SORPRESA

Ayer recibí uno de los mejores regalos que una persona puede recibir
y no por su valor económico, sino por todo lo que representa.
Que un grupo de personas tengan el detalle de hacer un impás en su rutina y ofrecer una atención de reconocimiento a quien se dedica de corazón a de forma vocacional
transmitir el aprendizaje de este maravilloso deporte que es el tenis de mesa.
Ayuda a seguir en el camino y a poner el empeño necesario para que cada día que hacemos la actividad sea un pleno en el tiempo de que el esfuerzo que ponen sea recompensado con una mejor enseñanza.
Aquí os dejo lo que salió de pronto desde mi más profundo amor a este deporte y a ellos.

Quería daros las gracias por este maravilloso día.

Hay detalles que así siento independientemente del valor económico... Lo superáis con creces en el apartado humano.

Así lo hago yo por agradecimiento al trabajo del día a día
A sentirnos como una familia dentro de este instituto en el que todos aprendemos de todos y de esta forma nos podemos soportar mejor cuando los días se complican fuera de esas paredes.
Me siento reconocido y esto hace que en mi interior haya esa cosa que a veces nos falla y es la autoestima que nos hace no narcisistas ni egocentristas sino con ganas de que llegue el encuentro y disfrutar de este tiempo compartiendo unas mesas y unas pelotas alborotadas y ruidosas al son de un baile en el que cada vez se os ve con más ritmo y unas ganas terribles de seguir bailando a esto que se llama tenis de mesa.

Gracias.

Cuando pasan estas cosas
Uno tiene la sensación de que algo bien se está haciendo...
No tienen quizás títulos deportivos
Pero compitiendo como personas los superan
con creces.
Gracias grupo KAIZEN
dedicado a la mejora constante.

Feliz Navidad.

Poema propio.
Fuente de la imagen... Propia