Todos asumimos el dar a luz como el proceso donde la madre pare al hijo: eso es correcto. Una vez fuera del vientre, este se enfrenta a un mundo cuyas características pueden oscurecer sus caminos y lo peor: acostumbrarlo a andar a la defensiva, con una malicia aprendida, que le ayudará a enfrentar diferentes momentos.

Con cuánta frecuencia escucho decir: «la gente es mala», esto implica que los padres en general traten de preparar a los suyos para un ambiente hostil y poco amigable.

Lo veo en las calles: el tan nombrado bullying, que muchos asumen como algo que ha existido siempre, que nos hizo fuertes, de alguna manera, y que una generación de cristal, exagera y busca defenderse del mismo, es algo que sigue presente. No comparto esa visión. Nadie debería atribuirse el derecho a irrespetar al otro, para volverlo objeto de burla y maldad, bajo ningún concepto.

Ya hay suficientes calamidades, desastres naturales, problemas sociales, económicos, políticos, que afectan la vida del ciudadano común. Pienso que es el momento de trabajar por una sociedad más justa, donde los valores y principios, tradicionalmente considerados como los más importantes, se promuevan, para que exista más equidad. Cada uno desde su centro de acción, tiene la posibilidad de dar luz, de irradiar optimismo, de impulsar buenas actitudes.

Consideremos algunos ejemplos de profesiones diversas. Los docentes, por ejemplo, cada uno de ellos, atiende cada día, un conjunto de estudiantes, quienes ya traen de sus hogares, diferentes problemas, que tienen que ver con: enfermedades, alcoholismo, violencia familiar, maltrato psicológico, entre otros. Llegar a la escuela y encontrar también un lugar nada acorde con el bienestar y la paz, porque el maestro está de mal humor, no hace sino agregar más elementos de insatisfacción al niño o joven, que se está formando.

Un enfermero que acude a hacer su trabajo con desgano, molesto, con indiferencia, no hace sino afectar más a quien ya se siente angustiado, por el problema de salud que esté pasando.

Un vendedor que se desempeña con arrogancia y mal carácter afecta también al cliente. Un chofer que maneja con descuido y mala disposición, expresándose con enojo, no hace sino proyectar su mal humor sobre los pasajeros, que ya están agobiados por diferentes problemas.

Si cada persona se propusiera, cada día, en ser alguien diferente, dentro del espacio en el que se mueve en sociedad, y manifestara interés, buena disposición anímica, amabilidad y buen trato, tendría la posibilidad de propiciar armonía y paz, tan necesaria en nuestra sociedad

Qué satisfactorio se siente un saludo mañanero, una buena atención, una conversación amigable, los deseos de un buen día, expresados por cada uno de los que le corresponde rodearse de otras personas. La dureza de la selva de cemento se minimiza y se procuran sitios amigables, aptos para una convivencia feliz. Aprendamos a dar luz.

We all assume giving birth as the process where the mother gives birth to the child: that is correct. Once out of the womb, he faces a world whose characteristics can darken his path and, worst of all, accustom him to walking on the defensive, with a learned malice, which will help him face different moments.

How often do I hear it said: “people are bad”, this implies that parents in general try to prepare their children for a hostile and unfriendly environment.

I see it in the streets: the so-called bullying, which many assume is something that has always existed, that made us strong, in some way, and that a crystal generation exaggerates and seeks to defend itself against, is something that is still present. I do not share that vision. No one should claim the right to disrespect others, to make them an object of ridicule and evil, under any circumstances.

There are already enough calamities, natural disasters, social, economic, and political problems that affect the life of the common citizen. I think it is time to work for a more just society, where the values and principles, traditionally considered the most important, are promoted, so that there is more equity. Each one, from their center of action, has the possibility of giving light, of radiating optimism, of promoting good attitudes.

Let's consider some examples of various professions. The teachers, for example, each one of them, attend to a group of students every day, who already bring different problems from their homes, which have to do with: illnesses, alcoholism, family violence, psychological abuse, among others. Arriving at school and also finding a place that is not in keeping with well-being and peace, because the teacher is in a bad mood, only adds more elements of dissatisfaction to the child or young person who is being educated.

A nurse who goes to do his job with reluctance, annoyance, with indifference, only further affects those who already feel distressed due to the health problem they are experiencing.

A salesperson who acts with arrogance and bad character also affects the customer. A driver who drives with carelessness and bad disposition, expressing himself with anger, only projects his bad mood onto the passengers, who are already overwhelmed by different problems.

If each person decided, every day, to be someone different, within the space in which they move in society, and expressed interest, good mood, kindness and good treatment, they would have the possibility of promoting harmony and peace, so necessary in our society

How satisfying it feels to have a morning greeting, good attention, a friendly conversation, wishes for a good day, expressed by each person who is surrounded by other people. The hardness of the concrete jungle is minimized and friendly places are sought, suitable for happy coexistence. Let's learn to give light.