No one will condemn the children of God || Nadie condenará a los hijos de Dios
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God in his immense love and infinite grace, took our guilt, the condemnation that lay upon us and exchanged it for his great justice.
What, then, shall we say to this? If God is for us, who can be against us? 32 He who did not spare his own Son, but gave him up for us all, how will he not also give us all things with him? 33 Who will accuse the elect of God? It is God who justifies. 34 Who is the one who will condemn? Christ is the one who died; even more so, the one who also rose, the one who is also at the right hand of God, the one who also intercedes for us.
Romans 8.31-34
Throughout our life there are moments in which, due to our deviations and the failures that we let ourselves fall, they make us think that God is angry or disappointed in his children, we must immediately resort to the word of God and read the above text.
When Paul declares that God is for us, he means that God already knew everything we brought as an inheritance from our ancient parents and everything we would do in the future, that we need a savior yes or yes and has delivered to his own son in our place his death was for us.
Paul also declares that no one can condemn us because no condemnation can be kept alive since we have been freed by the justification of Christ towards us on the cross of Calvary, the sentence on us is legally justified and forgiven. That's how God established it and that's how it is.
Although Satan will try to accuse us at all times, he will bring our mistakes and failures, the times that we have closed, but God through the word confirms that no one can condemn us because Christ is justice in us and Christ himself He is the one who intercedes for us before God as a defense attorney.
It is normal that at times doubts arise about the effectiveness, love and faithfulness of God but we do not stay with that, let us focus on the truth of the word of God, let us not judge things by what happens but by the promises that God sent us through his word.
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Dios en su inmenso amor e infinita gracia, tomo nuestra culpa, la condenación que yacía sobre nosotros y lo cambió por su gran justicia.
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Romanos 8.31-34
A lo largo de nuestra vida existen momentos en los que por causa de nuestros desvíos y en los fracasos que nos dejamos caer nos hacen pensar que Dios está enojado o decepcionado de sus hijos, inmediatamente debemos recurrir a la palabra de Dios y leer el texto anterior.
Cuando Pablo declara que Dios es por nosotros, quiere decir que Dios ya conocía todo lo que traíamos como herencia de nuestros antiguos padres y todo lo que haríamos en el futuro, que necesitamos si o si un salvador y ha entregado a su propio hijo en nuestro lugar su muerte fue por nosotros.
También Pablo declara que nadie puede condenarnos porque ninguna condenación puede mantenerse viva ya que nosotros hemos sido libre por la justificación de Cristo hacia nosotros en la cruz del calvario, la sentencia sobre nosotros es justificados y perdonados legalmente. Así lo estableció Dios y así es.
Si bien Satanás intentará acusarnos en todo momento, traerá los nuestros errores y fracasos, las veces que hemos cerrado, pero Dios a través de la palabra nos confirma que nadie puede condenarnos porque Cristo es la justicia en nosotros y Cristo mismo es quien intercede por nosotros delante de Dios como un abogado defensor.
Es normal que por momentos surjan dudas de la eficacia, amor y fidelidad de Dios pero no nos quedemos con eso, enfoquémosnos en la verdad de la palabra de Dios, no juzguemos las cosas por lo que acontece sino por las promesas que Dios nos envió a través de su palabra.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
