Diana es mi nombre. Soy una mujer joven con poca experiencia de la vida, o al menos eso fue hasta esa mañana que me encontré de frente con la muerte.

Trabajo en el aeropuerto, todos los días salgo de la oficina y paso a la torre de control para buscar los reportes. Ese día específicamente el clima estaba agitado, me refiero a muchos relámpagos.

Abrí la puerta del edificio y di apenas 2 pasos cuando una luz me encegueció. Todo se volvió tan brillante que parecía que no existía nada, solamente yo flotando. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y sentí un gran placer que me invadió. Al momento de estar al clímax sentí como se desprendió mi vida. Pude ver mi cuerpo tendido en el suelo mientras me elevaba. Pude ver como la tierra se quedaba atrás y se hacía pequeña.

Cuando salí de mi cuerpo comencé a sentir que mi cabeza explotaba de tantas preguntas que tenía. Pero poco a poco mi alma se fue liberando y sentía alivio por conocer todas las respuestas.

Estaba maravillada por todo lo que veía y sentía. Ahora conocía todas las respuestas de la vida. De un momento a otro apareció frente a mi una extraña criatura. Tenía unos ojos enormes como una mosca y la piel verde, que a simple vista parecía babosa. En la frente tenía lo que pensé que era su cerebro, descubierto con unas branquias a los lados por donde respiraba. Esta criatura tenía una energía poderoza.

No tenía boca, pero se comunicaba conmigo mediante sus pensamientos que eran profundos y sublimes. Me dijo que su especie es la que controla la vida y la muerte. Sus antepasados crearon nuestra galaxia y les dejaron la herencia de cuidar que no nos destruyeramos entre nosotros ni a nuestro planeta, cosa que al parecer les resulta difícil, controlar este comportamiento agresivo de los humanos.

Me dijo que todavía no era mi tiempo y que regresara a la tierra un poco más. Que contara todo lo que recordara de esta experiencia y así serviría de mensaje a los humanos.

Desperté 15 días después de aquella tormenta eléctrica. La cadena de oro que decía mi nombre quedó plasmada en mi pecho. Conté todo lo que recordaba y nadie me creyó.

Hoy es mi sesión de terapia 50 y siguen sin creer el mensaje que envió esa criatura mística aquella mañana de tormenta.

English version

The secret of life

Diana is my name. I am a young woman with little experience of life, or at least that was until that morning when I came face to face with death.

I work at the airport, every day I leave the office and go to the control tower to look for reports. That day specifically the weather was rough, I mean lots of lightning.

I opened the door to the building and took barely 2 steps when a light blinded me. Everything became so bright that it seemed like nothing existed, just me floating. A shiver ran through my whole body and I felt a great pleasure come over me. As I climaxed, I felt my life come out of me. I could see my body lying on the ground as I rose up. I could see how the earth was left behind and became small.

As I came out of my body I began to feel my head explode from so many questions I had. But little by little my soul was released and I felt relief to know all the answers.

I was amazed by everything I saw and felt. Now I knew all the answers to life. Suddenly a strange creature appeared in front of me. It had huge eyes like a fly and green skin, which at first glance looked slimy. On its forehead was what I thought was its brain, uncovered with gills on the sides through which it breathed. This creature had a powerful energy.

It had no mouth, but it communicated with me through its thoughts, which were deep and sublime. He told me that his species is the one that controls life and death. Their ancestors created our galaxy and left them the inheritance of taking care that we do not destroy each other or our planet, which apparently is difficult for them, to control this aggressive behavior of humans.

He told me that it was not yet my time and to return to earth a little longer. He told me to tell everything I remembered from this experience and that it would serve as a message to the humans.

I woke up 15 days after that thunderstorm. The gold chain that said my name was engraved on my chest. I told everything I remembered and no one believed me.

Today is my 50th therapy session and they still don't believe the message that mystical creature sent that stormy morning.

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