El niño pagó las hamburguesas con un billete de $20 y sabía que esos dólares se aceptaban allí.

El cajero gordo, barbudo, con delantal manchado de salsa, con las uñas sucias, tomó el billete y se apuñaló la nariz con el dedo, se quitó un moco y lo puso debajo de la mesa. Hizo un gesto de complicidad, mientras le entrega algo de dinero en efectivo.

"¡Cerdos!" El niño gritó y le dio la espalda, se sentó y disfrutó de su hamburguesa.

El gordo metió el papel dentro de la caja y, mientras lo hacía, notó que el papel emitía un brillo verdoso como material radioactivo, y la luz comenzó a aumentar de tamaño.

El chico desde la mesa quitó el envoltorio de la hamburguesa, le echó un poco de kétchup y disfrutó de un delicioso aderezo, y en ese momento notó que los baristas se reunían alrededor de el, volviéndose hacia atrás mientras le daba otro bocado, y en ese momento una luz maravillosa en forma de un enorme parpadeo llenó la habitación con neón verde claro. La temperatura se fue a 0 grados, la luz duró un segundo intensamente y luego desapareció, por lo que se quedó en el mismo lugar, pero desapareció toda la noche, mirando hacia la taberna en busca de hombres.

En el suelo, había el cadáver del gordo como si se hubiera derretido en una mezcla de huesos, cerebros e intestinos.
La hamburguesa se le cayó de la mano y rodó por el suelo hasta que cayó justo al lado de donde el cerebro se había volteado y goteado.

Y se fíjo en el sonido de las gotas ... Bloque, Bloque, Bloque, BLOQUE, GULP.

Caminaba recto en dirección al edificio egipcio, y se asombró, y como había una gota de orina corriendo por sus pantalones, trató de pararse frente a ese lugar para quedarse petrificado.

Frente a él, donde se encontraba el edificio, había una pirámide verde, que tenía una entrada en forma de un signo omega Ω, que emitía radiación.

Paralizado de miedo, pero con mucha curiosidad, el niño miró a su alrededor y vio que todo a su alrededor era solo un desierto, y el barrio que conocía había desaparecido, y no podía creer lo que estaba pasando, ¿podrían haberlo golpeado? dado algún alucinógeno con la hamburguesa? , lo que le enseñaron sus padres es que busque un adulto y busque ayuda cuando esté en peligro, por eso lo más lógico fue atravesar la puerta de la pirámide para entrar y pedir ayuda.

Así es como funciona el cerebro de un niño de 7 años ...

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Literatura

Segunda Parte

Apariciones y desapariciones

Juan Doe