Mi niña interior ha estado luchando por dejarse hacer valer por mucho tiempo, aún recuerda la alegría de los dieciocho años, donde sentía que ya podía tener un poco más de derechos, en ese mundo de grandes del cual se le apartaba con expresiones como: «espere que crezca», «eso es para los adultos».

Ahora veo a los niños del presente participando con más libertad y accediendo a conocer sus derechos, exigiéndolos y viviendo en contextos más amables; esto no es en todos los casos, por lo que hay que seguir abogando por ellos.

Por mucho tiempo negué la posibilidad de que mi yo niña o que algo mío de mi pasado estuviera aún en mi presente, eso me parecía un exabrupto. No obstante en muchas ocasiones me he visto planteando situaciones, cuestionando hechos o reaccionando a los mismos de la misma manera a como lo hice en la infancia.

Fui una niña muy tímida, con miedo a los adultos, sobre todo a los hombres. Me acostumbré a observar la cara a las personas para saber si podía hablarles o no. Eso se mantuvo a lo largo de toda mi vida, la seriedad excesiva, los tonos ásperos, los gritos, las malas caras, me intimidan.

Mi niña interior pide tener, fundamentalmente, momentos de paz, de sosiego; los apuros, los ademanes bruscos me resultan incómodos. Reconozco que tengo un temperamento reactivo, arrastrado de la niñez. Generalmente «las culpas» recaían sobre mí, voluntaria o no, siempre recibía las amonestaciones por omisiones o daños donde no siempre era responsable.

Una niñez espinosa generó en mí a una adulta extremadamente susceptible. Las acusaciones o reclamos se quedan grabadas por mucho tiempo, generando resentimiento, lo que provoca a su vez una revisión constante de lo que en realidad me hace daño, si soy yo con una niña interior herida o un exterior particularmente agresivo dispuesto a agredirme.

Todo esto se traduce en carencias de amor, sobre todo por el lado paterno: una familia disfuncional, con solo dos hijas y un marcado favoritismo a la hija menor, provocó en mí un sentimiento de inferioridad y la búsqueda de aprobación en los otros. Descubrir esto fue provechoso para poder perdonarme y darle yo a esa niña insegura la valoración y el apoyo necesario.

_{Mi padre quería un varón, así que la mayoría de la ropa eran franelas para niño.}

Trabajar esto ha sido un proceso, no podemos pasarnos la vida pegados en el dolor, es necesario crecer, evolucionar y liberarnos a nosotros mismos. Esta búsqueda del ser, que vengo haciendo desde hace un tiempo, y que encuentra también asidero en [Holos & Lotus] con ejercicios como este, son de invalorable ayuda.

La familia creada con otra manera de atender cada niño, y a su vez la que ellos han creado, me llenan de satisfacción como abuela. Asumo que el amor está visible y no necesito preguntar por él. ¿Puedo asegurar que ya están totalmente sanas las heridas? Pienso que no, porque algunos días me descubro reconociendo nuevos elementos que me muestran totalmente imperfecta, y me hacen recordar a ese padre dictador que exigía comportamientos y actitudes que no podía lograr y entonces me perdono y lo perdono de nuevo y me acepto con mis despistes, mis desorientaciones, mis inconsistencias y mis reacciones que solo hablan de mí y lo que puedo ser yo, sin juzgarme ni ser muy severa conmigo.

Recuerdo que solía repetir el dicho popular: «para atrás ni para agarrar impulso», pero ya me he visto disfrutando una película de esa época, como Bonanza, por ejemplo, o buscando una canción de mi niñez que me gustara y no me produce desagrado, creo que eso es positivo.

Algo que disfrutaba mucho de niña era la risa y suelo hacerlo con frecuencia, las conversaciones con mis hijos, amistades, y gente cercana siempre tiene el humor como ingrediente obligatorio; en mi apego a las redes me gusta buscar y compartir reels divertidos de Instagram. A veces se me va un poco la mano al hacer algún comentario chistoso con gente que no me conoce bien y me da un poco de pena, pero aprovecho la ventaja que da esta edad, donde podemos relajarnos un poco y sacar ese niño interior que quiere divertirse.

Gracias por tu amable lectura.

Mi contenido es original
Las imágenes me pertenecen, tuenen más de sesenta años de tomadas, por ello la calidad.
He utilizado el traductor DeepL.

English Version

_{With my mother, here maybe I was already asking her questions.}

My inner child has been struggling to assert herself for a long time, she still remembers the joy of being eighteen years old, where she felt that she could already have a little more rights, in that world of grown-ups from which she was pushed away with expressions like: "wait until you grow up", "that's for adults".

Now I see the children of today participating more freely and getting to know their rights, demanding them and living in friendlier contexts; this is not in all cases, so we must continue to advocate for them.

For a long time I denied the possibility that my child self or that something of mine from my past was still in my present, that seemed to me an outrage. Nevertheless, on many occasions I have found myself in situations, questioning facts or reacting to them in the same way as I did in childhood.

I was a very shy child, afraid of adults, especially men. I got used to watching people's faces to see if I could talk to them or not. That remained throughout my life, excessive seriousness, harsh tones, shouting, bad faces, intimidate me.

My inner child asks to have, fundamentally, moments of peace, of calmness; the hardships, the abrupt gestures are uncomfortable for me. I recognize that I have a reactive temperament, carried over from childhood. Generally "the blame" fell on me, voluntarily or not, I always received reprimands for omissions or damages for which I was not always responsible.

A thorny childhood generated in me an extremely susceptible adult. Accusations or grievances stick with me for a long time, generating resentment, which in turn provokes a constant review of what is really hurting me, whether it is me with a wounded inner child or a particularly aggressive exterior ready to assault me.

All this translates into a lack of love, especially on the paternal side: a dysfunctional family, with only two daughters and a marked favoritism for the younger daughter, provoked in me a feeling of inferiority and the search for approval in others. Discovering this was helpful in order to forgive myself and to give this insecure child the necessary support and appreciation.

_{My father wanted a boy, so most of the clothes were boy's flannels.}

Working on this has been a process, we cannot spend our lives stuck in pain, it is necessary to grow, evolve and free ourselves. This search for the self, which I have been doing for some time now, and which also finds support in [Holos & Lotus] with exercises like this one, are of invaluable help.

The family created with another way of caring for each child, and in turn the one they have created, fills me with satisfaction as a grandmother. I assume that the love is visible and I don't need to ask for it. Can I be sure that the wounds are totally healed? I think not, because some days I discover myself recognizing new elements that show me totally imperfect, and make me remember that dictator father who demanded behaviors and attitudes that I could not achieve and then I forgive myself and forgive him again and I accept myself with my absent-mindedness, my disorientations, my inconsistencies and my reactions that only speak of me and what I can be, without judging me or being too severe with me.

I remember that I used to repeat the popular saying: "not even backwards to get a boost", but I have already seen myself enjoying a movie from that time, like Bonanza, for example, or looking for a song from my childhood that I liked and I do not dislike it, I think that is positive.

Something I enjoyed a lot as a child was laughter and I do it often, conversations with my children, friends, and close people always have humor as a mandatory ingredient; in my attachment to the networks I like to search and share funny Instagram reels. Sometimes I get a little out of hand when I make a funny comment with people who don't know me well and I feel a little embarrassed, but I take advantage of this age, where we can relax a little and bring out that inner child who wants to have fun.

Thank you for your kind reading.

My content is original
The images belong to me, they are more than sixty years old, hence the quality.
I have used the translator DeepL.