of the Who am I? series, we continue to deepen our existential posture and we are going to delve into our perception of the world.

When we talk about the world, we may find ourselves with such a broad and encompassing conception that it becomes an abstraction to which we give it a life of its own and we talk about it as if it had a power of decision to be the way it is, perhaps forgetting that the world is what it is because people, you, me, us, have made it that way.

But today it is not about us talking about that small share of responsibility we have in it, but about how we perceive it and how we perceive the people who inhabit it and make it possible.

As I try to focus on the idea of the existential position with respect to the world, the old tango “Cambalache” popularized by Joan Manuel Serrat comes to mind.

How strong, as I look for the lyrics and listen to the piece, the perception is cruder and I ask myself: is the world like this and is it like this? Without denying what exists, my stance is reflected in a phrase that has become popular: “We, the good ones, are more”, with its possible nuances.

Existential positions are not born overnight, they are constructions that we make from our experiences and the family will always be the original core of them, so when reviewing our positions it is appropriate to ask ourselves: What did I hear as a child, what did my grandparents, my parents, uncles, and other people close to me say, which ones did I filter and which ones have remained?

From my paternal grandmother, for example, I heard that the world was full of bad people, especially men, that we should not let them get close to us, that we should not trust anyone. From my mother, although she did not generalize about the world and people, her message was framed around taking care of ourselves, protecting each other (the four sisters).

In both messages there is fear and distrust of others, although in my mother there was a certain incoherence between what she said and what she did, in the sense that on many occasions she opened the doors of her home to strangers because she felt they needed it, that is, she considered that “the world”, people, were trustworthy.

Moving between positions, I tend to believe and trust each other. I have learned not to generalize, to include myself in the judgments I make. I believe in the duality of the existing, but also in the transience, in the nuances and more when we talk about the human, where it is possible to recognize that in each of us there is clarity and darkness, even if it is of thoughts.

It seems to me that “the world” has its beautiful and ugly things, pure and impure, clean and dirty, happy and sad, poverty and wealth, justice and injustice, in each of them there are levels... It is what we have, what we have created and although it is not perfect, how I like to be part of it!

For you, what is the world like?

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