CORAZA

Pensé que la vida era ventura
de amor y bondades,
donde el querer no fuese motivo
de llanto ni heridas que,
grabadas a fuego como puñales,
quedaran marcadas en el corazón,
secuelas de desencantos,
desengaños y traiciones.

Me superaron las emociones.
De todo y todos fui frágil y domable,
haciendo que mis días solo fuesen
en los demás sentencia,
sin ser yo firme de propias decisiones.

Decidí romper el juego.
Me acostumbré a llorar sola
en mi soledad y no por nadie,
a sentir nada no fuera mi propio sentimiento,
a no hablar para que no me hablen.

Me acostumbré al silencio de mis pensamientos
para que los demás en mí no pensasen,
en ser testigo sin ser juicio, juez ni condena
que no fuese la de mi propia cárcel.

Una bendita armadura me dijo Dios
que me pusiera, y la tengo
para no dañar y que tampoco
puedan dañarme.

Ya no quiero ser en nadie amor
sin ser yo mi propia amante.
ser dolor para que no me duela nadie.
ni ser vida en los demás para
que la mía no la viva nadie.

Soy coraza en mi corazón
y escudo en mi alma coraje
en una lucha donde el contrario soy yo
porque en los demás no quiero
ser batalla ni guerra ni ganar a nadie.

Bendita coraza de Dios,
que día a día es quien me quiere y ama
desde que muere hasta que nace.

Poema propio.
Fuente de la imagen... IA