Juan Doe en la habitacion 4B
Imagen original editada en mi pc
Érase una vez un día cualquiera, como cualquier otro, nada de especial. El carajito andaba jugando en el callejón que estaba a un lado de su casa, con una pelota de fútbol que le había regalado su papa, porque el padrastro nuevo que tenía lo único que hacía era regalarle golpes a su mama y a el. Yo extraño mucho a mi papa, es horrible que me sienta así, no aguanto más a esta situación, así que mejor le caigo a patadas a esta pelota en el callejón.
Le dio un patacón a la pelota, y esta reboto en la pared, cayendo encima del contenedor de basura, en donde se mezclaban todos los malos olores. Fue a buscar la pelota y se encontró con una cartera de cuero viejo, era cuero de cocodrilo, andaba toda rota, y tenía las marcas de unos zarpazos en ella, parece que un gato la había arañado.
Adentro había 20 dólares canadienses, un ticket del metro sucio, y una tarjeta de presentación, que tenía por nombre Juan Doe . Detective del más allá. El muchacho no sabía que era todo esto, así que agarro los 20 dólares y tiro la cartera al basurero, abandono el callejón y cruzo la avenida para comprarse un combo de hamburguesa con papas fritas que era lo que le gustaba.
En el callejón, un macho cabrio de piel negra se vio cogiendo la cartera, y se trepo por la pared entrando por la ventana del cuarto 4B.
(continuará)
Nota: esta es una side history o historia paralela al mismo relato de la habitación 4b, y como ven, está relacionada.
Hasta la próxima querida audiencia, allí tienen su relato
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