Saludos, amigos de la comunidad @ holos-lotus. Esta es mi participación para la iniciativa de Integrales y en Expansión que nos presenta @damarysvibra, denominada Facilitando la Vida.
Invito a: @brujita y @antoniarhuiz.

Hace tiempo escuché una persona decir: «la vida es fácil solo que nosotros la complicamos», nunca como ahora consigo tan ciertas esas palabras.

Afirmar que sea fácil puede sonar como un exabrupto. Todos conocemos las cantidades de situaciones complejas, que nos toca afrontar en ese camino, sin embargo, a veces nosotros volvemos más complicada la ruta, cuando nos salimos de control.

Recuerdo en este momento, el cuento de un indio, que está reposando en un chinchorro, a pleno día, un hombre se le acerca y le dice que si no le parece que sería mejor que se levantara a trabajar, el indio pregunta que para qué, a lo que él le explica que así
tendría dinero y podría ahorrar, el indio vuelve a preguntar el para qué y él le contesta que para cuando sea mayor pueda descansar a gusto, entonces el indio le pregunta: ¿qué cree que estoy haciendo yo en este momento?

El cuento refleja una realidad: nos pasamos la vida entera ocupados en tareas diversas, pensando que cuando llegue la jubilación, será el momento para nosotros: nada más falso. Hacer la vida fácil no significa hacer lo del indio del cuento; pero alivianar las tareas cotidianas, o evitar estresarse por ellas, podría ser de gran ayuda.

Existe también un elemento psicológico que hace que la vida se vuelva complicada. No es lo mismo limpiar un piso pensando en que nadie ayuda, en la soledad, en el futuro, o pasado, que limpiarlo con agradecimiento por tener ese suelo, ese techo, y ese hogar.

Para alivianar las cargas podríamos:

Hacernos la vista gorda algunas veces.

Desde que comienza el día, anotamos lo que falta por hacer, nos vamos montando ocupaciones, unas tras otras, certificados por lo que no se ha realizado, con ánimo perfeccionista, si es otro el que ha hecho la tarea. Podríamos relajar un poco la autoexigencia y ver mejor lo que sí se ha logrado.

Poner la mirada en uno mismo.

Ocuparnos de nosotros, salir a caminar, comernos un helado o tomarnos un café, sentarnos en una plaza, leer un buen libro, ver una película, cantar karaoke, hay tantas formas de consentirse que van a hacer que el ánimo mejore, eso hará que se emprendan con más optimismo las tareas cotidianas.

Evitar guardar rencor.

Sentir rencor es lo adecuado si queremos crear dificultades, quita mucho tiempo de pensamiento, ocupa parte de nuestra vida útil, sin que se obtenga ningún beneficio. Mientras se está guardando rencor, la otra persona está haciendo su vida.
Veo con frecuencia comentarios dirigidos a políticos, donde la gente se expresa con mucha ira, hay un rencor manifiesto que se lanza al aire y que no produce ningún efecto positivo en nadie, todo lo contrario, genera más amargura.

Evita la critica.

Quizá al levantarte te quejas por la falta de la energía eléctrica, la carencia de algún producto, el clima, algo que no está como se esperaba: ese desacomodo no ayuda a que la vida sea más fácil, todo lo contrario, envenena el ánimo de los que están cerca, por lo que restringir esas expresiones en el hogar, ayuda muchísimo a que se mantenga un ambiente de armonía y paz.

Gracias por tu amable lectura.

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